Abstract
This research study analyses the current behaviour of the literate suffix -érrimo, as we have noticed a vitality that does not correlate with its description as obsolete in grammar and morphological handbooks. Consequently, in order to describe its main features, we have selected the types attested in the CdE:Now, made up of digital texts, which come from websites and magazines. Its new force could be related to a highly oral discourse, common in blogs, social networks, opinion pieces and interactions with news, etc., which represent a colloquial register. The results obtained show that -érrimo offers an active profile as a suffix in present-day Spanish, particularly relevant in oral or oralised contexts, which select bases that are not of a literate origin and do not necessarily have a final -r. It is above all the derivations of bisyllabic adjectives that show a strong vitality and dissemination, in particular, buenérrimo, guapérrimo and monérrimo. The remainder seems to be the result of stylistic and expressive neology, typical of the creativity of e.g. journalists, commentators and bloggers (but relational adjectives are excluded). The pragmatic effects that are obtained from its use in the corpus show that -érrimo fulfils an intensifier function, related to politeness, a comic function and an ironic function.
Keywords:
El revival del sufijo -érrimo
MARÍA DEL CARMEN MÉNDEZ SANTOS, ESTHER LINARES BERNABÉU
El revival del sufijo -érrimo
Verba: Anuario Galego de Filoloxía, vol. 49, 2022
Universidade de Santiago de Compostela
The revival of the suffix -érrimo
MARÍA DEL CARMEN MÉNDEZ SANTOS
Universidad de Alicante, España
ESTHER LINARES BERNABÉU
IULMA, Universitat de València, España
Copyright © Universidade de Santiago de Compostela
Esta obra está bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivar 4.0 Internacional.
Recibido: 02/11/2020
Aceptado: 29/12/2020
Resumen: Este trabajo de investigación analiza el comportamiento actual del sufijo culto -érrimo, dado que hemos percibido una vitalidad que no encaja con la descripción como obsoleto que se realiza en las gramáticas y tratados de morfología. En consecuencia, para poder describir sus características, hemos seleccionado los types atestiguados en el corpus CdE:Now, que está compuesto de textos digitales provenientes de webs y magacines. Este nuevo comportamiento vincula su nueva vigencia a un discurso muy oralizado propio de blogs, redes sociales, columnas de opinión, interacciones con noticias, etc., con un registro coloquial. Los resultados constatados son que -érrimo presenta un perfil de sufijo activo en español actual, especialmente en un contexto oral u oralizado, que selecciona bases que no son de origen culto y que no necesariamente tienen una -r final. Principalmente se une a adjetivos bisílabos cuyos eductos, de hecho, presentan una fuerte vitalidad y difusión, en especial, buenérrimo, guapérrimo y monérrimo. El resto, evitando adjetivos relacionales, parecen fruto de una neología estilística y expresiva propia de la creatividad de ciertos periodistas, comentaristas o blogueros, por poner algunos ejemplos. Los efectos pragmáticos que se obtienen de su uso en el corpus evidencian que -érrimo cumple una función intensificadora con valores de cortesía valorizadora, una función humorística y una función irónica.
Palabras clave: -érrimo; morfología; discursos digitales; oralidad; intensificación.
Abstract: This research study analyses the current behaviour of the literate suffix -érrimo, as we have noticed a vitality that does not correlate with its description as obsolete in grammar and morphological handbooks. Consequently, in order to describe its main features, we have selected the types attested in the CdE:Now, made up of digital texts, which come from websites and magazines. Its new force could be related to a highly oral discourse, common in blogs, social networks, opinion pieces and interactions with news, etc., which represent a colloquial register. The results obtained show that -érrimo offers an active profile as a suffix in present-day Spanish, particularly relevant in oral or oralised contexts, which select bases that are not of a literate origin and do not necessarily have a final -r. It is above all the derivations of bisyllabic adjectives that show a strong vitality and dissemination, in particular, buenérrimo, guapérrimo and monérrimo. The remainder seems to be the result of stylistic and expressive neology, typical of the creativity of e.g. journalists, commentators and bloggers (but relational adjectives are excluded). The pragmatic effects that are obtained from its use in the corpus show that -érrimo fulfils an intensifier function, related to politeness, a comic function and an ironic function.
Keywords: -érrimo; morphology; digital discourse; orality; intensification.
1. Introducción
La neología es un mecanismo natural de las lenguas para adaptarse a las necesidades comunicativas de los hablantes, bien sea porque buscan nombrar una realidad nueva o porque quieren crear unos efectos perlocutivos dados en los receptores del mensaje. Este fenómeno puede llevarse a cabo mediante el préstamo de palabras de otras lenguas, creándolas de la nada (ex nihilo, si es que esto es posible) o mediante mecanismos semánticos o morfológicos. Dentro de estos últimos destaca especialmente la sufijación (Menéndez Pidal 1940; Almela Pérez 1999; Casado Velarde 2015) como un mecanismo muy productivo en español, aunque también avanza actualmente el cruce léxico (Méndez Santos y Álvarez Mellado 2021).
En este artículo presentamos un estudio sobre el sufijo deadjetival apreciativo1 -érrimo, que sirve para crear superlativos elativos, ya que hemos constatado que su notable vitalidad se contrapone a la descripción ofrecida por gramáticas y tratados de formación de palabras, en los que se representa como un sufijo no productivo o fosilizado, aplicado solamente a bases latinas. Para llevar a cabo este estudio, hemos realizado una revisión de la literatura científica sobre su comportamiento morfológico tradicional y sus características. También hemos buscado pruebas bibliográficas de su vitalidad contemporánea. De hecho, hemos encontrado dos pistas que confirman nuestra intuición de partida: por un lado, rae y asale 2014 explica que en el español coloquial de diversos países hispanohablantes se emplea -érrimo con intenciones sarcásticas o paródicas; por otro lado, De Benito Moreno y Estrada Arráez (2018) constatan su uso en las redes sociales, quizás por influencia del registro coloquial que se refleja en ellas.
En este sentido, los objetivos concretos de este trabajo son (1) comprobar hasta qué punto -érrimo ha dejado de ser un sufijoide obsoleto y fosilizado para convertirse en un elemento productivo en español peninsular actual; (2) saber si sus valores pragmáticos se identifican con creaciones irónico-humorísticas, si se están creando eductos denominativos (2.1) o si pragmáticamente logran ser más enfáticos que -ísimo (2.2), pero sin un valor irónico-humorístico, y (3) comprobar si la tendencia señalada en la Nueva Gramática de la Lengua Española (rae y asale 2009: 138) de seleccionar bases con una -r en su última sílaba también se cumple con las nuevas creaciones o si hay alguna ruptura en ese patrón morfológico. Para poder responder a estas preguntas hemos revisado las entradas presentes en el corpus CdE:Now y sobre dichos lemas atestiguados se ha trabajado en su descripción morfológica, semántica y pragmática.
