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Sara Raquel Duarte Reis da Silva
IE-CIEC-Universidade do Minho
Portugal
http://orcid.org/0000-0003-0041-728X
Biografía
Núm. 10 (2023), Notas, Páginas 1-11
DOI: https://doi.org/10.15304/elos.10.9207
Recibido: 15-05-2023 Aceptado: 29-05-2023 Publicado: 07-06-2023
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Resumen

La presencia del arte en la literatura infantil, particularmente en el libro-álbum, ha sido asidua (Nodelman, 2018; Serafini, 2015; Silva, 2015; Yohlin, 2012). Analizaremos un corpus textual compuesto por cinco libros-álbumes, de distintas “tipologías”. Además del álbum con texto e ilustraciones (El Museo (2013), de Susan Verde y Peter Reynolds; Me perdí en el museo porque... (2017), de Davide Cali y Benjamin Chaud; y El lobo que partió para descubrir el museo (2021), de Orianne Lallemand y Éléonore Thuillier), hemos incluido una narrativa visual (Museo (2019), de Javier Sáez-Castán y Manuel Marsol) y, también, un álbum de no ficción (¿Qué se hace en el Museo? (2022), de Mariana Ramos y Catarina Correia Marques). Estas obras ficcionalizan espacios físicos que mimetizan un museo, presentados de manera diferente, a través de su recreación a través de la decoración con figuraciones estilizadas de cuadros famosos, a través de la parodia alusiva a reconocidas obras de arte o a través de la transfiguración de piezas que cobran vida, o incluso a través de la transmisión de contenidos informativos/fácticos. Destacaremos especificidades técnico-compositivas y estético-estilísticas, así como potencialidades en términos de sensibilización del arte. Estos libros pueden permitir experiencias reflexivas e imaginativas con el arte (Yohlin, 2012), constituyendo instrumentos fundamentales en la educación artística y literaria desde la primera infancia.