1. INTRODUCCIÓN
Los marcadores del discurso (de ahora en adelante MD) han sido ampliamente estudiados (; ; ; ; ; ; ; ; ) y pueden ser definidos operativamente como elementos lingüísticos invariables y extraproposicionales que quedan fuera del ámbito oracional. Sus funciones principales son (1) conectar el discurso (mediante mecanismos de cohesión y coherencia textuales, orientando las inferencias dadas en la comunicación o estructurando el discurso); (2) mostrar la interacción social; y (3) modalizar. Respecto a las características prosódicas, se asume que los MD aparecen limitados por pausas y sus realizaciones entonativas guardan relación con sus funciones discursivas. No obstante, estas ideas han sido cuestionadas o confirmadas en estudios estrictamente prosódicos (; Dorta y Domínguez , ; ; Hidalgo , ; ; , entre otros).
Esta investigación tiene como objetivo aportar nuevos datos sobre la interfaz MD-prosodia en conversaciones coloquiales a partir del caso concreto de entonces. Este marcador cuenta con reseñables trabajos pragmáticos y prosódicos con resultados dispares entre sí. En consecuencia, describimos de manera exhaustiva el marcador discursivo entonces y arrojamos nuevos datos en el estudio pragmaprosódico de los MD a partir del análisis de su realce en el discurso, de su posición en las unidades de habla y de las características acústicas asociadas a sus valores discursivos.
Los resultados muestran que entonces aparece mayoritariamente de manera realzada en el discurso con un contorno suspendido. Suele ocupar la posición inicial de acto y la medial de intervención, a excepción de los usos dialógicos. Estos presentan un mayor ámbito discursivo, posiciones iniciales en ambos casos (acto e intervención), una realización tonalmente más aguda y un esquema tonal marcado.
2. SOBRE LA PROSODIA DE ENTONCES
Las principales cuestiones a la hora de investigar la prosodia en los MD son de índole formal, estructural y funcional, esto es, su realce prosódico en el discurso, su papel en un sistema de unidades del habla y la relación que existe entre sus funciones y sus realizaciones prosódicas. En primer lugar, se debate si los MD aparecen realzados prosódicamente en el discurso () o si aparecen habitualmente integrados (). En segundo lugar, se observa el papel de los MD en un sistema segmentación de la lengua hablada (). En tercer lugar, se cuestiona si las funciones de los MD van ligadas a sus realizaciones prosódicas (Hidalgo, ; ; ) o si dicha relación no es siempre clara y exclusiva (Dorta y Domínguez, ).
2.1. El realce prosódico de entonces
En cuanto a la caracterización general de los MD, parece que estos presentan un contorno melódico neutro y con realce prosódico (; ). Respecto al realce, los estudios que siguen una perspectiva diacrónica (; ) afirman que los usos más gramaticalizados de un MD presentan generalmente mayor integración prosódica y pérdida de acento.
Por su parte, el contorno melódico descendente parece ser más propio de los MD con funciones conectivas. Esto los diferencia de los MD interactivos y modales, que tienen una variación entonativa mayor. A pesar de que entonces se trata de un conector, los estudios proponen generalmente un contorno ascendente, aunque existen matizaciones según los autores:
-
- señala que este marcador se caracteriza por tener un tono alto con contorno melódico ascendente (próximo a la anticadencia). Esta idea es recuperada por para explicar su papel conectivo metadiscursivo y su carácter interactivo ().
-
- adscriben entonces a los grupos de refuerzo, cohesión y concatenación y reorientación, que suelen realizarse con contornos ascendentes. describen un contorno ascendente en la precabeza o cabeza o, también, descendente solo en la precabeza del grupo entonativo.
-
- afirma que entonces presenta frecuentemente reducción fónica (57 %) y límite melódico previo (80 %) en el estilo informal. La presencia de límite posterior (60 %) se debe a saltos tonales ligados a finales bajos. La presencia de límite posterior condiciona el esquema, que puede ser ascendente (cuando no existe linde) o suspensivo (cuando sí existe). No obstante, se encuentran fuertes subidas tonales en sentidos contraargumentativos.
-
- Según entonces no suele conformar grupo de entonación autónomo ni reducción fónica.
-
- Dorta y Domínguez (, ) afirman que entonces suele presentar pausa previa y que la posterior es poco significativa. Asimismo, el reajuste es la causa del realce cuando no se da pausa. A diferencia de autores anteriores, que generalmente adscriben un contorno melódico ascendente para entonces, Dorta y Domínguez proponen entre tres y cuatro patrones entonativos para este marcador (suspendido, ascendente-suspendido, ascendente-descendente y descendente).
-
- En la misma línea, observan que en contextos narrativos la pausa es más frecuente que en argumentativos, indistintamente de su función. En un estudio contrastivo, observa que es más frecuente la reducción en la variedad bonaerense que en la valenciana, donde es irrelevante.
En conclusión, la mayoría de los autores apuntan que es significativa la presencia de pausa previa, pero no es tan frecuente la pausa posterior. Por otra parte, parece que el contorno mayoritario es el ascendente, aunque puede haber variación por motivos contextuales y geográficos.