2. El sufijo -érrimo
La expresión en español del superlativo absoluto puede llevarse a cabo de diversos modos: a) mediante procedimientos analíticos, como el cuantificador gramatical muy, o con adverbios (increíblemente) y adjetivos de base léxica (colosal, brutal, etc.); b) mediante procedimientos sintéticos o morfológicos, como los sufijos -ísimo y -érrimo.
Alarcos Llorach (1999: 104) describe las características de ambos sufijos con valor de grado extremo señalando las variaciones de género y número que presentan y los cambios de raíz que rigen con ciertas bases latinas como ardentísimo o nobilísimo. Asimismo, considera que los superlativos que adoptan estos sufijos son muy cultos. Romero Gualda (1989: 64), sin embargo, estima que “el origen culto de -ísimo no se siente ya en español actual”.
Son numerosos los autores que consideran que -ísimo es más productivo que -érrimo2, si no el único (rae 1973; Ambadiang 1999: 4482)3. De hecho, -ísimo ha ampliado sus valores semántico-pragmáticos con connotaciones burlescas o sarcásticas, derivadas de la lexicalización del valor honorífico (Zieliński 2015)4, y seleccionando bases nominales (Lang 1997: 210) como cuando se hace mención a miembros de una misma familia (Méndez Santos 2011a: 325), ya que se activa la referencia cultural del generalísimo Francisco Franco, dictador de España (1939-1975), al que se llamaba de ese modo: el más general de todos los generales. Posteriormente, se empleó nietísima para hacer referencia a Carmen Martínez-Bordiú (nieta del susodicho dictador) y, de ahí, el sufijo se generalizó a otras familias: el yernísimo para referirse, primero al yerno de Franco, el marqués de Villaverde, y más tarde a Iñaki Urdangarín, miembro de la familia real española.
En lo que respecta a -érrimo, Palomo Olmos (2001) explica que el segmento -RIMUS se aplicaba en latín a bases en -ER: ACER, CELEBER, INTEGER, LIBER, MISER, SALUBER, por lo que se habría producido un reanálisis de dicho sufijo como -errimus y de ahí -érrimo. No obstante, dado el trato que recibe en las gramáticas y trabajos morfológicos, lo trataremos como tal, porque, además, todo parece apuntar a que esta es la reinterpretación que han hecho los hablantes.
Pharies (2004: 156) considera que -érrimo es un sufijoide “reliquia de sufijos latinos transmitidos como elementos de préstamos”. De hecho, señala que estos “en ningún momento se han hecho productivos dentro del castellano”. Esto concordaría con la postura de Alemany Bolufer (1920: 61) que considera las formaciones con -érrimo préstamos como tales, es decir, que este no es un sufijo realmente operativo en español. Seco (2011: 271-272) considera que solo se presenta fosilizado en la formación de ciertos adjetivos y enumera los siguientes: misérrimo, integérrimo, acérrimo, paupérrimo, celebérrimo, aspérrimo, pulquérrimo, libérrimo, salubérrimo, nigérrimo y ubérrimo5. Es muy interesante la apreciación que realiza este autor al destacar que “estos superlativos, por su forma divergente de la ordinaria en -ísimo, tienden a ser tratados como adjetivos no gramaticalmente superlativos, sino simplemente dotados de connotación enfática” y esto les permite aparecer precedidos incluso de “más”: “más paupérrimas realizaciones”.
Si bien es cierto que en la mayoría de trabajos morfológicos no se considera -érrimo como la opción preferida para crear superlativos absolutos y que estos son mayoritariamente expresados en castellano por -ísimo, en la obra El buen uso del español (rae y asale 2014: 243) se señala que “en el español coloquial de muchos países se usa -érrimo con intención sarcástica o paródica en voces como buenérrimo, elegantérrimo, guapérrimo o tristérrimo”, puesto que existe un contraste entre el registro formal e informal —uno de los indicadores por excelencia del humor verbal (Ruiz Gurillo 2012)—. En esta línea, Serradilla Castaño (2016), en su estudio sobre los superlativos en español contemporáneo, señala que hay producciones con -érrimo que son inesperadas y resultan incongruentes con la norma descrita, como pueda ser el caso de buenérrimo y monérrimo. La autora explica que sus informantes (sevillanos, vallisoletanos y madrileños) al percibir un valor culto en el sufijo lo emplean como recurso humorístico para parodiar la lengua más elevada. Menciona también que los hablantes son conscientes de que estos usos son propios del habla coloquial. Por su parte, Sánchez López (2006: 28) considera que los elativos se pueden caracterizar como expresiones que no solamente significan el grado máximo, sino que también incluyen una valoración positiva y enfática, dejando de lado el matiz paródico o sarcástico.
Este panorama esbozado a través de las publicaciones revisadas, en las que se indica que -érrimo no es productivo en el español actual, parece que se ha visto alterado por una creciente capacidad del sufijo para aparecer en creaciones neológicas, tengan carácter esporádico o lúdico.
Así pues, nuestras preguntas de investigación son (1) ¿es -érrimo un sufijo realmente vital en español actual?, y, de serlo, (2) ¿qué características morfológicas, semánticas y pragmáticas presenta? Esto es, buscamos saber si los valores pragmáticos se identifican con creaciones sarcásticas o paródicas o si, de facto, -érrimo está creando eductos de intensificación extrema que pragmáticamente buscan ser más enfáticos que -ísimo, pero sin el valor sarcástico o paródico descrito en la bibliografía, y, por último, (3) comprobar si la tendencia recogida en la Nueva Gramática de la Lengua Española (rae y asale 2009: 138) de seleccionar bases con una -r en su última sílaba también se cumple con las nuevas creaciones, o si hay alguna ruptura en ese patrón morfológico.
3. La neología
Las lenguas no son ajenas a los hechos históricos que viven sus hablantes (Hernández 2008). De hecho, evolucionan de manera natural, como un organismo vivo (Adamo y Della Valle 2006: 5). Por ello, es necesario entender que el cambio lingüístico y la neología son procesos normales y no perversiones, corrupciones o ultrajes al honor de la norma lingüística. Son muchos los debates en torno a este tema, ya sea en cuanto a cambios planificados o espontáneos. No obstante, en ellos suele obviarse la inevitabilidad del cambio y el hecho de que las lenguas son de los hablantes y que sin ellos no existen.
