1. INTRODUCCIÓN Y PRIMEROS COMENTARIOS
1.1. Un uso característico de las formas en ‑ría
Cuando hace más de tres décadas presentamos por primera vez los resultados de un análisis modotemporal completo del verbo español, hablamos de, entre otros, un «uso “periodístico”» ―sic entre comillas el adjetivo― de las formas verbales en ‑ría entre las posibles concreciones del valor modal a que nos seguimos refiriendo con el término irrealidad (vid. ).
Utilizábamos allí ejemplos que consideramos bastante prototípicos del mencionado uso ―al que se ha hecho referencia en términos de «condicional del rumor» (o «de rumor») y, simplemente por comodidad, en adelante abreviaremos CR―, con la forma simple cantaría expresando una relación temporal de presente y la compuesta una relación de pretérito (cfr. infra ejs. 1ab), singular y significativamente características del valor gramatical que Bello (, ) explicaba como significado «metafórico» de la relación de anterioridad, como resultante de una forward migration conducente a un mode of irreality y como un uso «dislocado» de una forma verbal de «anterioridad» cuyo efecto viene a ser una suma de, en sus palabras, «matizaciones» (modales) que «pueden agruparse bajo el término conjunto de “irrealidad”, aunque caben en él algunas variantes» ().
- (1a)
Según las últimas informaciones recibidas, el número de muertos sobrepasaría ya el millar
- (1b)
Según informaciones oficiosas, se habría producido esta mañana un violento choque entre la guerrilla y las tropas del Gobierno
(apud).
Caracterizamos entonces (cfr. ibid.), incidiendo en lo afirmado en una primera aproximación al tema (), el matiz modal reconocible en este uso particular de las formas en ‑ría en términos de presentación de informaciones que se desea señalar como provisionales o bien no confirmadas, que se espera confirmar o completar más adelante. Apuntamos de nuevo esta idea central en un breve estudio sobre los valores de la forma cantaría () y en el cap. 44 de la GDLE (), y volvimos sobre ella en un trabajo posterior () en donde comentábamos que la reacción habitual ante una noticia así comunicada es la de conceder un crédito provisional a estas informaciones mientras no se conozcan nuevos datos.
1.2. Algunas opiniones
La no infrecuente aparición de este recurso verbal en la lengua de los medios de comunicación fue observada ya, para empezar, por , quien habló de un «condicional de información no asegurada», uso consistente en «expresar un aserto que se da como opinión o afirmación ajena […] o cuya validez se subordina a una condición […]» (), pasando el autor a concretar que
en el lenguaje periodístico de hoy es frecuente que no se mencionen el opinante, la fuente informadora ni la hipótesis restrictiva, y que se encomiende sin más al condicional la función de dar a entender que se trata de aseveraciones ajenas, suposiciones cuya veracidad no se asegura o rumores no confirmados ().
se había referido a este uso como «reciente y muy limitado», presentándolo como calco español de un recurso verbal del inglés o el francés y afirmando que en cualquiera de las tres lenguas «se quiere significar que el redactor del telegrama o de la noticia no asegura su veracidad; esta reserva establece una condición implícita», pasando a relacionarlo en la sintaxis castellana con el hecho de que la forma en ‑ría «expresa normalmente la posibilidad o probabilidad referidas al pasado o al futuro». defenderá ciertos aspectos de esta interpretación al hablar de «un emploi relativament récent qui apparaît surtout dans les moyens de communication sociaux et est probablement un calque du français». No obstante, ofrece un par de ejemplos de CR en textos españoles del s. xix e incluso apunta en nota (ibid., n. 24), aunque sin aportar ejemplos, la posibilidad de interpretar así apariciones de formas en ‑ría ya en textos en castellano del s. xvi. se había referido a este uso como «[p]articularmente común en los periódicos de Chile y Argentina», sugiriendo también una posible influencia italiana y considerándolo, de hecho en la línea de Gili, «una variedad de potencial de probabilidad o conjetura», aunque era bien consciente de que la expresión de «conjetura» en «tiempo presente» corresponde en castellano a las formas verbales de «futuro» (cfr. infra § 6.1). Por su parte, , en su estudio del verbo en el español hablado en Bogotá, mencionaría a propósito de la idea de Gili Gaya que el informante por él consultado consideraba completamente imposibles los ejemplos del citado gramático a no ser en combinación con una prótasis condicional irreal.
se referiría a este uso como «galicismo que consiste en emplear el potencial para comunicar una noticia con reservas», presentándolo como «muy extendido en el lenguaje periodístico de varios países hispanoamericanos» y añadiendo la inexacta anotación de que «[e]n España aparece esporádicamente, en especial en noticias procedentes de América».
incidió de hecho en la idea de la condición implícita al afirmar, respecto de un titular prototípico como «Habría en la India muchas víctimas por las inundaciones» (ibid. [ej. 13]), que
el dubitativo habría indica una restricción del tipo «si es cierto lo que se dice» […]. En lo que atañe a la reformulación misma, la diferencia entre hay inundaciones y habría inundaciones es que el segundo enunciado implica una condición impuesta por el locutor sobre una aserción que él mismo reproduce luego en el cuerpo de la noticia […] y en la interpretación se descubre la presencia de un sujeto que no considera cierto o seguro el contenido de las palabras que traslada (ibid.).
En un trabajo posterior () se referiría a este «condicional» en términos de «citativo» al igual que el «futuro» (cfr. infra § 3.2), empleando la expresión castellana correspondiente al inglés quotative, presente, por ejemplo, en (cfr. infra § 7.1). Y más tarde diría a propósito de otro ejemplo de CR ―esta vez en boca de un político en respuesta a un periodista― que «cumple funciones de evidencial citativo» (), tras haber agrupado el «condicional» junto con el «imperfecto» () como dos formas verbales que «pueden realizar citas implícitas, y a veces estas citas sirven como evidenciales» y no dejando de mencionar la falta de compromiso con la veracidad de lo comunicado mediante estos recursos verbales, concretando que en su opinión los periodistas recurren al CR «para dejar a salvo su responsabilidad, indicando que la noticia proviene de otras fuentes, mencionadas […] o no» ().
mencionó el uso del «condicional», en sus propias palabras, «[r]eferido al presente cronológico» () «[a]l referir palabras de otro o dar noticias, para señalar la persona que habla que no se responsabiliza de lo que dice, o que no lo cree totalmente» (), vinculándolo allí a la noción de «discurso referido» y más adelante caracterizando este uso verbal «para decir cosas a medias (señalar que no hay plena aceptación del predicado) en el presente cronológico» (), con forzada restricción temporal de un uso gramatical que, compartido ya de entrada por la correspondiente forma compuesta, no puede circunscribirse a un «presente cronológico».
Pérez (, ), que ha calificado de «sistemático» el uso de las formas en ‑ría «para presentar ideas provisionales cuya confirmación se espera», comenta a propósito de nuestro ejemplo 1a que
la noticia no se presenta como una hipótesis dudosa o improbable, sino de un modo mucho más neutro, como una información no completamente contrastada. Es precisamente el no tener constancia total de la exactitud de los hechos lo que hace que en estos casos el emisor se distancie o aleje de la información que presenta.
En el capítulo 55 de la GDLE, , invocando el concepto de oratio quasi obliqua (con cita de ), se refiere explícitamente al CR en los siguientes términos:
Un uso muy frecuente de este recurso se da en los titulares periodísticos, en los que la presencia de un condicional sirve para que el emisor (el periodista, en este caso) se apropie de una opinión, una noticia o un mensaje ajenos y los reformule como propios, sin comprometerse del todo con la verdad de la enunciación ().
El Manual académico menciona el «condicional de rumor» como «propio del lenguaje periodístico» (). Previamente, la ha expuesto que «se usa a menudo en el lenguaje periodístico para presentar las informaciones de forma cautelosa o dar noticias no suficientemente contrastadas». Más abajo la misma obra alude a la exclusión de este uso verbal en los libros de estilo de algunos diarios en español precisando que «[n]o lo hacen […] porque exista incorrección gramatical en dicha construcción, sino porque el rumor no debe ser presentado como noticia» (ibid.). Y más adelante señala como característico del lenguaje periodístico «el uso del condicional (sea simple o compuesto) para relativizar la veracidad de la información que se presenta atribuyéndosela a otros» (). El Glosario de términos gramaticales académico (Gtg) expone que «[s]e usa a veces el término condicional de rumor para hacer referencia a las informaciones no contrastadas, por lo que no pueden presentarse como noticia» (Gtg. s. v. condicional simple, negrita y no cursiva en el original), refiriéndose seguidamente a este uso como una de las manifestaciones de la evidencialidad en español (ibid.).
señalarían conjuntamente, en la misma línea de G. Reyes (cfr. supra), en este uso, y en el del «imperfecto» que también ha sido llamado «citativo» (cfr.), una «clara función de evidenciales citativos», al tiempo que los hacían transmisores de una «precaución epistémica». La primera autora se referirá más tarde al «condicional del rumor» y al «condicional científico» (cfr. infra § 5.2) como vehículos de puntos de vista «evidenciales citativos» () que exigen la consideración de diferentes «marcos de discurso previos» (, cfr. también ).
