El texto se propone reconstruir el concepto smithiano de obligación política, a partir de la revisión crítica de tres de sus principales obras: Teoría de los sentimientos morales, Lecciones de jurisprudencia y La riqueza de las naciones. Si bien no se trata de un concepto central en su teoría, la propuesta del autor, en continuidad con la de Hume, presenta una lectura alternativa a las lecturas dominantes basadas en el consentimiento. Aunque este cuestionamiento tiene potencial crítico, el apego del escocés a las jerarquías heredadas como garantes del orden social, tendrán efectos conservadores que serán refutados por los hechos históricos posteriores.