2.2. Entonces y las unidades de habla
Por lo que respecta a la dimensión estructural de la interfaz MD-prosodia, señalan la importancia del estudio de las unidades de habla y la posición de los MD en el discurso, así como su inclusión en los análisis prosódicos de este tipo de partículas. En este sentido, el trabajo de analiza de manera contrastiva las posiciones que pueden ocupar los MD então y entonces en la conversación coloquial. Para ello, toman como referencia el sistema de unidades Val.Es.Co. (; ), que consiste en ocho unidades (discurso, diálogo, intercambio/alternancia de turnos, intervención/turno, acto y subacto), tres órdenes (social, estructural e informativo) y cuatro posiciones (inicial, media, final e independiente), como se ve en la tabla 1:
NIVEL | DIMENSIONES | ||
---|---|---|---|
Estructural | Social | Informativa | |
Dialógico |
Discurso Diálogo Intercambio |
Alternancia de turnos | |
Monológico |
Intervención Acto |
Turno | Subacto |
La intervención es la “unidad monológica máxima estructural, asociada al cambio de emisor y caracterizada por ser o provocar reacciones lingüísticas” (. Una intervención es turno cuando recibe aceptación social, es decir, “siempre que sea reconocida o aceptada por los otros participantes en la conversación” (5). Las intervenciones pueden ser de cuatro tipos, principalmente: iniciativas cuando generan más interacción (Ii), reactivas cuando responden a algo dicho previamente por otro interlocutor (Ir), reactivo-iniciativas cuando reaccionan a algo anterior y también generan habla (Ir-i), e independientes cuando no reaccionan a intervenciones previas ni generan reacciones posteriores, sino que son consecuencia de algún hecho extralingüístico (Iind). En (1) observamos un fragmento en el que se pueden observar intervenciones que constituyen turno (en negrita) y otras que no:
El intercambio supone un nivel superior a la intervención y es la unidad mínima dialógica en el nivel estructural. En cambio, la alternancia de turnos es la sucesión de dos turnos, para lo cual debe contar con la aceptación social de los participantes en la conversación.
Por otra parte, el diálogo se define como una unidad estructural limitada por una intervención-turno iniciativa y una intervención-turno reactiva. Finalmente, el discurso es la máxima unidad dialógica y se reconocen sus límites a partir de un cambio en el acontecimiento comunicativo, motivado por un cambio en el contexto, como el número de hablantes o su relación jerárquica.
Por su parte, el acto es “una unidad estructural monológica, jerárquicamente inferior a la intervención, de la que es su constituyente inmediato; asimismo, es la mínima unidad de acción e intención, que posee las propiedades de aislabilidad e identificabilidad en un contexto dado” (). Se habla de aislable cuando posee fuerza ilocutiva propia y de identificable cuando existen marcas prosódicas (curva melódica completa) y semánticas.
Los subactos son los constituyentes inferiores del acto y se definen en el modelo como “unidad monológica estructural, constituyente inmediato del acto, caracterizada por constituir un segmento informativo identificable, habitualmente, mediante marcas semánticas y prosódicas” (). Se clasifican en subacto sustantivo (SS), si presenta contenido proposicional, y subacto adyacente (SA), si no. Los SS, a su vez, se subdividen en directores (SSD) y subordinados (SSS), según posean mayor carga informativa o sean dependientes, como se puede apreciar en (2):
- (2)
Subactos Sustantivos Director y Subordinado
-
#{SSStiramos to(do) (e)l-SSS} {SSSguardamos to(do) los papeles↑SSS}/// {SSDy ese lo hemos tenido que tirarSSD}#
(, Conversación 29)
Por otra parte, los SA se dividen en textuales (SAT) si organizan y distribuyen el flujo de habla; interpersonales (SAI), si implican la interacción entre hablante y oyente; y modalizadores (SAM), si matizan modalmente el subacto sustantivo al que acompañan. En (3), (4) y (5) se ejemplifican los subactos adyacentes según sean textuales, interpersonales o modalizadores:
- (3)
Subacto Adyacente Textual
#no sé si no te das cuenta de lo que he dicho # #{SAT entonces↑ SAT} estoy hablando y va y el tío se pira #
(, Conversación 29)
- (4)
Subacto Adyacente Modal
#{SAM no sé SAM} {SAM igual→ SAM} -ee- ¿puedes llamarme a las ocho mejor? #
(, Conversación 29)
- (5)
Subacto Adyacente Interpersonal
#me ha llamado {SAI ¿sabes? SAI} #
(, Conversación 1)
Respecto a los subactos, cuestiona la equiparación MD = grupo entonativo = subacto, puesto que los MD, que suelen funcionar como subacto adyacente según este estudio, no suelen aparecer realzados prosódicamente en el discurso. trata de solucionar dicho problema distinguiendo entre conectores, cuando aparecen integrados fónicamente, y marcadores conversacionales, cuando tienen un realce prosódico.
no se centran en la consideración de entonces como subacto, pero observan que este MD puede ocupar distintas posiciones en el marco del acto y de la intervención. Como marcador conclusivo, puede aparecer en el interior de intervención e inicio de intervención reactiva. Por otro lado, como marcador de estructuración conversacional, puede aparecer en posición inicial de acto, en posición inicial de intervención, en posición inicial de diálogo y como señal de continuidad discursiva.
En un estudio estrictamente prosódico sobre entonces, incluyen las unidades del habla del modelo Val.Es.Co. y concluyen que entonces suele ocupar la posición inicial de acto (85,7 %) sin importar su valor y suele formar frase entonativa con el discurso posterior, con el que forma acto. En este sentido, Dorta y Domínguez (, ) y señalan que entonces suele mostrar dependencia con la unidad que introduce, por lo que generalmente presenta posición inicial de unidad. No obstante, han tenido en cuenta la unidad acto para su estudio, pero no precisan qué posición suele ocupar en unidades del nivel dialógico como la intervención.