En el caso particular que nos ocupa, la nueva vitalidad de -érrimo parece ir en contra de las tendencias descritas en las gramáticas en cuanto a selección de las bases y su tipología (compárese acérrimo y monérrimo), y este fenómeno solo se puede comprender dentro de la natural evolución diacrónica. Es posible afirmar que el grado de predecibilidad6 (Almela Pérez 1999: 47) de los eductos formados con -érrimo es bajo porque no selecciona las bases cultas esperadas, pero, a pesar de ello, estos sí son entendibles por los hablantes, que pueden captar la significación general de la palabra (Faitelson-Weiser 1993), hecho que consideramos que ocurre: se interpreta sin problemas como un superlativo absoluto de carácter extremo. Por todo ello, es necesario comprender que la neología es un fenómeno natural, incluso cuando cambia los patrones descritos, e “inherente au système linguistique et au développment de la société” (Mejri 1995:45). Dichos cambios pueden concretarse en los diferentes niveles de la lengua: fonético y fonológico, morfológico, sintáctico y léxico. Por ejemplo, a nivel morfológico se puede estudiar la incorporación de nuevos elementos sufijales al repertorio del español como ocurrió con -gate (Méndez Santos 2011b), - landia (Méndez Santos 2012), -ing (Prat Sabater 2019; García Velasco 2020) o -exit (Méndez Santos y Álvarez Mellado 2021). No obstante, en el caso particular que nos atañe sobre la nueva vitalidad de -érrimo, nos centraremos tanto en cuestiones morfológicas para actualizar la descripción de su comportamiento; como léxicas y pragmáticas, para determinar si priman fines denominativos o estilísticos en sus eductos y para definir las intenciones comunicativas de los hablantes cuando usan palabras formadas con él.
Las palabras que nacen son parte de la neología léxica de forma —no de sentido, es decir, no son unidades existentes que se resignifican— y su motivación podría ser denominativa, es decir, surgen para hacer referencia a una nueva realidad (incluidas creaciones terminológicas, neónimos; Cabré 1993), o estilística, fundada —como explica Fernández Sevilla (1982: 16)— en la búsqueda de la expresividad y para manifestar de una manera inédita y poética una visión particular del mundo. Esta última se considera una prerrogativa propia de escritores (Senabre Sempere 1999), periodistas (Guilbert 1975) o del lenguaje de la publicidad que busca impacto y eficacia comunicativa de su mensaje (Vega Moreno 2018, 2020). No obstante, esta dicotomía, como señala Llopart-Saumel (2016), presenta limitaciones para poder categorizar en un polo u otro todas las creaciones léxicas. No discutiremos aquí esta realidad, sino que emplearemos estos dos términos de manera genérica para contextualizar las dos tendencias. Sin embargo, consideramos interesante destacar la afirmación de Cabré (1989: 42) al respecto, que explica que cuando prevalece un objetivo expresivo se priorizan los resultados más transgresores, como parece ser la situación de los eductos creados mediante -érrimo.
Esta neología expresiva o estilística, como señala Estornell Pons (2009), busca transmitir una idea de forma original o dar una nueva visión del mundo. Cualquier hablante puede inventar una palabra y esto es, de hecho, especialmente característico de los escritores y periodistas (García Platero 2015). Senabre Sempere (1999) dice que los neologismos acuñados por literatos, como los de César Vallejo, son irrepetibles y personalísimos y justifica su uso por la necesidad que tienen del efecto sorpresa y para “escapar de la férrea cárcel del lenguaje”. Sin embargo, como bien aprecia, los neologismos literarios que se difunden al público en general no son tantos. Esto no sucede con los neologismos estilísticos creados por periodistas, pues sí hay una difusión amplia e inmediata. Además de ese origen artístico, también nos interesa particularmente la apreciación que realiza Estornell Pons (2009) sobre las comunidades de habla y los fines de identificación de un grupo a través de la creación que hacen de palabras, ya que ese uso aporta unos rasgos considerados argóticos que les ofrecen señas de identidad. Estos objetivos, es decir, el fomento de un efecto estilístico personal en busca de impacto y la creación de una jerga identificativa, son posibles causas de la actual vitalidad de -érrimo, así como de su fuerza ilocutiva y de los efectos pragmáticos que causa su uso. Es en este punto donde cobra especial importancia describir los contextos de uso de -érrimo. En consecuencia, los siguientes apartados se dedican a profundizar sobre ello.
4. La variación estilística en redes sociales digitales
El informe de Wearesocial con Hoosuite7 destaca que 450.000.000 de seres humanos tienen acceso a Internet. Es más, la media de uso por día es de seis horas y cuarenta y tres minutos. Los datos en cuanto a redes sociales y otras plataformas son muy reveladores: YouTube tiene dos mil millones de usuarios, en Instagram se suben 95 millones de fotos y vídeos cada día y en Twitter hay 326 millones de personas activas cada mes. Queda claro pues que gran parte de la población mundial o consulta o produce mensajes digitales.
La producción escrita en ese ámbito digital ha colaborado al cambio lingüístico y al desarrollo de jergas (McCulloch 2019). Esta variación que se produce es principalmente estilística pues se dice lo mismo, pero con unos rasgos condicionados por el contexto y por los subcódigos. De hecho, existe una netiqueta8 específica de cada plataforma que necesita ser descrita para poder ser posteriormente explicada y enseñada/aprendida.
Dentro de esas nuevas características que desarrolla el español en Internet, la ciberhabla (o estilo digital o netspeak, según la terminología que se emplee; Yus 2010; Mancera Rueda 2014) de las redes sociales es especialmente característica. Así, Hernández Miravete (2015) analiza la creación morfológica de usos en Twitter, entre ellos el intensificador puto-, el (mayor) empleo de sufijos como -eo para crear neologismos como petardeo o fangirleo o el fuerte uso de en plan o rollo. Cantamutto y Vela Delfa (2019) profundizan en la interpretación de los emojis y Reyes Molina (2018) lo hace sobre los memes. Este tipo de trabajos es trascendental porque los usuarios de la Red están expuestos a un nuevo género discursivo con sus normas y características que deben saber comprender y que, si se identifican como parte de la comunidad de habla que lo emplea, incorporarán a sus hábitos.
El hecho de poder decodificar esos mensajes intencionados directos e indirectos en redes sociales, incluidos memes y emojis, es parte también de la competencia comunicativa digital de un hablante. Cuando un usuario domina el código se convierte en parte de una comunidad de habla y su forma de usar el idioma le incardina en un sociolecto. Mancera Rueda (2016) analiza los usos ortográficos en Twitter, Facebook y Tuenti con un enfoque de dos vertientes: la posible violación de las normas por falta de competencia y la violación de la norma con fines identitarios. Esto se debe a que se emplean ciertos rasgos, en este caso de ruptura de la ortografía convencional, como señal de una marca grupal, “como una muestra de que el internauta está al tanto del peculiar subcódigo comunicativo vigente en las redes sociales” (Mancera Rueda 2016: 25).