También desde la universidad argentina, , tras mencionar la posible utilización de cantaría para indicar «la consecuencia de una cierta hipótesis o condición que plantea una situación eventual o irreal», expondría con referencia a un ejemplo de CR que «[e]l valor condicional de esta forma la hace particularmente apta cuando el emisor no quiere comprometerse con el contenido de su afirmación, es decir, cuando, por distintos motivos, no puede o no quiere asumir la responsabilidad de sus dichos».
, en un estudio comparativo entre francés, italiano y español, y en la línea de lo defendido sobre el francés en trabajos anteriores (p. ej., Kronning , , ), presenta el uso que aquí estudiamos como, en sus propias palabras,
un marcador gramatical mixto, que expresa a un tiempo la modalización cero ―que indica la negativa del hablante a hacerse cargo del contenido cognitivo de su enunciado― y un tipo particular de mediación epistémica (o evidencialidad), a saber: la atribución de dicho contenido a una fuente externa ().
habla también de un uso «citativo» al que igualmente atribuye dos valores, que identifica como modales: «un valor mediativo, que consiste en indicar que el contenido del enunciado no es propio del enunciador sino que lo retoma de otro, y un valor epistémico, que indica que el contenido tiene cierto grado de incertidumbre», añadiendo que «lo que parece más importante es la referencia a otro enunciador designado como origen del mensaje comunicado», para más adelante situar este uso en un diagrama en el que aparece, por un lado, próximo a una noción de «modalidad evidencial = fuente externa» y, por otro, más cerca de la «incertidumbre» que de la «certidumbre» en lo referente al criterio de «modalidad epistémica» (). Dos «valores» son también sugeridos para el «condicional periodístico o de rumor» por : de un lado la «alusión a un discurso ajeno» y de otro el hecho de que «la información se presenta como no segura, aunque admite variados matices».
aborda el estudio del «condicional de rumor / periodístico» (cfr.; «Rumor / Journalistic Conditional» en señalándole también, por una parte, «un valor epistémico porque la situación es presentada como una posibilidad o probabilidad por parte del hablante, de acuerdo con su conocimiento» y, por otro, «un valor evidencial porque deja entrever la naturaleza de la “fuente de la información” […]. Significa que la información no procede directamente del mismo hablante, sino de otra fuente». En un estudio previo había destacado el valor evidencial del CR «car il permet de comprendre que le locuteur a obtenu cette information par ouï‑dire ou par emprunt […]» ().
La interpretación de base evidencial del «condicional de rumor» es aludida por , quien menciona en téminos de «conocida» la atribución a dicho uso verbal de «valor reportativo» y más adelante le atribuye un «valor evidencial citativo» (), como también será explícitamente defendida por , quien, en un artículo que ya desde su título versa sobre el que el autor presenta en términos de «condicional evidencial», comienza señalando que se trata de una «forma típica del discurso periodístico» () para más adelante afirmar que mediante esta forma «el hablante expresa una calificación evidencial, a saber, que la fuente de la información expresada en el enunciado no es el propio hablante» (). No obstante, no dejará de hacer referencia a este mismo uso verbal en términos expresamente modales: «el hablante, en el dominio modal, renuncia a hacerse cargo de la veracidad de la información expresada en el enunciado» ().
En se ha dedicado al CR un apartado completo, con el título «De verbos y rumorología». En él se hace especial hincapié en su carácter perfectamente gramatical en español frente a determinadas actitudes censoras y se entronca con las ideas vertidas al respecto en la , presentándolo ya de entrada como «empleado a menudo en los medios de comunicación para expresar que la información que se transmite no está suficientemente confirmada» ().
considera que mediante el recurso al CR «el hablante no transmite su propia percepción (algo que ha visto, oído o percibido de alguna forma) ni su propia deducción (algo que ha inferido por sí mismo) sino que nos da cuenta de una información que le ha llegado mediatizada por terceros, se aclare o no quiénes son», y añade, con cita de y, en nota, de , que «hoy en día esta forma de utilizar los condicionales parece haberse generalizado en todo el dominio hispanohablante y ya no se censura su uso», para más adelante plantear, contraponiendo nuestra interpretación (desde ) a una idea de , que «si el condicional de rumor se ve como matiz de irrealidad, la información básica es que cierta noticia que alguien ha dicho o ha hecho circular no es del todo fiable ni puede afirmarse rotundamente porque no se dispone de información oficial o verificada al respecto» () y concluir estableciendo que la función de «posicionamiento de no asunción de responsabilidad» señalable en el uso periodístico del CR no resulta igualmente defendible a la hora de explicar su presencia, en concreto, en textos médicos ().
1.3. Ante una dualidad de criterios
Opiniones como las que acabamos de sintetizar nos sitúan de entrada ante una doble vía interpretativa en cuanto al significado gramatical del CR desde el momento en que para su explicación se han barajado ―en más de una ocasión por parte de unos mismos autores― principalmente dos criterios de índole diferente, pero que por igual podrían esgrimirse en relación con la idea del deseo de no asumir la verdad de una información que se está comunicando:
-
A) Su aplicación a hechos que se comunican como no conocidos con seguridad, origen de sus menciones con el recurso a expresiones como «información no asegurada», «inf. no suficientemente confirmada», «noticias no suficientemente contrastadas», etc.
-
B) Su tan reiteradamente observada aparición en contextos de transmisión de información procedente de alguna fuente (origen de sus menciones con el recurso a términos como «periodístico», «mediativo», «citativo»…), en nuestros anteriores ejemplos (vid. 1ab) explicitada en las cláusulas introducidas por según.
Desde el primer momento, la observación de un hecho sistemático como son las diferencias entre los enfoques temporales transmitidos en estos casos por las formas cantaría y habría cantado y aquellos que Andrés Bello llamó respectivamente pos-pretérito y ante-pos-pretérito (y presentó como constitutivos de sus significados «fundamentales») nos ha llevado a centrarnos en la primera de estas posibilidades en relación con el antedicho valor modal de irrealidad. No obstante, su tan característica aparición en los medios de comunicación cuando se transmite algún contenido que procede de otra fuente informativa ha derivado, sobre todo en investigaciones más recientes, en su puesta directa en relación con una noción gramatical diferente, la normalmente aludida mediante el sustantivo evidencialidad, relacionada en primer término con la comunicación de la información bien como conocida por observación o experiencia directa, bien indirectamente a través de alguna fuente o mediante algún tipo de inferencia, base de una distinción nocional gramaticalizada en diferentes sistemas verbales, mas no en el caso del verbo español (cfr. infra § 3.1).
2. IRREALIDAD
La mención del CR al lado de otras posibles manifestaciones de un contenido gramatical funcional en el sistema verbal español y designable en términos de irrealidad no ha dejado de reaparecer en aproximaciones directas al estudio de dicho contenido, como pueden ser las debidas a Pérez (, ) o .
2.1. Negación implícita
Este valor gramatical tiene como manifestación prototípica ―y extrema― la negación implícita de lo referido por el verbo. Volviendo también sobre ejemplos por nosotros utilizados al respecto en alguna otra ocasión (cfr. ), ante secuencias como 2a y 2b, escuchadas aisladamente por quien no sepa absolutamente nada sobre el Andrés en ellas mencionado, su interpretación espontánea será la de que esta persona no tiene conocimientos de mecánica y, en el caso de 2b, en consecuencia, tampoco trabajo:
- (2a)
Ojalá Andrés tuviera~‑se conocimientos de mecánica
- (2b)
Si Andrés tuviera~‑se conocimientos de mecánica, tendría trabajo seguro.
En los estudios sobre, en concreto, la gramática de la oración condicional, ha sido reiterado el uso del calificativo irreal para hacer referencia a construcciones que, como la que constituye el segundo de estos ejemplos, transmiten en ambos miembros una negación implícita de lo expresado por las respectivas formas verbales. No obstante, hemos de insistir en que empleamos términos como irrealidad o irreal en un sentido lingüísticamente funcional ―ergo opositivo― y, por tanto, reconocible en otras apariciones de las mismas formas verbales incluso en situaciones en que comunican hechos no estrictamente negables, sino, para empezar, enfocables en una óptica de mayor o menor improbabilidad de cumplimiento. Idéntico valor modal, por tanto, reconocemos en los dos ejemplos que siguen, siendo determinante el hecho de que la conmutación de un enfoque temporal presente (3a) con otro futuro (3b) no puede acarrear una alteración en el plano de la expresión (cantara~‑se en cualquiera de ellos) pese a que solo en el primer caso el hablante puede transmitir una negación implícita propiamente dicha, pues en el segundo siempre podría albergar la esperanza, por remota que fuese, de una riqueza futura.