, en un estudio a partir del corpus sociolingüístico preesea , confirma que este MD suele ocupar la posición inicial en las variedades bonaerense (87 %) y valenciana (76 %). Por otra parte, analiza la conformación de entonces como Subacto Adyacente Textual (SAT) o como elemento integrado en un Subacto Sustantivo. Concluye que la equivalencia entonces = SAT se da cuando une dos frases con modalidades distintas ─usualmente siendo la segunda interrogativa─ y cuando se dan marcas prosódicas y léxicas que diferencien el MD del resto del discurso.
2.3. Los valores discursivos de entonces
Los valores discursivos de entonces han sido tratados en numerosos trabajos (Fuentes Rodríguez , ; ; ; ; ; ; ; , entre otros). Dicho marcador parte de un adverbio temporal que indica un momento exacto extralingüístico, como en (6):
- (6)
Adverbio temporal
A: = yo digo↑/ figuras→/ para allá→/ y nada/ bueno/ entonces sí que tenía yo más aficciones/ ¿no?// peroo que ahora me- me falta un poco comoo-/ como tiempo por decirlo de alguna manera↑ [para =]
(, Conversación 1)
Este uso desarrolla un valor anafórico en el propio discurso. Entonces pasa a designar un elemento temporal mencionado previamente y es intercambiable por “en ese momento”. La diferencia con el uso anterior reside en el tipo de relación que establezca esta palabra: extralingüística (adverbial temporal) o discursiva (anafórico). Este segundo uso ha recibido el nombre de continuativo () o ilativo () y se aprecia en (7):
- (7)
Anafórico
MAESB2J01: diceee bueno pues sígueme y entonces se meten en un cuarto métete ¿qué? ¿en este cuarto?/ sí sí sí se mete en el cuarto arrodíllate ¿que me arrodille?/ sí sí
( cola , Conversación maesb2-03e.htm)
Este valor experimenta un vaciamiento del significado temporal, pero sigue conservando su función anafórica, por lo que algunos autores han considerado incluir este uso en el valor adverbial anafórico (). Este tipo puede ser intercambiable por “en ese caso” y puede participar en construcciones condicionales, como en (8):
- (8)
Condicional
A: = y lo sacas/ peroo si es cosa ya dee/ unn proyecto↑/ que en ese tribunal le gusta o no le gusta↑ pues entonces↑// te lo aprueban o no te lo aprueban dependiendo dee§
(, Conversación 1)
Todos estos usos suponen una referencia hacia un momento o discurso previo. No obstante, entonces ha desarrollado un valor prospectivo de conexión que focaliza en el discurso posterior. Dicho valor puede suponer una relación lógico-argumentativa (), ya sea consecutiva () o conclusiva (), como en los ejemplos (9) y (10); y, también, una relación más conjuntiva () o formulativa para el mantenimiento del turno (), como se observa en (11) y (12):
- (9)
Consecutivo
A: [lo de Ana por ejemplo] fue más visual/ porque eran como figuritas claro ella da a un no- unn una niña de cuantro años/ dee educación especial↓ entonces ella quería a- solamente fomentar colores formas y no sé qué más/ y- yy hmm/ y vestimenta de invierno por [ejemplo bufanda guantes]
(, Conversación 42)
- (11)
Conjuntivo
B: [¿sabes? (RISAS) si lo sentamos en la defensaa] para más balones que tú ///(1,21) y entonces eso ((nada)) al final→ eso con Juli- ¡huy que lo rompo todo! con Julioo con Dani Pérez→ claro todos metiéndose con el pobre↑
(, Conversación 44)
- (12)
Formulativo
A: síi/ y entonces↑ ellos↑/ empezaban→/ digo↑ ahora vosotros poneros a hablar↑/ y intentar decirme algo/ y entonces↑ yo me ponía a gritar con mi hermana→ PORQUE no sé qué no sé cuántos// ¿qué?/ no me enterao de nada de lo habéis dicho/ ¿qué?/ ¿os ha parecido bien?/ ¡no noo!/ claro que no/ no sé→/ y entonces↑ es/ un poco↑ entrarles en- [en- en materia=]
(, Conversación 42)
Por último, entonces desarrolla un valor dialógico a partir del uso conclusivo (), que puede aparecer de distintas formas. habla de partícula modal cuando se omite la apódosis en el razonamiento y el interlocutor debe reconstruirla. plantea una idea semejante cuando usa la etiqueta inferencial en los casos en los que entonces anticipa interrogaciones en las que se pide una explicitación de la conclusión. Dicho valor puede llevar a usos conversacionales tales como la cesión del turno o la introducción de tópico, como en (13):
Así pues, en nuestra investigación partimos de tres funciones básicas que toman algunos valores contextuales y precisos. Dichas funciones son la adverbial ―distinguiendo entre temporal y anafórica―, la conectiva y la dialógica. La distinción entre los dos usos adverbiales se debe al cambio categorial que supone el paso de adverbio a marcador. Como se ha indicado, este uso supone una referencia al discurso previo. Por su parte, el valor conectivo implica la unión de elementos discursivos y, sobre todo, la introducción de un elemento nuevo. Finalmente, el valor dialógico tiene ámbito sobre más de una intervención e introduce la petición de un elemento tal como una conclusión o tópico nuevo.