Sobre esta cuestión nos parece especialmente relevante la aportación realizada por De Benito Moreno y Estrada Arráez (2018), quienes estudian la variación lingüística en interacciones digitales. En especial prestan atención a la elisión de la -d- intervocálica, a las fórmulas de tratamiento en plural, al uso no referencial de ello, a la pluralización de haber existencial y al uso coloquial de -érrimo. Su análisis parte de dos corpus que incluyen textos monológicos digitales y publicaciones en redes sociales. Su estudio abarca tanto el español de España como el de Latinoamérica. Este trabajo confirma la intuición que habíamos tenido al plantearnos esta investigación: cierta vitalidad de este sufijo con bases que no le corresponden según la descripción tradicional. Esta tendencia ya atestiguada por la rae y asale 2014 parece que se sostiene en el tiempo. En su corpus, las autoras trabajan con 34 adjetivos distintos que han documentado en combinación con -érrimo en uno de los dos corpus: guapo, bueno, enorme, grande, majo, mono, malo, brutal, tope, adorado, amigo, bruto, caluroso, chungo, cojonudo, crudo, cuqui, épico, filtrado, fresco, genial, gordo, hermoso, ilustre, lento, mucho, naco, puto, querido, recomendado, rico, roto, sensual y viejo. No obstante, ellas mismas señalan que el mayor índice de recurrencia lo presentan guapo, bueno y enorme. Otro resultado importante de esta investigación es que se constata una mayor presencia en España y México y su total ausencia en Argentina, hecho que “parecería indicativo de que los argentinos no emplean -érrimo como recurso coloquial en los contextos que sí lo hacen los mexicanos y los españoles” (De Benito Moreno y Estrada Arráez 2018: 111). En su búsqueda en el segundo corpus documentan 88 bases diferentes entre las que destacan guapo, bueno y último.
Así pues, parece ser que la revisión bibliográfica proporciona una respuesta afirmativa a nuestra pregunta de investigación sobre si -érrimo posee una nueva vitalidad. De Benito Moreno y Estrada Arráez (2018) la constatan en su análisis del español usado en redes sociales. Esta situación puede venir dada, como señalan las propias autoras, por la influencia del español coloquial en la comunicación mediada por ordenador y también por el efecto de seña de identidad en que se convierten ciertos usos como ya hemos mencionado. A este aspecto dedicamos el siguiente apartado.
5. El español coloquial en contextos digitales
Siguiendo a Briz (1998), el lenguaje coloquial sería aquel empleado en el habla espontánea, sea cual sea el nivel de uso que se haga de él. Se trata de un registro propio de la oralidad, pero también latente en el discurso escrito (Briz 1996) y que se caracteriza por ser un lenguaje en el que abunda un gran número de interjecciones, locuciones, elipsis, enunciados simples, unidades fraseológicas, expresiones disfemísticas, así como elementos intensificadores y atenuadores con los que el hablante intenta que su comunicación sea lo más efectiva posible. Dicho empleo de intensificadores enmarca el aumento de uso de -érrimo en los contextos digitales de registro coloquial y con tintes de oralización.
De hecho, en el caso de las redes sociales y blogs, se destaca el uso generalizado del registro coloquial y de un estilo de redacción informal. Ello se debe a la situación de inmediatez o cercanía comunicativa en la que se enmarca ese tipo de discurso (Koch y Oesterreicher 2007; Briz 2012). Así pues, los hablantes aprovechan el contexto virtual del aquí y del ahora para dotar a sus mensajes de funciones apelativas y expresivas (Mancera Rueda y Pano Alamán 2013). Es por ello que Sanmartín Sáez (2007) denomina este tipo de mensajes conversación escrita y Yus (2010) habla de este género discursivo como texto escrito oralizado.
En estos mensajes escritos se observan, pues, estrategias como la correspondencia entre rasgo prosódico y signo ortográfico, el empleo de términos disfemísticos y argóticos, el uso de enunciados breves, oraciones suspendidas y la ruptura de las normas ortográficas, gramaticales y sociales. De hecho, Mancera Rueda y Pano Alamán (2013) defienden que el ambiente distendido del contexto de las redes sociales fomenta la economía del lenguaje y la transgresión de las reglas formales de la comunicación. Asimismo, es interesante destacar la función pragmática del lenguaje coloquial en las redes sociales, ya que, de acuerdo con Briz (2016), los rasgos lingüísticos de este tipo de discurso reflejan la identidad social del endogrupo, o comunidad de práctica, y refuerzan los lazos sociales entre los miembros.
Asimismo, en esta revisión bibliográfica del uso del español coloquial en redes sociales se constata que el uso de los elementos intensificadores es uno de sus rasgos más característicos (Mancera Rueda 2009). Dentro de este aspecto se incluiría el uso de -érrimo en redes sociales con el fin de enfatizar el acto ilocutivo y oralizar el discurso (De Benito Moreno y Estrada Arráez 2018). Además, no descartamos que la justificación de la vitalidad de este sufijo sea la configuración de una identidad propia como bloguero, columnista o escritor.
Una vez presentado el origen -érrimo y su caracterización en la literatura científica, consideramos conveniente profundizar más en su comportamiento actual a través del análisis del corpus, elaborado ad hoc, que a continuación se presenta.
6. Corpus
Como hemos podido constatar de manera intuitiva y también a través de la revisión bibliográfica, -érrimo presenta cierta vitalidad actual, principalmente en el español de España y México, como apuntan De Benito Moreno y Estrada Arráez (2018). Dicha vitalidad se refleja especialmente en redes sociales y en contextos digitales por influencia del registro coloquial y la oralización que presenta este tipo de género textual.
Para poder hacer una descripción morfológica y pragmática de su comportamiento actual y para tener en cuenta si los neologismos creados son expresivos o denominativos, qué tipos de bases seleccionan y qué aspectos pragmáticos conllevan los eductos creados, hemos elaborado un subcorpus ad hoc.
Para elaborar el listado de ejemplos analizados hemos revisado el corpus CdE:Now que contiene más de siete mil millones de palabras procedentes de prensa y magacines desde 2012 a 2019 y hemos seleccionado solamente los procedentes de España9. En total son 26 eductos los recogidos (véase tabla 1).