No responde, pues, a hechos verdaderamente lingüísticos la defensa de una diferencia de «tipo» de oración condicional fundada en la simple verificación desde una base extralingüística de imposibilidad total frente a alguna posibilidad de cumplimiento entre construcciones del tipo de las que acabamos de observar, y ello en contraposición a la idea más tradicional aplicada al estudio tipológico de las condicionales en castellano (o en otras lenguas) y como tanto hemos insistido ya al respecto (cfr., p. ej., , ). Por otro lado, no es la orientación temporal, sino propiamente el conocimiento de la realidad extralingüística, la base de la distinta aplicabilidad de un mismo valor modal, el que designamos como irreal, a hechos conocidos como no cumplidos o bien enfocados como no probables (cfr. Veiga , , ). En idéntica óptica temporal de presente una misma construcción con formas verbales transmisoras de irrealidad en el sentido funcional que damos al término puede comunicar ambos matices de contenido modal siempre en dependencia del conocimiento de una diferente realidad, que puede ser contextualmente explicitada; cfr.:
- (4a)
Si tus primos estuvieran~‑sen ahora en casa, podríamos pasar a visitarlos, pero precisamente hoy se han ido de viaje
- (4b)
Si tus primos estuvieran~‑sen ahora en casa, podríamos pasar a visitarlos; llámalos por si acaso a ver qué nos dicen.
(ejemplos del tipo de los aducidos por ).
En cualquier caso, una secuencia como la constitutiva de la prótasis condicional en cualquiera de estas dos construcciones establece su valor modal en oposición directa a la alternativa formal con «presente de indicativo» (5a), pues la gramática del español no admite, en relación con diferencias de modo, más posibilidades expresivas en combinación con el nexo condicional si. De ahí que en el referido contexto sintáctico solo quepa hablar en castellano de dos posibles valores modales ―de dos «tipos» de condicional, si así se quiere― en términos de no irreal frente a irreal (cfr., p. ej., , ):
2.2. Otros matices de contenido irreal
Otras posibles manifestaciones del valor modal irreal se relacionan con el que podemos llamar «alejamiento cortés», búsqueda de los efectos de un «distanciamiento» que, en lo que se refiere a la actitud del hablante, ha sido relacionado o confrontado con la noción de atenuación (p. ej., , ) y que de ninguna manera supone la negación de lo expuesto por la forma verbal (6b), pero que igualmente se opone a la expresión directa del mismo significado por parte de una forma del que llamamos Indicativo 0 (IND 0), de significación no irreal (6a) (cfr. Veiga , ):
Por otra parte, es característico en las construcciones en que una forma verbal funcionalmente irreal se vincula directamente a un infinitivo que el valor modal expresado por el verbo conjugado se traslade a la otra unidad verbal, tal como apreciamos en los ejemplos 7a y 7b, que tomamos de M. R. Pérez, quien deja claro que en ellos «no es posible interpretar [=no me gusta] o [no debiste], sino [=no me parezco] o [no estudiaste]» (Pérez , ):
La autora citada partía de las observaciones de sobre construcciones con verbos modales y admitía que este fenómeno se observa con ciertos tipos de verbos en que la irrealidad revierte en sus complementos. De hecho, esta «traslación» del matiz modal se aprecia también cuando el verbo que depende de aquel en forma en ‑ría aparece conjugado en forma subjuntiva irreal, si bien, claro está, en este caso la forma subjuntiva no deja de transmitir el valor modal que le es propio en combinación con la oportuna realización de contenido temporal; cfr.:
- (8a)
sería mejor comer / que comiéramos~‑semos en otro restaurante
- (8b)
sería preferible vivir / que viviéramos~‑semos en una calle más tranquila
- (8c)
sería imposible dormir / que durmiéramos~‑semos con todo este ruido
- (8d)
sería conveniente terminar / que termináramos~‑semos cuanto antes
- (8e)
sería suficiente con aplicar / que aplicáramos~‑semos otra capa de pintura
- (8f)
preferiría vivir / que viviéramos~‑semos en una calle más tranquila
- (8g)
convendría terminar / que termináramos~‑semos cuanto antes
- (8h)
bastaría con aplicar / que aplicáramos~‑semos otra capa de pintura
(apud [ejs. 23a-e, 24a-c]).
Destaquemos también que Pérez (, ) ha incluido, secundando así a , el conocido como «imperfecto (pre)lúdico» entre los matices de contenido asignables a un valor funcional de irrealidad, en contraste con nuestras reticencias al respecto (cfr. Veiga 2008: § 7.5.2, n. 56, ) ante el rechazo hacia las formas indicativas irreales por excelencia ―aquellas en ‑ría― en este tipo de acto lingüístico, ilustrable mediante un ejemplo como
2.3. Irreal frente a subjuntivo
Y ante la aplicación, de hecho tradicional, de un término como irreal para hacer referencia a un valor modal cuya manifestación prototípica es la negación implícita, no resultará ocioso insistir en lo confuso del empleo del mismo vocablo en referencia al valor gramatical del modo subjuntivo.
En efecto, dicha unidad modal puede perfectamente, para empezar, transmitir hechos presentados como absolutamente reales:
- (10a)
Me hace mucha gracia que tu jefe se llame Abundio [= sí se llama]
- (10b)
Que haya bajado la cifra de contagios es una buena noticia [= sí ha bajado]
- (10c)
Nunca creí que en aquel restaurante se comiera~‑se tan bien [= sí se comía]
- (10d)
Me costó admitir que me hubieras~‑ses mentido [= sí habías mentido]
- (10e)
Aunque mañana sea domingo, quiero que vengas a trabajar [= sí será].
Y, por otro lado, resulta combinable con la oposición de irrealidad, evidenciándose así la existencia en el sistema verbal español de un valor subjuntivo no irreal, el que formulamos Subjuntivo 0 (SUB 0, ejs. 11a, 12a, que comunica una realidad de cumplimiento posible), frente a un subjuntivo irreal, el que formulamos Subjuntivo 2 (SUB 2, ejs. 11b, 12b, que niega implícitamente el contenido de lo expresado por el verbo o lo transmite como improbable):
- (11a)
Ojalá tus primos estén ahora en casa
- (11b)
Ojalá tus primos estuvieran~‑sen ahora en casa
- (12a)
Ojalá tus primos ya hayan llegado a casa
- (12b)
Ojalá tus primos ya hubieran~‑sen llegado a casa.
La utilización del antedicho término para hacer referencia al significado gramatical del modo subjuntivo no puede conducir sino a confusión respecto del valor modal a que reservamos la designación como irreal, lo que nos lleva a insistir una vez más en los problemas inherentes a la selección y uso de los recursos terminológicos, cuestión sobre la que hemos de volver (cfr. infra § 6).
2.4. Irrealidad para la transmisión de información provisional
Volviendo ya sobre el uso gramatical aquí objeto de estudio, el CR constituye uno de los más inequívocos casos en que una forma verbal que en los términos de Bello está expresando el significado metafórico de la «anterioridad», en los de Bull una «forward migration» o en los de Rojo un «uso dislocado» de una forma de anterioridad, esto es, transmisora de un valor modal funcionalmente irreal (cfr. supra § 1.1), refiere hechos no forzosamente negados, pero sí presentados con un efecto significativo que la confrontación directa con su comunicación alternativa mediante el uso de formas «no irreales» (en su significado «fundamental» para Bello, en su systemic function para Bull, en su «uso recto» para Rojo) permite reconocer como medio de evitar la transmisión de la información como manifestación de una realidad suficientemente conocida; cfr.:
- (1a)
Según las últimas informaciones recibidas, la cifra de muertos sobrepasaría ya el millar
- (13a)
Según las últimas informaciones recibidas, la cifra de muertos sobrepasa ya el millar
- (1b)
Según informaciones oficiosas, se habría producido esta mañana un violento choque entre la guerrilla y las tropas del Gobierno
- (13b)
Según informaciones oficiosas, se ha producido esta mañana un violento choque entre la guerrilla y las tropas del Gobierno.
La antes aludida oposición modal que verificamos como funcional en la estructura del sistema verbal español y siempre hemos formulado irreal / no irreal (±irreal) puede considerarse en este caso concreto manifestada en una diferencia de matices de contenido presentable en términos de información provisional o no confirmada / información no provisional o ya confirmada (cfr. ), respectivamente manifestados en los anteriores ejemplos 1ab y 13ab. Y no debiera extrañar, en relación con el funcionamiento de dicha oposición, el hecho ya visto por de que estas mismas formas pueden ocasionalmente referir informaciones cuya falsedad se explicita de alguna manera, ofreciendo en estos casos, como debe resultar obvio, una bien genuina muestra de su valor modal funcionalmente irreal.
3. IRREALIDAD FRENTE A EVIDENCIALIDAD
De raíz lingüística bien diferente de las que sustentan los contenidos modales dotados de valor funcional en el sistema verbal español son las nociones relativas a la posible implicación de una fuente externa de información, reconocidas en los sistemas verbales de diferentes lenguas y a las que se suele hacer referencia mediante el término evidencialidad y el correspondiente adjetivo evidencial, presente en la investigación hispánica al menos desde , con su antecedente en el uso en inglés de evidential (ya en , cfr., y especialmente recurrente desde ).