Por otra parte, entre los trabajos que describen prosódicamente las funciones de entonces, describen este marcador a partir de una serie de funciones (continuativo de progresión narrativa, consecutivo de consecuencia causativa, consecutivo de tipo procondicionante, consecutivo de consecuencia deductiva, reformulativo y recapitulador conclusivo). Entonces suele ir precedido por una pausa larga (entre medio segundo y segundo entero), pero la siguiente es poco significativa. La F0 media refuerza la frontera prosódica cuando no hay pausa. Los casos de entonces en inicio de intervención suelen funcionar como procondicionantes. Es significativa la relación existente en las mujeres entre los esquemas neutro y ascendente y las funciones argumentativas y organizativas, respectivamente.
En un trabajo posterior, proponen una nueva clasificación de las funciones discursivas de entonces: organizador continuativo narrativo, conector consecutivo (con los valores deductivo, causativo y procondicionante) y reformulador (con los valores recuperador del hilo argumentativo tras paréntesis digresivo y recapitulador conclusivo). A grandes rasgos, la descripción prosódica de tales funciones es la siguiente:
-
Continuativo: precedido de pausa larga se reajusta positivamente, en cambio se reajusta negativamente cuando no existe pausa. No se da pausa posterior y el reajuste es negativo cuando la pausa se da.
-
Consecutivo: precedido por pausa larga y reajuste positivo. En cambio, no viene marcado por frontera prosódica posterior.
-
Reformulador: tras pausa larga presenta reajuste positivo, pero no hay delimitación prosódica posterior.
y enriquecen el estudio prosódico mediante el uso del programa estadístico SPSS. Las variables que tienen presentes las distribuyen en varios grupos: a) sobre la independencia prosódica de la unidad (pausa, índice de juntura y reajuste de la F0); b) sobre las propiedades entonativas de la unidad (nivel tonal inicial y final y del material siguiente); c) reducción fonológica y d) factores lingüísticos (tipo de coherencia y de relación [final/no final]). Tras su análisis llegan a una serie de conclusiones:
-
El marcador entonces no suele constituir un grupo entonativo autónomo.
-
Este marcador va ligado mayormente al discurso siguiente.
-
Generalmente no hay reducción fonológica.
-
La F0 va ligada a la función: descendente si introduce una proposición conclusiva, frente a ascendente-sostenido si la proposición no es conclusiva.
Así pues, cabe entender la existencia de tres ámbitos en la interfaz MD-prosodia: formal, estructural y funcional. Respecto a la forma, los MD aparecen prototípicamente realzados y con contornos suspensivos o neutros (), aunque en la conversación coloquial no suele darse el realce prosódico de este tipo de partículas (). En cuanto a la estructura, los MD suelen constituir unidades de habla no informativas pero sí entonativas () y suelen aparecer a inicio de unidad, cuyo contorno descendente marca el inicio de una unidad nueva (). Finalmente, en lo concerniente a la función, no hay acuerdo a la hora de considerar el papel que juega la entonación en la polifuncionalidad de los MD, pero algunos estudios apuntan que existen ciertos patrones prosódicos asociados a las funciones conectiva, modal e interactiva de ciertos MD ().
No obstante, las descripciones pragmaprosódicas de entonces expuestas hasta el momento suponen una serie de problemas para las asunciones generales planteadas anteriormente. Formalmente, no hay acuerdo entre su carácter autónomo o integrado, aunque sí hay cierto acuerdo en la presencia de límite prosódico previo. Además, entonces parece presentar contorno ascendente (), frente a los contornos neutros o descendentes de otros conectores. Estructuralmente, entonces parece ocupar prototípicamente la posición inicial de unidad y de grupo entonativo. No obstante, generalmente no se han tenido en cuenta otras unidades de la lengua hablada tales como la intervención, que da sentido al valor dialógico de entonces. Y funcionalmente, entonces solo parece mostrar valores conectivos, esto es, ni modales ni interactivos, por lo que no debería presentar versatilidad prosódica, aunque existen estudios que así lo señalan (Dorta y Domínguez , ). No obstante, pese a que no existe acuerdo entre la relación función-prosodia, parece que las clasificaciones más sencillas ofrecen resultados más concluyentes. Sin embargo, estos estudios no tratan de manera conjunta todos los ámbitos de los MD descritos, por ello, planteamos que:
3. CORPUS Y METODOLOGÍA
Para llevar a cabo este análisis, hemos extraído en total 100 casos de entonces a partir de los corpus conversacionales Val.Es.Co. 2.1 () y cola . El corpus Val.Es.Co. 2.1 recoge una muestra del español coloquial de la zona metropolitana de Valencia y está formado por 46 conversaciones grabadas, transcritas y secuenciadas en intervenciones, grupos fónicos y palabras. Por otra parte, el es un corpus que cuenta con 300 conversaciones, 86 horas de grabación y 600.000 palabras del habla de los jóvenes entre 13 y 19 años, principalmente de la ciudad de Madrid. Los casos de entonces que permitan su estudio debían ser analizables prosódicamente, por lo que se han descartado previamente ejemplos de habla solapada, con ruido o con una calidad de sonido defectuosa que impida el análisis acústico.