Número de ocurrencias del español de España | ||||
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Ejemplo | |
Guapérrimo | 34 |
1 | 1 | El guapérrimo intérprete Noah Centineo podría ser el próximo en enfundarse en en unas mallas ajustadas y atarse al cuello una capa kilométrica ( |
Monérrimo | 8 |
1 | - | Chica guapérrima conoce a chico monérrimo. Y fueron felices comiendo perdices ( |
Buenérrimo | 4 | - | - | Tenía delante ni más ni menos que a el buenérrimo de Christian Bale - madre de el amor her-mo-so ( |
Tristérrimo | 3 | - | - | Affleck en su momento o Pine en un personaje como el de Ryan me parece tristérrimo y de una falta de miras muy, muy preocupante ( |
Estupendérrimo | 3 | - | - | Estudiar para ser la señora diva que es hoy en día, pero me parece estupendérrimo que se haya dado cuenta de que estas cosas son importantes, y más aún ( |
Número de ocurrencias del español de España | ||||
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Ejemplo | |
Cachondérrimo |
2 | - | - | Coña de que nos cae un poco peor alguna celebritie cuando se liga a un cachondérrimo, pero siempre dentro de el humor que nos caracteriza y desde el respeto ( |
Excelentérrimo | 2 |
- | - | Excelentérrimo, Forges (Zendalibros.com, 27-2-2018) |
Queridérrimo | 2 | - | - | Resulta que Kate Hudson, tras separarse de mi queridérrimo Matt Bellamy ( |
Tontérrimo | 2 | - | - | Una frase entera formando una sola palabra e incluso se las inventaba “Tontérrimo”, “sociata” ( |
Saladérrimo | 1 | - | - | No me digáis que no era saladérrimo ( |
Puntualérrimo | 1 | - | - | Lenguaje (de nuevo, con sana vocación chorra) de informe puntualérrimo (el narrador, advierte haber tocado "cierto fondo"), la fauna humana de oficinistas ( |
Progresistérrimo | 1 | - | - | Pero ¿y si en realidad a nuestro progresistérrimo ministro de (in) Justicia se le hubiera "ido la mano" ( |
Peligrosérrimo | 1 | - | - | La energía nuclear es una apuesta por el riesgo de accidente peligrosérrimo, que aún se acentúa más cuando es una central muy envejecida ( |
Número de ocurrencias del español de España | ||||
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Ejemplo | |
Modernérrimo | 1 | - | - | Menos mal que tenemos a artistas guapérrimos y modernérrimo como el actual Vicerrector de Cultura de la Universidad Politécnica, José Luis Cueto Lominchar ( |
Injustérrimo | 1 | - | - | La disidencia de salón estaba muy cómoda clamando al cielo por el injustisérrimo elefante como para no mirar con escepticismo a este argumento ( |
Malérrimo | 1 | - | - | En In Touch dan detalles sobre lo malo malérrimo que es Blake, ¡qué te la! ( |
Majérrimo | 1 | - | - | El punto adorable lo pone Ed Sheeran, que me parece majérrimo con sus greñas pelirrojas y esas gafas enormes ( |
Limpérrimo | 1 | - | - | Pero en cuanto el nivel graso de el cuero cabelludo se equilibra, el pelo queda limpérrimo y muy sano ( |
Jovencérrimo | 1 | - | - | En esta especialmente todo el mundo lleva una ropa y pelos horribles, de los que sólo se libra un jovencérrimo Benicio del Toro ( |
Famosérrimo | 1 | - | - | Y es que fue el último proyecto de Hugh Laurie antes de convertir se en el famosérrimo Doctor House ( |
Número de ocurrencias del español de España | ||||
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Ejemplo | |
Dulcérrimo | 1 | - | - | Serie mítica y nostálgica donde la haya, protagonizada por un dulcérrimo Fred Savage en el papel de Kevin Arnold ( |
Deliciosérrimo | 1 | - | - | ¡Si se podía rayar chocolate en esos abdominales! Así que entre que Gerard no va a salir, y tampoco mi espartano favorito, el deliciosérrimo Michael Fassmember, no sé yo si Rodrigo Santoro en modo Xerxes julandrón total será suficiente gozo… ( |
Cutrérrimo | 1 | - | - | Michelle Gellar a la TV no ha podido ser más desastroso. Encumbrada desde su cutrérrimo piloto como La Serie Basura Que Tienes Que Ver,'Ringer' se ha (...) ( |
Cuquérrimo | 1 | - | - | y en la que la pequeña Angie era el angelín que asomaba bajo un cuquérrimo sombrero de paja rosa ( |
Crudérrimo | 1 | - | - | A pesar del realismo crudérrimo, a pesar de la sordidez, a pesar de este Madrid un poco ingrato donde hemos dejado el campamento ( |
Chanantérrimo | 1 | - | - | De esta concatenación de gags en torno a el acoso inmobiliario lo único memorable es su chanantérrimo título, Zafarrancho en el rancho ( |
7. Análisis y resultados
A continuación, se presenta un análisis de los eductos acuñados con -érrimo constatados en el corpus y a través de los cuales se ofrece un análisis morfológico, semántico y pragmático.
7.1. Comportamiento morfológico de -érrimo
De entre todos los derivados atestiguados en el corpus CdE:Now todo apunta a que los más difundidos en el uso son guapérrimo, monérrimo, buenérrimo, tristérrimo y estupendérrimo. Esto coincide parcialmente con las apreciaciones de De Benito Moreno y Estrada Arráez (2018) que señalaban que los más recurrentes en sus corpus eran guapo, bueno, último y enorme, pero destacaban guapo y bueno por encima de los demás.
Estas autoras documentan, procedentes de España y Latinoamérica, un total de 88 eductos en un corpus y 34 en otro, y nosotras hemos seleccionado 26 del corpus CdE:Now procedentes de España. En consecuencia, todo parece indicar que -érrimono se comporta como un sufijoide obsoleto y fosilizado que solo selecciona bases cultas latinas, por lo que podemos afirmar que presenta una vitalidad moderada en el español actual coloquial. Con ello contestamos a la primera pregunta de investigación.
En cuanto a la tipología formal de las bases seleccionadas, podemos afirmar, respondiendo a la tercera pregunta de investigación, que en las formaciones del español coloquial actual no es necesario que haya una -r final, —ni siquiera cuando estas tienen carácter culto, como ya se ha explicado—. En otras palabras, el patrón de creación descrito en las gramáticas no se ha replicado. Del total de 26 formas documentadas en España en el CdE:Now, ninguna base presenta -r final15. De hecho, sí que es posible afirmar que hay cierta preferencia por bases bisilábicas, llanas y terminadas en vocal. Esto destaca especialmente entre las más usadas en España: guapo, mono, bueno, triste. En los corpus de De Benito Moreno y Estrada Arráez (2018) también guapo y bueno son las más empleadas. Se suman, no obstante, bases de tres sílabas: último y enorme, en su caso; estupendo, en el nuestro. En el español de España solamente se documentan bases adjetivas, pero en el español de América aparecen sustantivos16. Este fenómeno, que es todavía más peculiar, merece un artículo de investigación aparte.