3.1. El español frente a la «evidencialidad gramaticalizada»
Algunas lenguas eslavas (búlgaro, macedonio), el turco o también lenguas amerindias como el quechua o el aimara han sido reiteradamente objeto de mención como ejemplos de evidencialidad gramaticalizada en sus sistemas verbales, de tal manera que el hablante, mediante la selección de las formas que utilice, podrá marcar o no la existencia de una fuente ajena de la que derive la información que está comunicando o el medio de adquisición ―directo o no― del conocimiento. En relación con esta noción, en la gramática verbal del búlgaro, en concreto, ha llegado a hablarse de un «modo renarrativo» (cfr., p. ej., , con revisión histórica) o «citativo» (cfr., con aportación bibliográfica) que, en opinión de , «significa que el hablante refiere la acción según las palabras (o las observaciones) de otra persona, asimiladas oralmente (oídas) o por escrito (leídas)».
En cuanto al español, no han faltado las puntualizaciones en el sentido de que este tipo de noción significativa no es constitutivo de un posible valor gramatical en la estructura de su sistema verbal. , por ejemplo, señaló, con referencia general a las lenguas romances, que
el hecho de que ciertas formas románicas […] sean, ocasionalmente, usadas para comunicar informaciones citativas o renarradas, no significa que en los idiomas romances exista como categoría un modo con expresión morfológica especializado en la transmisión del contenido testimonial, tal como ocurre, p. ej., en búlgaro, macedonio, turco, japonés o en algunas lenguas amerindias […].
puntualizarían, no solo con respecto al español, que
tras la progresiva difusión del concepto de evidencialidad a partir de la segunda mitad del siglo xx, este se ha integrado plenamente en los estudios tipológicos e incluso ha llegado a penetrar con gran intensidad en la investigación acerca de lenguas que, como es el caso del inglés, el francés o el español, carecen de sistemas gramaticales de carácter evidencial (),
Por su parte, incidiría en que
Hay que recordar que el español no es una lengua de evidencialidad gramaticalizada, es decir, que la aclaración sobre la fuente de información de lo que se expresa no es obligatoria y su ausencia no acarrea agramaticalidad (como sucede, por ejemplo, cuando se conculcan las reglas de concordancia): por ello es difícil defender que determinadas diferencias expresadas por las desinencias de los verbos sirvan en español precisamente para oponer con sistematicidad lo evidencial a lo no evidencial (o un tipo de evidencialidad a otro) ().
Y contrapondrá la presencia de marcadores evidenciales gramaticalizados, frecuentemente en forma de afijos, en las lenguas dotadas de un «système evidentiel grammatical» al recurso a elementos léxicos como por lo visto, al parecer, aparentemente (sic en español) o al uso de un auxiliar como deber de (idem), que menciona concretamente en las lenguas románicas y germánicas.
No es, desde luego, la gramática verbal del español la que permite transmitir diferencias como las que apreciamos, por ejemplo, en búlgaro entre 14a y 14b:
El primer ejemplo resulta traducible sin problemas como
En cambio, la transmisión en castellano del matiz «renarrativo» (recordando de nuevo el término utilizado ) verbalmente expresado en 14b requerirá la introducción de determinadas partículas del tipo de por lo visto o al parecer, o bien el recurso a otras unidades verbales externas, cfr.:
3.2. El CR ante el criterio evidencial. Primera aproximación
No obstante, criterios de base evidencial no han dejado de ser esgrimidos para la interpretación de determinados usos, cuando no de los propios valores, de alguna forma verbal de la conjugación española. Ya hemos argumentado, creemos que suficientemente, sobre la inviabilidad de este tipo de explicaciones en los casos concretos de he cantado y cantaba (cfr. Veiga , ), explicaciones tantas veces apoyadas en la presentación de ejemplos interpretados, cuando no ya concebidos, abiertamente ad hoc en busca de posibles reflejos en el verbo español de diferencias de sentido cuyo valor gramatical ha sido verificado en otras lenguas y que en tantas ocasiones o bien remiten a efectos únicamente reconocibles merced a alguna aportación del contexto o bien ni siquiera resultan coherentes con la percepción lingüística del castellanohablante. No es este el momento de enjuiciar actitudes comparables respecto a las formas verbales de «futuro de indicativo»; pero en lo tocante al CR, podemos considerar que su reiterada detección en los textos periodísticos hacía previsible que hubiese de ser objeto de alguna interpretación de base evidencial, base que, sin todavía mención del término hoy tan habitual, reconocemos con especial claridad en las palabras añadidas por R. Lapesa a las más arriba reproducidas (cfr. supra § 1.2), y ya orientadas en esta línea interpretativa, sobre este uso verbal, que elocuentemente parangona con los significados de expresiones del tipo dicen que, se rumorea que:
En tales casos el condicional se convierte en signo de discurso indirecto no atribuido concretamente a nadie, signo de enunciado ajeno e impersonal; el hablante nada afirma por su cuenta, como si se escudara en un «dicen que», «se rumorea que» implícitos ().
Posteriormente la propia incluiría estos usos de los «condicionales» (partiendo de su ejemplificación en francés, con cita inicial de ) entre las que considera extensiones evidenciales de «non‑evidential categories», en concreto, en un grupo que rotula «Non‑indicative moods, modalities and future», considerando que los conditionals «can acquire an additional meaning to do with the evaluation of a non-firsthand information source» (loc. cit.).
La consideración explícita del CR como uso evidencial en español aparece en , quien habló del «condicional» como potencialmente «citativo» al igual que el «futuro» (cfr. supra § 1.2) y explicitó su empleo en la prensa escrita «en una construcción típica mediante la cual el hablante se distancia del texto y minimiza así su responsabilidad», aportando dos ejemplos de la prensa bonaerense (ibid. [ejs. 32 y 34], aquí 16a y b), para concluir que «[e]l condicional de los titulares limita la validez de la aserción presuponiendo una condición del tipo si lo que dicen es cierto» (), reflexión que entronca de nuevo con la idea de «condición implícita» de .
- (16a)
Habrían [sic] elecciones en noviembre
- (16b)
Sufrirían de cáncer más del 10% de los obreros de una compañía química.
, tras citar de la mano de G. Reyes la interpretación evidencial (sic en cursiva) del «condicional» en una construcción como la que muestra el ejemplo 17 (), defenderían también que mediante dicho uso, que no dejan de citar como característico del lenguaje de los medios de comunicación, «el emisor presenta una información sin comprometerse con la verdad de su contenido y dando a entender que se trata de una información de segunda mano» (ibid.).
Similar es la interpretación que actualmente se lee en el Gtg (s. v. evidencialidad):
el hablante que afirma La escultura se habría vendido por un millón de euros no se compromete con la verdad del contenido proposicional que comunica, y da a entender además que ha recibido esa información de una fuente externa» (sic cursivas).
La referencia a una «modalidad evidencial» en relación con el «uso citativo» del «condicional» reapareció, como hemos visto (cfr. supra § 1.2), en . En esta misma línea general, , tras haber partido de la mención de dicho uso como evidentiality strategy en , ha aportado algunos ejemplos de forma en ‑ría en noticias de prensa para los que reclama la interpretación de base evidencial considerando que mediante el uso del CR «el hablante transmite una información notificada por otro hablante distinto a él» y que como consecuencia «no se compromete con la verdad de lo aseverado» (). Se trata de los ejemplos siguientes:
- (18a)
Junker aceptaría limitar la libertad de los trabajadores en la UE para que Londres le apoye (El Mundo, 5/6/2014)
- (18b)
El PNV ganaría las elecciones autonómicas del País Vasco el próximo 21 de octubre […], según una encuesta electoral que publica hoy el Centro de Investigaciones Sociológicas (CSI) […] (Europa Press, 5/10/2012)
- (18c)
[…] facturas falsas que, según dijeron fuentes judiciales, habrían servido supuestamente para ocultar gastos de la campaña presidencial […] (El País, 27/5/2014; sobre supuestamente, cfr. infra § 4.4).
En ellos, las formas en ‑ría aparecen, en efecto, trasladando información desde alguna fuente ―lo que se hace explícito en 18b y 18c, concluyendo al respecto la autora que «[l]o importante es que se sobreentienda una fuente de información que sea distinta al hablante» ()―, mientras que la única forma de Indicativo 0 (IND 0) ―el indicativo más realis― registrada en uno de ellos (publica, en 18b) refiere una realidad ajena al contenido de la información (re)transmitida.
Por su parte, ha presentado inicialmente dos fragmentos de prensa para ilustrar su ya mencionada idea (cfr. supra § 1.2) de que mediante este uso de ‑ría se transmite una información cuya fuente no es el propio hablante:
- (19a)
Pampita y Benjamín Acuña esperarían otro hijo (Clarín, 18/4/2014)
- (19b)
Los jugadores no entrenan y el presidente renunciaría esta noche (El Diario, 15/1/2014).
Más adelante () ofrece otra pareja de ejemplos para mostrar el uso de estas formas cuando se explicita una determinada fuente informativa, cuestionando, sobre esta base, la coherencia de una expresión como «condicional de rumor»:
- (20a)
Igor Shkuro […], autor ayer del secuestro de un avión […] que volaba entre Argel y Roma y que terminó sin mayores incidentes, tendría sus facultades mentales perturbadas, según se informó hoy en Roma (ABC, 27/9/1982)
- (20b)
Nols estaría considerando, según el propio Le Pen, la creación en Bélgica de un Frente Nacional de extrema derecha, similar al francés (El País, 1/10/1984).