El análisis de la muestra ha pasado un doble filtro pragmático-discursivo y acústico. En el filtro pragmático-discursivo hemos etiquetado los casos de entonces según los valores detallados en el apartado 2: adverbial (temporal y anafórico), conectivo y dialógico. Por otra parte, hemos determinado la posición del MD en la conversación siguiendo las unidades acto e intervención del sistema Val.Es.Co. Las posiciones que puede ocupar en las unidades acto e intervención son: inicial, medial, final, inicial relativa y final relativa. Estas dos últimas se dan cuando van precedidas o seguidas de otros MD, respectivamente.
Para el filtro acústico hemos seguido la propuesta de Hidalgo (2010: 88) basada en los parámetros siguientes:
-
Posición del marcador respectos al grupo entonativo: inicial, medial, final o completa.
-
Constitución o no de contorno melódico propio del MD.
-
Tipo de perfil del contorno melódico del MD.
-
Análisis del entorno prosódico del MD:
-
Reducción fónica, presencia o ausencia.
Para ser más precisos, hemos extraído en cada caso la F0 media en hercios; la intensidad en decibelios y la duración en segundos de la palabra y de las sílabas que la conforman, utilizando el programa PRAAT ().
Hemos localizado la posición del MD en el grupo entonativo (a) a partir del análisis de su entorno prosódico (d), de manera que existe un límite prosódico cuando se da alguno de los siguientes fenómenos:
-
pausa anterior y posterior de 200 milisegundos de duración;
-
reajuste anterior y posterior tanto positivo como negativo, concretamente cuando se da un salto tonal del 30 % de diferencia en Hz entre la F0 de las sílabas de referencia (entre la última sílaba del contexto previo y la primera sílaba del MD o entre la sílaba final del MD y la primera del contexto posterior);
-
inflexión tonal del 30 % de diferencia en Hz entre la sílaba tónica y la átona siguiente dentro del mismo MD;
-
el alargamiento silábico final, en los casos en los que la sílaba átona final dura el doble de la sílaba tónica del MD.
Asimismo, hemos observado la existencia de contorno melódico (b) a partir de la presencia de acento tónico o de un cambio tonal entre las sílabas átonas y la tónica igual o mayor al 10 %. Esto da como resultado la existencia de 4 tipos de perfiles (c): ascendente, descendente, suspendido y circunflejo.
Finalmente, la reducción fónica (e) se ha tomado a partir de la unidad sílaba . Para ello, se ha tenido en cuenta la vocal como núcleo silábico, esto es, la desaparición de una vocal supone la desaparición de la sílaba en la que aparecía y, por tanto, se trata de un caso de reducción fónica. De esta forma, existen tres posibles tipos de reducción: caída de la primera sílaba, de la tercera o de la primera y la tercera. Sin embargo, tomaremos la reducción en conjunto sin especificar de qué tipo se trata.
Para la consideración del realce prosódico y sus implicaciones discursivas, hemos marcado como realzados los casos que presentaban frontera prosódica anterior y/o posterior. Por otro lado, hemos marcado los casos en los que el esquema tonal no era plano, por lo que existen tres posibles variantes: realzado, no realzado-plano y no realzado-marcado. Con esta última clasificación se pretende averiguar qué relación existe entre el tipo de esquema y la función discursiva.
Por último, los datos han sido registrados en un documento Excel e importados al programa estadístico R. Las pruebas estadísticas empleadas son la prueba Chi cuadrado (X2) y la ANOVA. La X2 permite observar si existe relación significativa entre variables categóricas. En esta investigación tales variables son: realce, posición en el grupo entonativo, tipo de contorno, tipo de esquema, reducción fónica, posición en el acto, posición en la intervención y valores discursivos. No obstante, este resultado debe completarse con la identificación de residuos estandarizados, que señalan qué variantes de cada variable categórica están más relacionadas entre sí. La prueba ANOVA permite observar la diferencia de más de dos variantes de una variable categórica a partir de una variable numérica (F0, intensidad y duración). Estas pruebas nos ayudarán a observar la relación existente entre los rasgos pragmático-discursivos y los acústicos y se aplican en los ámbitos formal, estructural y funcional (véase la figura 1):
Las variables acústicas numéricas (F0, intensidad y duración) funcionan de manera instrumental en la identificación de los valores categóricos expuestos en este esquema. Por otra parte, describimos el comportamiento de entonces de una manera completa a partir del cruce de las variables de los tres ámbitos descritos.
4. RESULTADOS Y DISCUSIÓN
A continuación, exponemos los principales resultados obtenidos tras el análisis pragmaprosódico del marcador discursivo entonces. La información se distribuye siguiendo el esquema descriptivo empleado en el estado de la cuestión:
-
En primer lugar, se exponen los resultados respecto a la parte formal de entonces, esto es, su posición en el grupo entonativo, su realce en el discurso, sus contornos melódicos y su reducción fónica.
-
En segundo lugar, se cruzan los resultados formales con los estructurales, por lo que se observa la relación existente entre el realce de entonces y su posición en las unidades del discurso.
-
En tercer lugar, se describen prosódicamente los valores discursivos de entonces a partir de valores acústicos y de su relación con el realce prosódico y su posición en el discurso.