De entre las bases parece apreciarse la preferencia por adjetivos calificativos17 (guapo, bueno y triste). En este sentido, guapérrimo es el único que se documenta en el CdE:Now, en el CORPES XXI y en el crea, que es, en realidad, el que presenta mayor número de ocurrencias también en Google18. Es posible apuntar, por ello, que esta forma tiene mayores visos de permanecer en la lengua, porque además su primer testimonio en el CREA ya cuenta con 27 años de antigüedad:
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(1) Era tan guapo y seguro... guapérrimo decían algunas que habían sido sus maestras (1993, Por la calle de los anhelos, Hayen, J. México)
Curioso es que incluso esté recogido en el diccionario en línea de español-inglés de Oxford19 como adjetivo masculino empleado en México, dicho de un hombre “[hombre] Que es muy atractivo”, sobre todo por las normas de predecibilidad que lleva a los diccionarios a no recoger los eductos apreciativos, salvo que haya un proceso de lexicalización. Más llamativo es aún que lo describa como adjetivo sin variación, porque si buscamos guapérrima en Google (01/10/2019) encontramos 109.000 resultados, que son más del triple de ocurrencias que para la forma masculina.
En cuanto al proceso de adición del sufijo es posible describir la eliminación de la vocal de la base: mono > [mon (-o) + -érrimo]. Merecen especial atención los casos de limpio y joven. En el caso de limpérrimo se toma como base la forma no diptongada al estilo de doblete con formas cultas y en el caso de joven se añade un interfijo: jovencérrimo, al estilo de cafecito.
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(2) En cuanto el nivel graso del cuero cabelludo se equilibra, el pelo queda limpérrimo y muy sano. Sin químicos que agredan ni dejen residuos. (El País.com, 31-7-2015).
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(3) En esta especialmente todo el mundo lleva una ropa y pelos horribles, de los que sólo se libra un jovencérrimo Benicio del Toro (Vanity Fair, 31-7-2015)
En cuanto a si es posible determinar hasta qué punto estos neologismos son denominativos o expresivos, a pesar de que esta polarización es un tanto artificial (Estornell Pons 2009), sí que es posible apuntar que ciertas creaciones forman parte del estilo propio de algunas periodistas e incluso medios. Esto se debe también al registro coloquial del que se hace uso en los discursos digitales, , que se caracterizan por una fuerte oralización. En la mayoría de los casos del corpus se constatan ejemplos provenientes de comentarios de lectores a noticias, entradas de blogs, columnas de opinión, etc., con un fuerte tenor interpersonal que apela a los receptores y cuyos campos están relacionados con temas como moda, cine, música, etc., principalmente.
Destaca el uso recurrente que se hace del sufijo -érrimo en la publicación digital PopRosa, ya que, de los cuatro ejemplos documentados para buenérrimo todos pertenecen a esa web de comentario de la vida social. En particular lo utilizan mucho las blogueras Audrey (@Audrey_) y Kaoru (@Kaoruki), aunque es esta última en concreto la que más los usa —y también deliciosérrimo, queridérrimo, majérrimo y malérrimo—. No es posible afirmar que esas creaciones sean suyas20, pero sí que como mínimo es un ejemplo de hablante que percibe esa vitalidad21 y efectos pragmáticos de intensidad más fuerte de -érrimo por encima de las de -ísimo22. De hecho, especulamos con que -érrimo parece haber ocupado el espacio semántico de la intensidad máxima en la escala situándose por encima de -ísimo: guapo, muy guapo, superguapo, guapísimo, guapérrimo.
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(4) O más bien alguno menos desde que anunciamos que la pareja formada por el buenérrimo de Jensen Ackles y su santa (y envidiadísima) esposa, Danneel Harris (PopRosa, 7-6-2013)
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(5) ¡Si se podía rayar chocolate en esos abdominales! Así que entre que Gerard no va a salir, y tampoco mi espartano favorito, el deliciosérrimo Michael Fassmember, no sé yo si Rodrigo Santoro en modo Xerxes julandrón total será suficiente gozo (PopRosa, 23-8-2012)
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(6) El punto adorable lo pone Ed Sheeran, que me parece majérrimo con sus greñas pelirrojas y esas gafas enormes (PopRosa, 3-12-2013)
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(7) Ha pillado más que de sorpresa. En In Touch dan detalles sobre lo malo malérrimo que es Blake, ¡qué te la! (PopRosa, 23-7-2015)
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(8) Y es que resulta que Kate Hudson, tras separarse de mi queridérrimo Matt Bellamy, ha vuelto al mercado amoroso y su elegido no sería otro que... ¡Nick Jonas! (PopRosa, 30-9-2015)
En el mismo caso de un educto que es especialmente atestiguado en una publicación se sitúa monérrimo, que es empleado con fruición por la bloguera que habla sobre moda, Charlie (@charliemasdeu). En este caso, como en el anterior, estas publicaciones tienen un fuerte componente de oralización, así como en otros muchos de los casos documentados que son comentarios informales a noticias, respuestas de blogs, etc.
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(9) ¿Cómo? Con un traje-short de lo más monérrimo (Trendencias.com, 24-9-2013)
En el caso de tontérrimo y estupendérrimo parece atribuirse la creación y difusión a Forges, como apuntan Ochoa de Olano (La Rioja.com, 1-3-2018)23 o Alex Grijelmo (El País.com, 10-3-2014)24.
En suma, desde el punto de vista de la vitalidad de -érrimo es posible afirmar mediante la revisión bibliográfica y los corpus revisados que presenta una capacidad real en español actual en el registro coloquial. Este fenómeno se ve especialmente recogido en publicaciones digitales como blogs de diarios o revistas cuyo discurso se presenta muy oralizado. Por otro lado, hemos percibido que su significado parece situarse en el polo máximo de la escala de intensificación (Albelda Marco 2007), percibiéndose como un grado más que el sufijo -ísimo, es decir, no serían equivalentes semánticamente: guapo, muy guapo, superguapo, guapísimo, guapérrimo. No obstante, convendría realizar un estudio lingüístico cognitivo sobre este aspecto para poder confirmar nuestras especulaciones que, de hecho, ya hemos comenzado a elaborar. Desde el punto de vista morfológico es posible apuntar que en la creación vernácula las bases son adjetivos calificativos, con prevalencia de los bisílabos y sin -r final. No obstante, hay eductos trísílabos e incluso cuatrisílabos, así como algunos casos esporádicos en el español de algunos países americanos donde la base es un sustantivo. De entre todos los derivados es posible constatar cierta prevalencia de guapérrimo y buenérrimo: es de esperar, por tanto, que su uso sea el más consolidable. La inclusión lexicográfica de estos adjetivos intensificados no parece ajustarse a los principios de lematización, pues al ser apreciativos se puede deducir con claridad su significado.