Desde el punto de vista gramatical hemos de hacer notar que la redacción de 19b contrapone un «presente de indicativo» ([no] entrenan), transmisor de una realidad presente que el periodista puede, en efecto, conocer de primera mano, a una forma verbal renunciaría referida a un posible hecho todavía futuro que el mismo redactor no puede ―o no desea― comunicar como de cumplimiento pronosticable con seguridad, mientras que en el caso de 20a las formas verbales que transmiten la información como objetivamente conocida (volaba, terminó) son ambas temporalmente «pasadas» (de co-pretérito y pretérito, respectivamente, en términos bellistas), mientras que tendría puede ser temporalmente interpretable en la perspectiva de un presente más o menos «amplio», pero también en la de un co‑pretérito si la hipótesis se está refiriendo estrictamente a la mente del protagonista de la noticia en el tiempo en que se produjo el secuestro del avión.
, con apoyo en Ducrot (, ), explica el CR sobre la base de unos «discursos argumentativos o marcos de discurso previos» que «se presentan como la causa de la enunciación» cuando el punto de vista es evidencial (citativo), para más adelante referirse a «la imagen […] de un habla causada por un decir ajeno» que dará cuenta de «la enunciación resguardada y precavida que se manifiesta en los enunciados con CR» () y concluir hablando de unos encadenamientos argumentativos «no comprobados o no confirmados» en el caso de este uso verbal concreto que «construyen una determinada representación discursiva de los decires previos» (). Nada que objetar, por supuesto, a su referencia ―como tampoco a otras referencias― al carácter no comprobado o confirmado de una información así transmitida, que hemos verificado siempre entre las posibles aplicaciones textuales de unidades verbales cuya expresión corresponde a las formas simple y compuesta en ‑ría en combinación con determinados enfoques temporales, que condicionan su situación en el sistema verbal como vehículos expresivos del contenido funcional modal a que nos referimos en términos de irrealidad (cfr. supra § 1.1, 2.1, 2.4), con independencia de si en el texto en cuestión puede o no hablarse de una fuente de información o de un marco discurso previo.
3.3. Doble opción gramatical en la transmisión de noticias
En cualquier caso, bien fácil resulta hallar ejemplos de alternancia de formas de CR con otras de IND 0 ―carentes de cualquier marca en lo modal, como, si se quiere, y ya no digamos, igualmente en lo evidencial― exactamente en unos mismos textos comunicativos que transmitan información procedente de una misma fuente y, en su caso, con orientaciones temporales coincidentes o correferenciales. Veamos un primer ejemplo:
- (21)
Según fuentes extraoficiales, la teoría principal de la investigación señala que el hijo del fallecido, que conducía uno de los vehículos implicados[,] regresaba de una fiesta o cumpleaños […] y se dirigía hacia S[…], mientras el coche con el que colisionó iba en dirección a P[…]. Al sufrir el accidente habría llamado a su padre […], que se habría personado en el lugar del accidente en su vehículo.
El hijo, supuestamente, no estaría en unas condiciones óptimas para la conducción y habría huido del lugar. Mientras que su padre, al que, según indican, le flaqueaba la salud[,] habría sufrido una indisposición tras la que cayó al suelo golpeándose la cabeza, lo que explica el golpe que presentaba el fallecido, según fuentes presentes en el lugar. (Faro de Vigo, 5/12/2020).
Como ya hicimos observar anteriormente (, cfr. también ), se aprecia con facilidad que el redactor de esta noticia ha empleado formas verbales de IND 0 para transmitir los hechos que presenta como de conocimiento seguro, aquellos que previamente han podido ser objeto de verificación, mientras que emplea las «periodísticas» en ‑ría (las que aquí y en adelante transcribimos subrayadas) cuando comunica hechos puramente hipotéticos, pendientes, en el mejor de los casos, de ser confirmados, aun cuando correspondan al mismo espacio temporal al que se refiere la generalidad de las formas modalmente «reales». Sintomático es, por otro lado, que, y a diferencia de lo que se observaba en 18b y 18c (cfr. supra § 3.2), la alusión a las «fuentes» informativas aparezca en el ej. 21 siempre directamente vinculada a formas de IND 0 y no a las de CR, cuyo uso se nos está revelando como, frente a las primeras, transmisor de un determinado valor modal concretado en este caso en el rechazo a manifestar conocimiento sobre la realidad de los acontecimientos, subrayado en una ocasión por el empleo del adverbio supuestamente (cfr. infra § 4.4).
Similar alternancia entre formas de IND 0 y CR se aprecia en este otro fragmento de prensa:
- (22a)
La reyerta, en la que no se habrían utilizado armas, tuvo lugar cerca de una discoteca sobre las tres de la madrugada. Un grupo de jóvenes habría propinado golpes a la víctima, que falleció en el hospital (El Progreso, 4/7/2021).
De nuevo observamos con toda claridad que el redactor del texto ha empleado las primeras ―aquí en concreto tuvo y falleció― para comunicar objetivamente y como conocidos con seguridad los hechos por ellas transmitidos, en este caso con referencia al lugar y la hora en que se produjo el enfrentamiento mencionado y al posterior fallecimiento de la víctima en un hospital, mientras que la ausencia de armas en la pelea y el hecho de que un grupo de jóvenes hubiera procedido a golpes son componentes informativos de la misma noticia que, muy al contrario, por medio de las formas de CR ―aquí en concreto habrían utilizado y habría propinado― no se nos exponen como hechos verificados, sino en todo caso supuestos. La confrontación con la alternativa que hubiera proporcionado el uso del IND 0 también en estos dos últimos casos no permite otra conclusión. Cfr.:
- (22b)
La reyerta, en la que no se utilizaron armas, tuvo lugar cerca de una discoteca sobre las tres de la madrugada. Un grupo de jóvenes propinó golpes a la víctima, que falleció en el hospital.
La aquí ilustrada posible redacción del mismo fragmento empleando siempre las antedichas formas indicativas no irreales vendría a comunicar todo su contenido como constituido por acontecimientos cuya realidad hubiese sido verificada y que fuesen transmitidos a los lectores del periódico como conocidos con seguridad. Por otro lado, dada la índole de la propia noticia, resultaría más difícilmente esperable en ella el uso del CR en el caso del verbo fallecer («que habría fallecido en el hospital» transmitiría literalmente la ignorancia sobre si la muerte se produjo o no en el centro de salud mencionado), mientras que el de «habría tenido lugar» en lugar de «tuvo lugar» presentaría como no seguras las circunstancias espaciotemporales de la pelea sobre la que se nos informa.
Obvio debe resultar que la sustitución de la redacción de la noticia en cuestión (22a) por su alternativa eludiendo todo uso del CR (22b) o bien todo uso del IND 0 no altera ningún tipo de significado gramatical relacionado con la posible implicación de fuentes informativas, que cualquier lector hispanófono asumirá en cualquier caso como exactamente las mismas. La conmutación en el plano formal revela en cualquiera de estos supuestos que la raíz de la posible sustitución de elementos gramaticales ―verbales― no se halla en un factor de naturaleza evidencial como es la marca o no de una fuente, sino en una diferencia de contenido modal plasmada en la presentación de la información como conocida con suficiente seguridad o bien en una perspectiva, en mayor o menor medida, hipotética.
Otros ejemplos que podemos mostrar conducen con claridad a idéntica conclusión básica sobre la función de las formas de CR frente a las de IND 0 en la construcción de unos mismos fragmentos informativos. Veamos el caso siguiente:
- (23)
El niño de 5 años desaparecido en Barcelona y que los Mossos d’Esquadra buscan desde el pasado 8 de mayo habría sido supuestamente víctima de un caso de substracción de menores. Los padres de B[…], así se llama el pequeño, están en proceso de separación y habría sido su progenitora la que habría incumplido el régimen de custodia, pudiéndoselo llevar. (Diario Vanguardia, 28/5/2022).
De nuevo se aprecia que el IND 0 refiere hechos que la noticia transmite como conocidos con seguridad: que efectivos de la policía autonómica catalana buscan a un niño desaparecido, cómo se llama el niño y que sus progenitores están en proceso de separación. Por el contrario, las formas «periodísticas» en ‑ría refieren exclusivamente los hechos objeto de hipótesis, cuya realidad el informador no manifiesta conocer: los relativos a la posibilidad de una sustracción por parte de la madre incumpliendo presumiblemente un régimen de custodia. Obvio es que carecería de mayor sentido el empleo de esta misma construcción verbal para la comunicación de los hechos o realidades susceptibles de presentación objetiva; p. ej., «así se llamaría el pequeño» solo resultaría concebible si existiesen dudas sobre su identidad o «los Mossos d’Esquadra buscarían desde el pasado 8 de mayo» si el redactor de la noticia las albergase sobre la actuación de las fuerzas policiales o sobre su fecha de inicio. No es, en cualquier caso, la implicación de una fuente informativa el factor responsable del uso de posibles formas de CR. Por otro lado, la aparición del adverbio supuestamente al lado de la forma habría sido es, de nuevo, claro indicio del contenido hipotético transmitido por dicha forma (cfr. infra § 4.4).