4.1. Posición, realce y contorno prosódicos
Para este estudio se han extraído 100 casos de entonces que se distribuyen en el grupo entonativo según los valores recogidos en la tabla 2:
Respecto a los parámetros que se han tenido en cuenta para la identificación de límite prosódico, se observa que existe pausa previa en 27 % de los casos, pero posterior solo en el 11 %. Los casos de reajuste son bajos, con un 6 % y 5 %, según sea anterior o posterior. La inflexión tonal aparece en el 10 % de los casos y el alargamiento silábico es el fenómeno más frecuente, con 30 %. Cabe añadir que entonces aparece a principio de intervención en 22 casos, hecho que condiciona su posición en el grupo entonativo. En definitiva, no hay un parámetro decisivo a la hora de identificar el límite prosódico, sino que es la presencia de algunos de ellos en un contexto dado lo que realza el MD.
Respecto a la constitución de contorno se observa que el 14 % de los casos presentan un esquema marcado, frente al 86 % que lo presenta plano. No obstante, es llamativo que alrededor de un 25 % de los casos no realzados presentan un esquema marcado. Así pues, en la tabla 3 se visualiza la distribución de casos de entonces según sean realzados, no realzados-planos o no realzados marcados.
En cuanto al tipo de contorno, entonces presenta mayoritariamente un patrón suspendido, seguido del ascendente, como se muestra en el gráfico 1:
El cruce de estos valores con la variable posición y realce, mediante la prueba X2, ofrece una relación estadísticamente significativa en el caso del realce (p = 0.01573) y una tendencia en el caso de la posición (p = 0.08777):
-
El contorno suspendido se distribuye de manera equilibrada en todas las posiciones y es el que se da en el 81 % de los casos realzados-planos.
-
El contorno ascendente se da con más frecuencia en las posiciones completa y final y se da en el 84 % de los casos de manera realzada y en el 13 % en no realzado-plano.
-
El contorno circunflejo suele darse en las posiciones final, inicial y medial, aunque dos tercios del total son realzados.
-
El contorno descendente se da solo en casos realzados y principalmente en posición inicial (75 %). Esta es la única relación que ha generado residuos, por lo que es significativa la presencia del contorno descendente en posición inicial.
Finalmente, la reducción fónica se da en el 20 % y no guarda relación significativa con el resto de los parámetros (posición, realce y contorno).
En conclusión, el marcador discursivo entonces aparece realzado en casi un 80 % de los casos, por lo que se valida la idea del realce prosódico de los MD. No obstante, aunque la posición inicial sea la más frecuente, solo supone el 31 % de los casos frente al 24 % en los que ocupa posición final y completa. Cabe recordar que muchos de estos casos aparecen en posición inicial de intervención, por lo que su posición no se da por causas puramente prosódicas. Así pues, el realce se da tanto por la presencia de límite previo como posterior de manera equilibrada. Este desajuste respecto a estudios anteriores (Dorta y Domínguez , ) tal vez se deba a la consideración de más parámetros, más allá de la pausa o el reajuste. En cuanto al contorno, suele ser suspendido o ascendente, pero no de manera tan general como se había apuntado en trabajos anteriores. A diferencia de lo que ocurre en el español de México (), los contornos ascendentes se dan con mayor frecuencia ante límites prosódicos. Finalmente, la reducción fónica es menor que en el español mexicano (20 % < 53 %) ().
4.2. Unidades del habla en la conversación coloquial
Por lo que respecta a la posición de entonces en el acto y en la intervención, observamos la distribución recogida en la tabla 4:
Acto | ||||
Inicial | Inicial relativa | Medial | Final relativa | Final |
58 % | 8 % | 25 % | 3 % | 6 % |
Intervención | ||||
Inicial | Inicial relativa | Medial | Final relativa | Final |
22 % | 3 % | 69 % | 3 % | 3 % |
Ambas distribuciones guardan relación estadísticamente significativa con la posición en el grupo entonativo y con el realce. En cuanto al acto, destaca el alto número de casos en posiciones iniciales que suelen presentar realce y posiciones entonativas iniciales y completas. No obstante, aparece con una frecuencia menor a la apuntada por , que la sitúan en el 85,7 % de casos.
Por su parte, la posición medial de acto es también frecuente y presenta mayoritariamente posiciones entonativas iniciales y medias con realce en la mitad de los casos. Cabe resaltar que la mitad de los casos no realzados-marcados aparecen en posición medial de acto. Pese a que exista relación significativa entre el tipo de contorno y el tipo de esquema con la posición en el acto (p = 0.02168), solo se observan residuos en posiciones poco frecuentes: final relativa-circunflejo e inicial relativa-no realzado-marcado.
En cuanto a la intervención, la posición predominante es la medial, con un equilibrio de posiciones entonativas y un 72 % de casos realzados. También destaca la posición inicial que presenta posiciones entonativas iniciales (78 %) y completas (22 %), por lo que todos los casos aparecen realzados. Respecto al cruce de la posición de intervención con tipos de contorno y esquema, se observan residuos coincidentes a los vistos en el acto; no obstante, destaca la relación entre contornos descendentes y posición inicial de intervención.
Por otro lado, la reducción fónica no resulta estadísticamente significativa con respecto a la posición en las unidades, pero destaca que el 90 % de los casos se den en posición medial de intervención.