7.2. Efectos pragmáticos del uso de -érrimo
El valor intensificador de -érrimo ya fue descrito en las gramáticas de Marcos Marín (1980) y Hernández Alonso (1986). Así, al igual que -ísimo, -érrimo actuaría con un valor de superlativo absoluto con el objetivo de enfatizar el mensaje comunicativo. De acuerdo con Briz (2017: 52-53), el hablante intensificaría el discurso con la intención de “dar credibilidad, certeza o verosimilitud a lo que dice y para lograr la atención o aceptación del otro”.
En particular, Briz (2017: 41) propone que existen tres funciones básicas al respecto: Auto-reafirmativa, Alo-reafirmativa y Contra-reafirmativa. De este modo, cuando el hablante refuerza lo dicho, su argumentación, y protege su propia imagen, nos encontraríamos con una función auto-reafirmativa. Por su parte, la función alo-reafirmativa supone que el hablante reafirma al otro, por lo que sería un uso de cortesía valorativa. Por último, si el hablante emplea la intensificación con una función contra-reafirmativa, este estaría reforzando argumentativamente su posición, la cual sería contraria a la de su interlocutor. Por otra parte, Hidalgo (2011) y Linares Bernabéu (2019) han evidenciado el valor humorístico de la intensificación. En concreto, en nuestro corpus se ven claramente reflejadas las funciones auto-reafirmativa, alo-reafirmativas y humorísticas del sufijo -érrimo. Ello queda claramente ejemplificado en las siguientes muestras extraídas del corpus, en las que los hablantes reflejan también con su uso un estilo personal e identificativo.
En este primer fragmento que citamos del fragmento (10), observamos cómo el hablante emplea el sufijo -érrimo para intensificar el valor del adjetivo “crudo” y, así, enfatizar la fuerza ilocutiva del mensaje y promover un efecto de veracidad. En este caso, la intensificación está al servicio del hablante, quien emplea también otros elementos lingüísticos de la intensificación como la repetición para auto-reafirmar su postura y proteger su imagen.
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(10) A pesar del realismo crudérrimo, a pesar de la sordidez, a pesar de este Madrid un poco ingrato donde hemos dejado el campamento (El Español.com, 25-10-2018)
Asimismo, en el ejemplo (11), extraído de la revista Pop Rosa, observamos cómo el hablante recurre al sufijo -érrimo con un valor superlativo (deliciosérrimo) en aras de reafirmar las cualidades físicas del actor Michael Fassbender, es decir, con una función alo-reafirmativa. En general, se trata de un fragmento en el que abundan los elementos lingüísticos de intensificación (Albelda Marco y Briz Gómez 2010: 242), como la hipérbole en la oración exclamativa introductoria “¡Si se podía rayar[sic] chocolate en esos abdominales!”, el lenguaje metafórico y los adjetivos calificativos valorativos como “espartano” o “julandrón”.
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(11) ¡Si se podía rayar[sic] chocolate en esos abdominales! Así que entre que Gerard no va a salir, y tampoco mi espartano favorito, el deliciosérrimo Michael Fassmember [sic], no sé yo si Rodrigo Santoro en modo Xerxes julandrón total será suficiente gozo (PopRosa, 23-8-2012)
Por su parte, en el siguiente ejemplo (12) se aprecia el valor humorístico del sufijo -érrimo, ya que sus rasgos de registro culto contrastan con el registro informal del mensaje, escrito en un medio digital, como es Trendencias.com. El efecto cómico surge, en este caso, cuando el lector o lectora utiliza su conocimiento enciclopédico y observa, a través de los adjetivos guapérrima y monérrimo, una diferencia de registro en relación con el uso habitual en este tipo de género discursivo. Además, el remate que desencadena el humor sería la paremia: “Y fueron felices y comieron perdices”, otro de los recursos habituales en el humor verbal (Ruiz Gurillo 2014).
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(12) Chica guapérrima conoce a chico monérrimo. Y fueron felices comiendo perdices (Trendencias.com, 11-2-2014)
Finalmente, además del valor intensificador y humorístico de -érrimo, hemos identificado un valor también irónico, como se refleja en la siguiente muestra (13). Así, en el primer ejemplo, extraído de un diario digital, observamos cómo el hablante muestra una actitud disociativa con respecto al enunciado (Yus 2016) para mostrar su postura negativa hacia el Vicerrector de Cultura. Si existe un conocimiento compartido y el interlocutor conoce a la figura de José Luis Cueto Lominchar, este será capaz de inferir la ironía en el mensaje. En este contexto, el sufijo -érrimo actuaría como un tipo de indicador irónico cuantificador (Ruiz Gurillo 2010), con el que se subvierte el valor intensificador del adjetivo al que acompaña (Albelda Marco y Mihatsch 2017: 11).
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(13) Menos mal que tenemos a artistas guapérrimos y modernérrimos como el actual Vicerrector de Cultura de la Universidad Politécnica, José Luis Cueto Lominchar (Valencia Plaza.com, 7-7- 2017)
De igual modo, el fragmento de El Diario.es (14) refleja de igual modo cómo el hablante expresa su actitud disociativa mediante el uso de la ironía humorística cuando realiza una pregunta retórica con valor epistémico y se refiere al ministro de justicia como progresistérrimo. Además, la ironía del mensaje refleja una evaluación negativa, no solo a través del adjetivo apreciativo, sino también mediante el prefijo (in) para desautomatizar el sustantivo compuesto Ministro de Justicia. Por último, la unidad fraseológica irse la mano empleada al final del fragmento evidencia la coloquialidad del registro de este tipo de género textual.
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(14) ¿y si en realidad a nuestro progresistérrimo ministro de (in) Justicia se le hubiera “ido la mano” (El Diario.es, 16-7-2014)
En definitiva, por medio del análisis pragmático de los distintos valores y funciones de -érrimo, hemos visto que el uso de este puede servir para intensificar el discurso con la voluntad de reforzar la imagen tanto del hablante como del interlocutor y realizar, en este último caso, un ejercicio de cortesía valorativa. De igual modo, se han examinado los usos humorísticos e irónicos de este sufijo y se ha constatado cómo la intensificación puede estar también al servicio del humor. De hecho, hemos corroborado que elementos lingüísticos intensificadores como -érrimo actúan como indicadores irónico-humorísticos. Sin duda, el carácter culto del sufijo -érrimo da pie a que, en contextos coloquiales, los hablantes jueguen con la formación de palabras con el fin de producir un efecto cómico o distanciarse del enunciado de forma irónica.
8. Conclusiones
La neología es un mecanismo natural de las lenguas para adaptarse a las necesidades de los hablantes y esta puede darse a través de diferentes mecanismos. En este artículo hemos analizado el comportamiento morfológico, semántico y pragmático del sufijo -érrimo que en las gramáticas está descrito como obsoleto o incluso como no productivo en español. No obstante, dada la vitalidad percibida intuitivamente por las investigadoras, así como el uso documentado en contextos digitales, hemos procedido a describir su comportamiento actual.