El ejemplo 24 incluye, a diferencia del anterior, referencias explícitas a la fuente de información, pues ya comienza mencionando un auto judicial:
-
(24) En el auto al que Efe ha tenido acceso consta que M.[…] ha sido declarado procesado y citado para declaración indagatoria el próximo 13 de julio a las diez y media de la mañana. Él habría dado muerte a estas dos personas y se habría apropiado de 3.777.026 pesetas en metálico y de talones por importe de 542.159.
La resolución de la jueza indica que a la hora de cierre, en el último día de la semana laborable, la única persona señalada en estas casi tres décadas sabía que se hacía el recuento y, como era un conocido del sitio, habría accedido al local, sito en el polígono, solo o en compañía de otra persona no identificada, con la intención de apropiarse de la recaudación de la jornada, la cual estaba dentro de la caja de caudales.
Con el propósito de ocultar su participación en los hechos, evitando ser delatado por los empleados, les habría disparado a corta distancia, a ambos, con una pistola del calibre nueve milímetros parabellum. (El Progreso, 4/7/2021).
Hemos de comenzar destacando aquí la presencia de dos verbos (formas consta e indica) significadores de la transmisión de un contenido desde su fuente de procedencia, de los cuales las formas en dependencia directa no son las supuestamente «evidenciales», sino, muy al contrario, las modalmente conjugadas en IND 0: ha sido declarado (y citado), sabía y era. Una vez más observamos que la redacción de la noticia emplea estas formas para transmitir realidades presentadas como conocidas ―y, desde luego, en el primer caso resultaría completamente inviable el uso del CR «*habría sido declarado y citado»―, mientras que las apariciones de ‑ría se refieren a hechos que han debido ser objeto de reconstrucción y nos son transmitidos en la correspondiente óptica modal supositiva. Con toda claridad apreciamos una vez más que la alternancia en el uso de las formas en ‑ría y las modalmente no marcadas no puede guardar relación alguna con la implicación o no de una fuente informativa, que esta vez, y ya para empezar, ha sido objeto de mención expresa.
El fragmento siguiente (25) ilustra inequívocamente la doble opción gramatical CR / IND 0 en idénticos contextos de transmisión de información, con indicación de las fuentes:
- (25)
Israel ha informado hoy de que habría 190 rehenes en manos de Hamás. Mientras que la organización Euro-Med Human Rights Monitor señala que a fecha de 14 de octubre Israel mata a 14 palestinos cada hora «en su ataque brutal a Gaza» a través de ataques a la Franja que equivalen a una «cuarta parte de una bomba nuclear» (Público, 16/10/2023, comillas originales).
La señalada igualdad de circunstancias se manifiesta aquí en el uso explícito de los verbos semánticamente congruentes informar y señalar tras la mención de las correspondientes fuentes informativas. Tampoco en este texto periodístico la variación gramatical en los verbos subordinados (habría / mata, equivalen) puede comunicar en manera alguna una diferencia relativa a la toma o no en consideración de una fuente, sino que supone la presentación del primer componente informativo (el número de rehenes comunicado por Israel) en términos de información no confirmada, frente a la comunicación como hechos verídicos de lo transmitido desde la segunda fuente citada.
Añadamos ahora otro ejemplo en el que únicamente se registra un caso de CR al lado de otras formas verbales, todas de IND 0:
- (26)
La Policía constató que fue minutos después cuando el profesor realizó la última llamada, a una amiga que según contó a los agentes, no había detectado nada extraño. Se desconoce con certeza la relación que D[…] y la víctima mantenían, aunque la investigación apunta a que el joven le ofrecería su compañía a cambio de una compensación económica (Faro de Vigo, 14/1/2022).
En este fragmento apreciamos que dos formas de IND 0, en concreto realizó y había detectado, aparecen tras verbos cuyos sujetos explicitan la existencia de una fuente de información: constató (sujeto la Policía) y contó (sujeto una amiga, cuya declaración, además, nos llega por mediación de la policía, esto es, disponemos nada menos que de una fuente informativa citada a través de otra). La misma fuente policial se halla tras la forma ofrecería, pero es bien sintomático que dicha forma aparezca dependiendo de un verbo como apuntar, esto es, haciendo referencia a una posibilidad sugerida, no una realidad verificada, frente a la presentación como hechos reales de los referidos por realizó y había detectado. De nuevo se hace patente que el empleo de un CR no supone, frente al de otras formas indicativas, alteración alguna en cuanto a la intervención de fuentes informativas, pero sí en cuanto a un enfoque modal vinculable a una dicotomía como real / irreal.
Similar evidencia podemos hallar ante este otro ejemplo periodístico de solitaria forma en ‑ría en un contexto en que predominan las formas verbales de IND 0:
- (27)
«La relación entre los padres era normal a los ojos de los vecinos», añadió el alcalde en referencia a la principal hipótesis de la investigación abierta para aclarar lo ocurrido según la cual la madre podría haber matado a sus hijas para evitar que el padre pudiera quedarse con su custodia ya que ambos se habían separado hace un año y la intención de la mujer era marcharse con ellas […]. Esta hipótesis cobra fuerza toda vez que, según la Guardia Civil, la agente no había tenido ninguna baja por problemas psicológicos (leonoticias.com, 17/12/2022).
Es llamativa en el fragmento la aparición, dos veces, de un sustantivo de la significación de hipótesis directamente vinculado a la presentación del hecho formulado por medio de la forma podría (de la que acabará dependiendo un pudiera en este caso subjuntivo irreal, SUB 2) mientras que otros hechos o situaciones comunicados como de conocimiento real son formulados por medio del IND 0 incluso cuando se explicita la existencia de una fuente de información («era normal a los ojos de los vecinos» ―afirmación, además, retransmitida por el alcalde citado―, «según la Guardia Civil la agente no había tenido […]») o cuando el hecho conocido establece una relación de causalidad con lo que explícitamente se nos presenta como hipotético («[…] hipótesis […] según la cual […] ya que ambos se habían separado y la intención de la mujer era marcharse con ellas […]).
Para terminar, vamos este breve ejemplo, extracto de una noticia sobre el descubrimiento de restos humanos tras un corrimiento de tierras en la localidad española de Cartagena:
- (28)
Agentes de la Policía científica acordonaron la zona […] y tomaron muestras de los restos. De esas primeras pesquisas se desprende(n) que los huesos corresponden al menos a tres cuerpos que llevarían enterrados más de ochenta años. (La Verdad, 26/5/2023).
Reduciendo nuestra observación a los dos verbos introducidos a continuación de se desprende, bien claro resulta que en el fragmento se emplea el IND 0 (corresponden) para comunicar el dato expuesto como suficientemente seguro de que los huesos hallados pertenecen como mínimo a tres esqueletos distintos; en contraposición, la forma «periodística» en ‑ría es usada para transmitir una información que se nos presenta como todavía no verificada ―en concreto, el tiempo que puede haber transcurrido desde el enterramiento―, conjeturada desde unas elocuentemente aducidas primeras pesquisas, explicitación de la fuente externa de la que proceden por igual las informaciones referidas por una y otra formas verbales, una y la misma en cualquier caso.
3.4. La doble opción gramatical y la adición de prótasis condicionales
Si hasta el momento hemos comentado sobre todo fragmentos de prensa relacionados con «sucesos» o noticias calificables de policiales, otro subtipo informativo en que resulta especialmente esperable la aparición de formas de CR es el constituido por la exposición, a partir de algún tipo de encuesta, de predicciones que, por su propia naturaleza, constituyen regularmente suposiciones sujetas a toda suerte de vaivenes o posibles errores. El antes citado ejemplo 18b, desde , pertenece concretamente al ámbito de los sondeos electorales, en el que el uso de estas formas verbales resulta de entrada fácilmente esperable dado el carácter hipotético de toda proyección basada en los resultados de este tipo de consultas previas.
Observemos ahora otro fragmento perteneciente al mismo ámbito informativo:
- (29)
Así van las encuestas de las elecciones en Castilla y León: el PP se aleja de la mayoría absoluta [= Titular].
En plena campaña de las elecciones en Castilla y León, las encuestas señalan un posible escenario claro que acercaría a Alfonso Fernández Mañueco a repetir como presidente de Castilla y León al darse unas matemáticas, a priori, más favorables para el bloque de la derecha […] que para el PSOE […]. De cumplirse lo que prevén la gran mayoría de los sondeos, el PSOE pasaría de ser la lista más votada en las elecciones de 2019 a quedarse de nuevo como segunda fuerza política al recuperar el Partido Popular la hegemonía electoral que perdió en los últimos comicios.
[…]
De materializarse el 13-F esta coyuntura, Vox podría ser clave en una futura investidura, ya que según destaca el último sondeo […], en esta nueva llamada a las urnas Vox se haría con un total de más de 100.000 votos. La encuesta de IMOP-Insigths para ‘El Confidencial’ apunta a que la formación podría hacerse con un 13 % del electorado y conseguir entre nueve y 11 representantes. (El Confidencial, 31/1/2022).