4.3. Valores discursivos
En nuestro corpus se han encontrado un total de 45 usos adverbiales (3 temporales y 42 anafóricos), 45 conectivos y 10 dialógicos. Los usos temporales han sido excluidos del análisis prosódico y de las pruebas estadísticas por su baja frecuencia, por lo que no se ha podido hacer un estudio comparativo entre entonces-adverbio temporal y entonces-MD. Los valores acústicos medios de cada función han sido separados por sexos, como se observa en las tablas 5 y 6:
Mujeres (85,5 %) | F0 (hercios) | Intensidad (decibelios) | Duración (segundos) |
Anafórico (45,8 %) | 240,43 | 70,41 | 0,32 |
Conectivo (44,6 %) | 217,7 | 68,49 | 0,33 |
Dialógico (9,6 %) | 285,61 | 72,27 | 0,37 |
Hombres (14,5 %) | F0 (hercios) | Intensidad (decibelios) | Duración (segundos) |
Anafórico (28,6 %) | 148,88 | 72,17 | 0,32 |
Conectivo (57,1 %) | 140,73 | 65,78 | 0,39 |
Dialógico (14,3 %) | 211,54 | 72,93 | 0,2 |
El escaso número de casos emitidos por hombres hace que los datos no sean significativos. En las mujeres la F0 media resulta un parámetro acústico estadísticamente significativo para distinguir funciones. En este caso hemos aplicado la prueba ANOVA que distingue grupos de manera discreta, por lo que podemos decir que los valores discursivos de entonces tienen su correlato prosódico, al menos en las mujeres: más alto en usos dialógicos, medios en anafóricos y bajos en conectivos. La intensidad y la duración no resultan significativas como valores absolutos. No obstante, la duración de la última sílaba sí ha sido productiva para la delimitación de límites entonativos. Asimismo, se observa un aumento de intensidad en esquemas planos más que en los marcados, cuando se da una subida de intensidad en la tónica. Por ello, puede ser interesante analizar el cambio de intensidad respecto al contexto previo y posterior como factor que realce prosódicamente el MD.
La relación entre valores y posiciones en el grupo entonativo no es significativa, pero se observa cierto equilibrio de posiciones en el uso anafórico, una frecuencia menor de posiciones mediales en el conectivo, así como una frecuencia mayor de iniciales y mediales en el inferencial. Sí hay una tendencia en el cruce entre valores y el realce, de manera que aparece realzado el 77,7 % de los anafóricos, el 86,7 % de los conectivos y el 60 % de los dialógicos. Estos últimos, aunque aparezcan más integrados, tienen un esquema más marcado que el resto. La prueba X2 muestra sendas relaciones significativas entre los valores y el tipo de esquema (marcado o plano) (p = 0.02971) y de contorno (ascendente, suspendido, descendente y circunflejo) (p = 0.02182):
-
El valor dialógico muestra un esquema marcado significativamente superior al resto: 80 % en dialógicos, frente a 35,5 % en anafóricos y el 37,7 % de los conectivos. Así pues, se observan residuos en el cruce entre el valor dialógico y la variante no realzado-marcado.
-
Los usos anafóricos y conectivos muestran la misma frecuencia de contornos suspendidos (51-57 %) y ascendentes (29-33 %). En cambio, los dialógicos muestran una frecuencia mayor de circunflejos (60 %) frente a los suspendidos (20 %) y ascendentes (20 %), con ausencia total de contornos descendentes. Asimismo, la observación de los residuos estandarizados señala la relación significativa entre los usos dialógicos y los contornos circunflejos.
La reducción fónica tampoco es significativa para la distinción de valores. No obstante, se observa una mayor reducción fónica cuanto más cercano es el valor al uso adverbial temporal frente a los usos más interactivos que solo presentan un caso de reducción.
Finalmente, también son significativos los cruces de los valores discursivos con las unidades acto (p = 0.05422) e intervención (p = 0.002703) (véanse las tablas 7 y 8). Los usos anafóricos y conectivos presentan un comportamiento semejante. La mayoría de los ejemplos con estos valores aparece en las posiciones iniciales de acto (64-69 %) y medial de intervención (64-80 %). En cambio, los ejemplos dialógicos suelen ocupar en un 60 % de los casos las posiciones iniciales de acto e intervención. Cabe apuntar que se originan residuos en el cruce de los usos dialógicos y la posición inicial relativa.
Acto | Inicial | Ini. Rel. | Medial | Fin. Rel. | Final |
---|---|---|---|---|---|
Anafórico | 27 | 4 | 13 | 0 | 1 |
Conectivo | 28 | 1 | 10 | 2 | 4 |
Dialógico | 4 | 2 | 2 | 1 | 1 |
Intervención | Inicial | Ini. Rel. | Medial | Fin. Rel. | Final |
---|---|---|---|---|---|
Anafórico | 9 | 0 | 36 | 0 | 0 |
Conectivo | 9 | 1 | 31 | 2 | 2 |
Dialógico | 4 | 2 | 2 | 1 | 1 |
Esto puede deberse a varias razones: los usos anafóricos y conectivos suelen darse en intervenciones con más de un acto y suelen conectar información de manera monológica; en cambio, los dialógicos se insertan en actos que constituyen intervención, por lo que la distribución es exacta. Además, estos usos conectan con contenido proveniente de otras intervenciones, por lo que no presentan actos previos en la misma intervención.
Estos resultados difieren de las conclusiones de trabajos anteriores, puesto que, según nuestra investigación, la prosodia permite diferenciar las funciones del marcador discursivo entonces. Dorta y Domínguez (, ) parten de una descripción funcional prolija y de tres variables: pausa, reajuste y esquema; no obstante, no consiguen distinguir prosódicamente de manera discreta las funciones discursivas de entonces. y simplifican la descripción y llegan a resultados más concluyentes, pero solo consideran dos funciones básicas en su análisis (conclusivo y no conclusivo), que no resultan del todo explicativas. parten de dos funciones (argumentativa y narrativa) y concluyen que no es posible distinguir prosódicamente ambas funciones. En nuestro estudio, se observa que sí es posible distinguir funciones a partir de la F0 y que los usos más gramaticalizados suponen patrones prosódicos y posiciones discursivas más marcadas.