Es posible afirmar que su uso está incardinado en el registro coloquial y con fuertes matices de oralización del discurso, propio de las redes sociales, columnas de opinión o blogs, donde se emplea con frecuencia. El significado de -érrimo parece situarse en el polo máximo de la escala de intensificación (Albelda Marco 2007), consiguiendo un grado más que el sufijo -ísimo, es decir, no serían equivalentes semánticamente. Así pues, consideramos necesario estudiar este aspecto en futuros trabajos de investigación, desde la lingüística cognitiva, para confirmar o refutar la hipótesis de que -érrimo ha alcanzado semánticamente, en el español coloquial, un grado superior: guapísimo < guapérrimo.
Desde el punto de vista morfológico es posible apuntar que en la creación vernácula las bases son adjetivos calificativos generalmente, con predominancia de los bisílabos y sin -r final. No obstante, hay eductos trísílabos e incluso cuatrisílabos, así como algunos casos esporádicos en el español de algunos países americanos donde la base es un sustantivo (chocolatérrimo). De entre todos los derivados es posible constatar cierta predominancia de guapérrimo y buenérrimo; así pues, es de esperar que su uso se consolide y alcance mayor difusión.
La inclusión lexicográfica de estos adjetivos intensificados no parece ajustarse a los principios de lematización pues, al ser apreciativos, se puede predecir su significado.
Desde el punto de vista pragmático, se ha evidenciado el valor intensificador, humorístico e irónico que tiene el sufijo -érrimo en el español coloquial del siglo XXI. En concreto, hemos identificado una función alo-reafirmativa con la que el hablante emplea este sufijo superlativo para reafirmar la imagen y posición de su interlocutor y, de este modo, estrechar lazos con él. Por otra parte, el valor lúdico de -érrimo se justifica en relación con la variación y contraste de registro que se produce al ser introducido en contextos cotidianos e informales. Finalmente, nos parece de especial interés destacar el uso irónico con el que el hablante invierte su valor superlativo y muestra una disociación con respecto a lo dicho.
En conclusión, esta investigación ha confirmado que el empleo de -érrimo en la actualidad viene motivado por la oralidad de ciertos géneros digitales. Su uso se derivaría principalmente de la voluntad del hablante por mostrar un estilo de escritura propio cercano a la oralidad, enfatizar la fuerza ilocutiva de su mensaje, ya sea para fines corteses o humorísticos.
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Zieliński, Andrzej. 2015. Sobre el proceso de lexicalización de las fórmulas honoríficas con el sufijo -ís(s)imo en español. Anuari de Filologia. Estudis de Lingüística 5, 1-18. https://doi.org/10.1344/AFEL.2015.5.1.
Notas
1
Consideramos sufijos apreciativos con el valor de gradación superlativa a -ísimo y -érrimo, ya que designan la cualidad del adjetivo “en su grado más alto o intenso” (Varela Ortega 2005: 48).
2
Para más detalles sobre la vitalidad de -ísimo en el siglo XX se puede consultar el trabajo de Lara Bermejo (2018).
3
Romero Gualda (1989: 64) señala que los sufijos formados con -érrimo son pocos y “están en retroceso ante las formas populares en -ísimo”.
4
Este autor estudia el superlativo ilustrís(s)mo en documentos no ficcionales provenientes del corpus CORDE y comprueba que en los textos decimonónicos se observa una “notable regresión de las formas honoríficas” (Zieliński 2015: 3).
5
Curiosamente en rae (1924: 31) se considera este superlativo “muy abundante”.
6
El grado de predecibilidad es uno de los factores que Almela Pérez (1999: 43) considera como indicador de la productividad. Este autor entiende por productividad “la capacidad de un elemento (mecanismo, afijo, esquema compositivo, regla, tipo, etc.) para generar nuevas palabras”, es decir, “su grado de disponibilidad para la formación de unidades léxicas derivadas”.
7
https://cutt.ly/TfI0soB (26/10/2019).
8
Siguiendo la línea de King y Alperstein (2015: 93), consideramos que existen unas reglas específicas para las interacciones en línea: n(etwork)-etiquette, en español, netiqueta.
9
Se revisó el corpus corlec completo en UTF8 actualizado (http://www.lllf.uam.es/ESP/Corlec.html), pero solo se constataron eductos de base latina.
10
Se han eliminado los ítems que son un error de tipografía, por ejemplo, papérrimo* por paupérrimo.
11
Ocupa el séptimo lugar de frecuencia y es el primero de base no latina.
12
Ocupa el decimocuarto lugar de frecuencia.
13
Con 248 ocurrencias en Google.
14
En el texto original hay una errata de escritura pues es un comentario a una noticia y la forma original es execelentérrimo*, que no tiene sentido en el contexto. Por eso el ejemplo que ofrecemos es el único que no pertenece al corpus CdE:Now.
15
En los corpus de De Benito Moreno y Estrada Arráez (2018) tampoco.
16
Por ejemplo, chocolatérrimo o uribérrimo derivado de Álvaro Uribe.
17
En el listado de palabras más frecuentes del crea guapo tiene la posición 9392; triste, la 2142; bueno, la 465.
18
17.400, por las 7080 de buenérrimo o las 1430 de tristérrimo (01/11/ 2019).
19
https://www.lexico.com/es/definicion/guaperrimo
20
Por ejemplo, la primera documentación que hemos sido capaces de encontrar en Google para malérrimo es de 2004: https://enunabaldosa.com/2004/07/10/cruz-arnold/.
21
En comunicación personal con la periodista @Kaoruki nos ha contestado que: “El uso de ese sufijo es deliberado y consciente y responde a esa búsqueda de un tono coloquial, entretenido y en cierto modo entrañable y quizá algo infantil, porque en general el despellejo cruel que se suele ver en este tipo de sites no encajaba con mi estilo. El superlativo tradicional tiene una implicación más seria y correcta y, en este caso, me tomaba la licencia de recurrir al -érrimo como alternativa más distendida y juguetona” (20/10/2020).
22
De hecho, es curioso que en Facebook hay una página (ya obsoleta) que se llamaba “Inventar adjetivos terminados en -érrimo: malérrimo, tontérrimo, guapérrimo”, esto es, que los propios hablantes del español han percibido esta vitalidad anómala: https://www.facebook.com/errimo/ (20/10/2020).
23
https://www.larioja.com/gente-estilo/bocata-muslamen-tonterrimo-20180223003955-ntvo.html
24
https://elpais.com/elpais/2014/03/06/eps/1394133801_099349.html
ISSN: 0210-377X
Vol. 49
Num.
Año. 2022
El revival del sufijo -érrimo
MARÍA DEL CARMEN MÉNDEZ SANTOS, ESTHER LINARES BERNABÉU
Universidad de Alicante, IULMA, Universitat de València
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