De entrada, hemos de destacar aquí la presencia de dos prótasis condicionales (De cumplirse y De materializarse), que nos devuelven a la observación de sobre una «condición implícita» como inherente al uso del CR ―condición que en estos dos casos se ha hecho explícita― y a nuestra antigua interpretación de este uso verbal como realización de un contenido irreal relacionable con una prótasis condicional elíptica del tipo de «si fuesen ciertas estas informaciones» (cfr.). Como de nuevo observamos fácilmente, el redactor de la noticia emplea las formas no «periodísticas» de IND 0 para transmitir los hechos que considera en su realidad objetiva: que de acuerdo con las encuestas el PP se aleja de la mayoría absoluta, que la gran mayoría de los sondeos prevén un determinado resultado, que el PP perdió las elecciones precedentes (dato verificado en el pasado y sobre el que, en consecuencia, no procede formular hipótesis alguna). Las previsiones en cuanto a posibles resultados electorales son, como es habitual en estos casos, presentadas como hipótesis en la característica óptica que las formas de CR transmiten. La alternativa que hubiera supuesto el uso del IND 0, en este caso mediante las correspondientes formas de futuro, habría implicado que el periodista se permitiese «adelantar acontecimientos» por medio de afirmaciones como «el PSOE pasará de ser la lista más votada a…», «Vox podrá ser clave … se hará con un total de… podrá hacerse con un 13 % del electorado…», afirmaciones que el redactor de la noticia se ha guardado obviamente de anticipar como si se tratase de resultados seguros, pero que, aun en el caso de que se hubiera atrevido a hacerlo, no se habrían señalado ni dejado de señalar como más ni menos dependientes de la fuente originaria de cualquiera de estos elementos informativos.
La vinculación de la mención de una fuente de información con los dos tipos de enfoque modal se aprecia en otro ejemplo como
- (30)
Según una encuesta [en mayúsculas en el original.
Feijóo aventajaría en tres puntos a Sánchez como presidente del Gobierno [=Titular]
Un 17% de votantes socialistas apostarían por el gallego como aspirante a la Moncloa. El candidato a presidir el PP triunfa entre las capas de mayor edad, según Metroscopia. (El Confidencial, 3/3/2022).
En efecto, bien visible resulta la presencia de dos frases preposicionales introducidas por según («según una encuesta» y «según Metroscopia»), la primera de las cuales se vincula a la construcción con CR que constituye el titular de la noticia mientras que la segunda lo hace a una cláusula cuyo verbo figura en «presente de indicativo» (triunfa) y que transmite como real el hecho estadísticamente objetivo, referido directamente a los datos proporcionados por la encuesta, de la predilección entre los opinantes de mayor edad por el candidato mencionado. En el caso del titular, como en la primera cláusula del siguiente fragmento, la redacción opta por la presentación en forma hipotética de unos hechos que no dejan de desprenderse del mismo sondeo, pero que aquí reciben el tratamiento lingüístico de su proyección a una irreal situación comparable a la que explicitaría una prótasis del tipo «si las elecciones se celebrasen hoy», precisamente la que hallamos en otra secuencia informativa como es la más abajo reproducida en el ejemplo 31, de manera que se aprecia la total coherencia gramatical entre ambos términos de la estructura condicional en cuanto a la noción modal de irrealidad, al margen de que también en ella se lea, y de nuevo mediante el uso de según, una referencia a la fuente de información, con independencia de la cual las formas verbales transmiten diferentes valores modales:
- (31)
El PSOE ganaría las elecciones si se celebrasen hoy […] según el barómetro del CIS de junio (El País, 16/6/2023).
La misma noticia cuyo encabezamiento hemos ilustrado en el ejemplo 30 introduce un condicionante irreal más adelante en el cuerpo del texto. Nos referimos al fragmento que constituye el ejemplo 32, en el que la construcción «en el escenario de que fueran» emplea una forma de subjuntivo 2, la serie modal específica en castellano común para la expresión de la condición irreal, con la particularidad de que esta vez la forma verbal no aparece introducida por una conjunción condicional, sino por un nexo sintácticamente complejo:
- (32)
Es la principal conclusión que se desprende de un sondeo publicado por Metroscopia, que avanza que Feijóo aventajaría en tres puntos a Sánchez como presidente del Gobierno preferido en el escenario de que fueran las dos únicas opciones para superar una investidura (El Confidencial, 3/3/2022).
Presencia reiterada de prótasis condicionales ―junto con un caso de concesiva con aunque― en forma gramatical funcionalmente irreal, de SUBJ 2, hallamos en la redacción de esta otra noticia de prensa:
- (33)
El PP ganaría las elecciones, pero no podría gobernar si Sumar integra a Podemos. [Titular].
El PP ganaría las elecciones generales del 23 de julio con unos 131 escaños pero no podría gobernar ni con Vox si Sumar integrara a Podemos en su candidatura, según la encuesta de 40dB que publica este lunes el diario El País.
Si Sumar […] y Podemos acudieran en solitario[,] el PP […] y Vox […] podrían sumar hasta 177 escaños […]
En este escenario el PSOE se quedaría en 111 diputados, Sumar tendría 22 y Podemos 3 […].
Pero si concurrieran juntos Sumar y Podemos, el bloque de la derecha se quedaría(n) en 169 parlamentarios. Aunque tuviera el apoyo de un diputado de UPN, PP y Vox se situarían a seis escaños de la mayoría absoluta. En este caso, PSOE y Sumar lograrían un total de 148 parlamentarios. (El Progreso, 5/6/2023, subrayamos en el ejemplo todas las formas en ‑ría).
Es, en efecto, mayoritaria en su redacción la utilización de formas en –ra en sus usos modalmente subjuntivos irreales (integrara, acudieran, concurrieran, tuviera) introducidas por conjunción condicional o bien concesiva. En el caso de la construcción condicional cuya prótasis ofrece la forma integrara, se adjunta también, una vez más mediante el tan habitual recurso a según…, la alusión a una fuente informativa, pero las formas en –ría están más que visiblemente expresando en dicha estructura su valor modal característico en las apódosis condicionales tradicionalmente rotuladas como «irreales». En otras dos ocasiones la posible prótasis irreal es sustituida por una frase preposicional (En este escenario, En este caso) igualmente referente de unas circunstancias que no son las reales en el momento. Tan solo en el titular la forma en –ría aparece sintácticamente vinculada a una forma modalmente no irreal, a un «presente de indicativo» con el que configura el esquema que formulaba «SI + presente del indicativo / potencial», respecto del cual señalaba un «predominio aplastante» en el lenguaje periodístico (un 89 % en su corpus, bien que en no todos los ejemplos reunidos por el investigador sueco la forma de «potencial» ofrezca el uso concreto de un CR), relacionándolo seguidamente ―como de hecho ya Lapesa (cfr. supra § 3.2)― con el estilo indirecto «ya que se trata de presentar lo que se ha oído decir o lo que uno cree por deducción propia» ―pero cfr. lo argumentado por en cuanto a la diferenciación entre un marcador gramatical, como se refiere al Reportive Conditional (cfr. supra § 3.1, n. 20), y el concepto discursivo de indirect speech―. Como sea, se está produciendo un cambio de enfoque modal y tanto reflejo de fuente como deducción puede señalarse en uno y otro casos.
Una mayor proporción de alternancias modales por medio de la utilización del IND 0 (en futuro y en apódosis en dos repeticiones de una misma construcción, ya para empezar) se aprecia en la redacción de la noticia por parte del diario aludido en la anteriormente reproducida:
- (34)
Sondeo 40dB.
El PP ganará las elecciones, pero no lograría gobernar si Díaz agrupa a Podemos con Sumar el 25‑J. [Titular].
El PP ganará las elecciones generales del 23 de julio, pero no podría gobernar si Yolanda Díaz lograse agrupar a Podemos en Sumar, según una encuesta del instituto 40dB […]. Si Sumar y Podemos concurriesen por separado en julio, el PP y Vox sumarían 177 escaños […] mientras que el PSOE se quedaría en 111 […]. Si acudiesen juntos a las urnas, el bloque de la derecha sumaría 169, que si se añade el escaño de UPN serían 170, y la izquierda reuniría 148. […]. (El País, 5/6/2023).
Observemos en este último ejemplo que la estructura condicional presente en el titular es, de nuevo, modalmente híbrida (con IND 0 en la prótasis e IND 2 en la apódosis, dispuesta esta última en primer lugar), mientras que al final del fragmento aparece una estructura similar, esta vez con dos apódosis irreales coordinadas («si se añade […] serían […] y […] reuniría […]». E idéntica hibridación modal encontramos, ahora con coordinación en prótasis, en el tercer párrafo del fragmento que a continuación ejemplificamos como 35 («si […] no consigue […] y […] tampoco logra […] volvería […]»), en el cual es absolutamente mayoritario, ya desde el titular, el empleo de las formas de CR para la formulación de las hipótesis referidas al futuro en el hipotético supuesto de que se repitiesen elecciones generales en España (lo que de hecho no llegó a suceder):
- (35)
La derecha se acercaría más a la mayoría en unas nuevas elecciones pero el Gobierno seguiría en manos de Puigdemont [titular]
El PP aumenta ligeramente su ventaja frente al PSOE con un panorama de estabilidad en la primera encuesta tras las elecciones del 23-J [2.º titular]
Una repetición electoral no despejaría el escenario político en España. Si Alberto Núñez Feijóo no consigue la investidura en la sesión de los días 26, 27 y 29 de septiembre y Pedro Sánchez tampoco logra suficiente respaldo antes del próximo 27 de noviembre, el voto de los españoles el próximo 14 de enero volvería a devolver un resultado ambiguo, con las mismas mayorías posibles el pasado 23-J. Según la encuesta de Sigma Dos […], el Partido Popular volvería a ganar y aumentaría su ventaja respecto al PSOE, pero seguiría sin ser suficiente para gobernar.