5. CONCLUSIONES
Tras el análisis de los datos de esta investigación resulta evidente la necesidad de profundizar en el estudio prosódico de los MD, con el fin de elaborar descripciones más precisas. Así pues, en el caso de entonces proponemos las siguientes conclusiones:
-
Entonces aparece por lo general realzado prosódicamente. No hay preferencia de límite anterior o posterior, por lo que es poco relevante su posición en el grupo entonativo. Asimismo, ha resultado más significativa la variable realce prosódico, motivo por el que cabría considerar el realce del MD como señal prosódica en el discurso, naturaleza que resalta su función marcadora y delimitadora.
-
La reducción fónica es poco frecuente y no tiene ninguna implicación discursiva, aunque suele darse cuando el MD aparece integrado.
-
El contorno melódico predominante es el suspendido, seguido del ascendente. Esto difiere de las descripciones generales de marcadores que apuntan a un contorno descendente (dicho contorno es inexistente en usos interactivos) o de las descripciones de entonces, al que se le suele adscribir un contorno ascendente.
-
La posición preferida de entonces es inicial de acto y medial de intervención, a excepción del uso dialógico, que es inicial en ambos casos. Además, el realce de este MD hace que se establezcan coincidencias entre unidades entonativas y discursivas, hecho que confiere a entonces un valor determinante en la identificación de unidades discursivas. No obstante, los casos más integrados suelen ocupar posiciones mediales de acto, por lo que habría que poner en duda, su consideración como subactos.
-
La F0 ha resultado productiva a la hora de distinguir funciones más allá de la posición en el grupo entonativo. Sin embargo, la intensidad y la duración no ofrecen diferencias significativas entre funciones. Es por ello por lo que cabría reconsiderar su empleo en futuras investigaciones. Sí ha resultado operativo el estudio del alargamiento silábico y de la subida de intensidad en la sílaba tónica, hecho que se da normalmente en esquemas aparentemente planos. Esto plantea la consideración de su función realzadora en ausencia de subidas tonales.
-
Las variables realce prosódico y tipo de esquema son productivas para observar las diferencias discursivas: así los usos conectivos aparecen generalmente realzados y los dialógicos presentan un esquema marcado.
-
Los usos dialógicos, que implican un ámbito discursivo superior al resto de usos, presentan una realización marcada (F0 elevada, esquema marcado, contornos circunflejos). Este fenómeno invita a estudiar si este comportamiento se da en MD que también puedan tener ámbito dialógico.
Tras estas conclusiones, se puede afirmar que el estudio prosódico de entonces resulta productivo para mejorar su descripción, motivo por el cual es necesaria la investigación de los MD desde el análisis prosódico. No obstante, cabría completar este análisis con un estudio de tipo perceptivo que sea objetivable, que ofrezca información nueva y que confirme los datos acústicos vertidos en torno al papel segmentador de los MD como elementos prosódicamente realzados y en torno a su polifuncionalidad.
Finalmente, respecto al resto de MD, este estudio de entonces proyecta ideas interesantes que podrían contribuir en una mejor descripción de los MD de manera general:
-
Formalmente, entonces en la conversación coloquial no muestra un patrón marcadamente ascendente, sino que suele presentarlo mayoritariamente suspendido. Esto permite considerar su integración en el prototipo entonativo planteado por . Aun así, cabría matizar que el patrón neutro de los conectores [+prototípico] puede verse alterado de manera ascendente o descendente por cuestiones contextuales [+periférico].
-
Estructuralmente, entonces muestra realizaciones más marcadas en usos más interactivos, es decir, el ascenso de ámbito discursivo (del acto a la intervención) hace que la entonación sea más marcada, lo que coincide con lo expuesto por . Esto permite intuir el motivo por el que los MD interactivos muestran patrones prototípicamente marcados y no neutros.
-
Funcionalmente, entonces no muestra funciones modales o interactivas prototípicas, no obstante, es posible distinguir entre sus funciones conectivas por su F0 y no por sus contornos melódicos. Solo en el caso de los usos interactivos de entonces las realizaciones marcadas acompañadas del tono alto permiten distinguir este valor. Por ello, en los casos en los que un MD no presenta las funciones conectiva, modal e interactiva, la prosodia permite distinguir, dentro de una función dada, los valores según sean discursivos o no.
Financiación
Este trabajo ha sido posible gracias al proyecto CIPROM/2021/038, “Hacia la caracterización diacrónica del siglo XX” (DIA20), de la Generalitat Valenciana.
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Notas
[1] La posición del MD en el grupo entonativo viene dada por la presencia y ausencia de límites prosódicos anterior y posterior. Así pues, la posición inicial solo tiene límite anterior, la medial carece de límites, la final solo presenta límite posterior y la completa presenta límite anterior y posterior.
[2] Entonces puede ir acompañado de la conjunción y. En nuestra investigación hemos agrupado ambas partículas en un mismo segmento fónico, puesto que el sonido palatal vocálico [i] se consonantiza en contacto con la vocal palatal media [e], por lo que constituían una única sílaba.