Alberto Núñez Feijóo mejoraría su resultado del 23-J y crecería hasta los 140 escaños, apoyado en un 34,2%. Pese a la decepción que se instaló en Génova tras el escrutinio de las generales, que se tradujo en una sensación de oportunidad perdida frente a un Sánchez que había sido derrotado en las autonómicas del 28-M, el PP crecería 1,2 puntos y 3 escaños respecto a su resultado en las elecciones del pasado julio.
Pero no le valdría. El sondeo de Sigma Dos subraya que la derecha tampoco sumaría ahora una mayoría suficiente para que Feijóo alcanzase el Palacio de La Moncloa. La encuesta fue realizada a partir de 1.933 entrevistas entre el 17 y el 24 de agosto, tras la constitución de las Cortes y el primer pacto del PSOE con los independentistas para la Mesa del Congreso de los Diputados.
Y ello pese a que Vox mantiene una base sólida de votantes y obtendría un 12,7%, […], aunque con 32 diputados, uno menos de los que tiene actualmente. Las turbulencias dentro del partido […] no daña[n] especialmente las expectativas electorales del partido de Santiago Abascal.
La suma de Partido Popular y Vox alcanzaría 172 escaños, dos más que en las últimas elecciones generales. Pero sin socios suficientes para alcanzar los 176 necesarios para la investidura. Tanto Unión del Pueblo Navarro como Coalición Canaria suman un diputado cada uno. El actual bloque que respalda la investidura de Alberto Núñez Feijóo se quedaría en 174 diputados.
En el otro lado, la situación de Pedro Sánchez sería igual de precaria que actualmente y seguiría dependiendo del apoyo de todos y cada uno de los partidos nacionalistas e independentistas para llegar a un máximo de 176 diputados, que permitirían investirle por la mínima. (El Mundo, 27/8/2023; la redacción del resto de la noticia mantiene los mismos recursos en cuanto a formas verbales).
Por lo demás, en el fragmento aparece una forma de SUB 2, alcanzase, modalmente congruente en cuanto a su irrealidad con la indicativa sumaría, con la que aparece sintácticamente relacionada (por medio de la subordinación con nexo para que). En cuanto a las formas de IND 0, sin contar las que figuran en las dos prótasis condicionales ya mencionadas, hacen referencia bien a realidades presentes, ya externas, ya inherentes a los datos de la propia encuesta (formas aumenta, subraya, mantiene, tiene, daña, suman, respalda), o bien, como en el caso del anterior ejemplo 29, a hechos verificados en el pasado sobre los cuales no procede formular hipótesis alguna (formas instaló, tradujo, había sido derrotado). La contraposición de enfoques modales en relación con el valor que llamamos irrealidad se hace en este texto especialmente visible y nos lleva una vez más a la verificación de la oposición gramatical que se está haciendo funcionar mediante la utilización de unas y otras formas verbales.
3.5. La doble opción gramatical como aplicación de la oposición ± irreal
De la manera más sencillamente comprensible, un titular como el que constituye el ejemplo 36 muestra de forma especialmente incontrovertible que el uso del CR frente al del IND 0 en informaciones procedentes de sondeos electorales no guarda relación alguna con la existencia de una fuente informativa; cfr.:
- (36)
El PP roza la mayoría absoluta en el Ayuntamiento de Murcia y arrebataría al PSOE la alcaldía (El Mundo, 16/1/2023).
Obvio resulta que la fuente es, una vez más, la misma en los contenidos transmitidos por las formas verbales roza y arrebataría, pero la primera se refiere al hecho objetivo de la proporción visible en los resultados de la encuesta, mientras que la segunda lo hace, como en nuestros anteriores ejemplos 30 y 31 (con prótasis explícita en el segundo, cfr. supra § 3.4), a la hipótesis irreal de que las correspondientes elecciones se celebrasen «en este momento».
Pasando de un titular al propio cuerpo de una noticia, la reiterada alternancia modal entre un total de nueve formas verbales se aprecia en el ejemplo siguiente:
- (37)
El Partido Popular […] ganará las elecciones del próximo domingo con un 35,4 % del voto […] Los populares lograrían entre 145 y 150 escaños, en función de los últimos restos en juego. También es la primera vez que Feijóo logra alcanzar esa barrera en la encuesta […]
El PP se impondría por 7,4 puntos al PSOE […], que retrocede tres décimas y se quedaría en el 28 %, con un resultado muy parecido al que logró hace cuatro años. Los socialistas obtendrían entre 105 y 110 diputados en el Congreso y quedarían en todos los casos a unos 40 escaños del PP. (El Mundo, 17/7/2023).
El diario del que se ha extraído fragmentariamente esta noticia aludía de manera explícita (ya en la línea que precedía al titular) a sus bases: una encuesta llevada a cabo por la empresa Sigma Dos («la encuesta» aquí referida al final del primer párrafo del ejemplo). Esta es la única fuente desde la que la redacción de la noticia expondrá todos los elementos que integran su contenido. Y verificamos que dicha redacción alterna una y otra vez (excepto justo al final) el uso de formas de IND 0 y de CR, empleando las primeras para transmitir directamente resultados de la propia encuesta (vaticinio ―notemos que el redactor esta vez sí se lo permite― de que el PP ganará las elecciones, ascenso porcentual del candidato que por primera vez logra una determinada cifra y descenso del partido que en la encuesta retrocede tres décimas), así como para recordar el hecho objetivo del resultado que el PSOE logró en las anteriores elecciones generales; en contraposición, emplea una vez más las formas en –ría en la perspectiva modal característica de la vinculación a una prótasis condicional irreal como podría ser «si se celebrasen hoy mismo las elecciones» o «si estos fuesen los resultados definitivos».
Especialmente indudable en cuanto a su interpretación de base modal resulta, por otro lado, el hecho de que, en el contexto situacional de un cómputo de votos, una misma noticia pueda partir de una formulación por medio de formas en ‑ría para dar paso a otra expuesta en IND 0 cuando el avance del escrutinio no parece ya dejar mayores dudas sobre las cifras que serán definitivas. Confrontemos, por ejemplo, el titular que reproducimos en 38a, extraído de una edición digital de prensa cuando la información disponible sobre el cómputo en cuestión ―en concreto, en unas elecciones municipales―, se hallaba aún en el 55 %, con el titular que lo sustituyó ya en torno a las 0 horas del día siguiente, cuando la misma fuente precisaba que el voto cuantificado ya alcanzaba el 98,74 % (38b):
- (38a)
PSdG y BNG mantendrían el gobierno local con el 55% escrutado (El Progreso, 28/5/2023)
- (38b)
Méndez retiene la alcaldía, Candia gana las elecciones y la Diputación está en el aire (El Progreso, 29/5/2023).
Patente viene a resultar de nuevo que no existe diferencia alguna en cuanto a la fuente informativa, sino entre dos fases de un mismo escrutinio. Lo que la redacción de la noticia transmite al variar su formulación verbal es que en el primero de ambos momentos, con el recuento en el 55 %, los resultados se formulan todavía como no seguros, admitiendo en todo caso la hipótesis de que las proporciones provisionales de votos se mantuviesen hasta el final, mientras que posteriormente, cuando el escrutinio se aproxima ya al 99 % de las papeletas, es perfectamente posible dar por definitivos unos resultados que el exiguo porcentaje aún no verificado no podrá alterar en lo que se refiere en concreto a las dos mencionadas candidatas a una misma regencia municipal, por lo que las formas en ‑ría han dado paso a las «reales» de IND 0.
La misma contraposición formal, y esta vez directamente tras la finalización de un escrutinio, observamos en otro titular de prensa como
Se nos habla aquí de resultados electorales en el caso concreto de la capital de Galicia. El porcentaje de votos obtenido por el partido mencionado en este titular justifica que la redacción de la noticia haga uso del IND 0 para afirmar con seguridad que se trata de un resultado que «hace historia», mientras que el acceso a la alcaldía de la correspondiente candidata depende todavía de un posible pacto con otro partido político, por lo que en el momento en que se comunica esta información no puede darse aún por seguro.
De otro tipo de ámbito informativo, esta vez ante la presentación de las características de un nuevo modelo de automóvil, todavía no a la venta, podemos reproducir un fragmento como el siguiente:
- (40)
Puertas adentro, se repite la estrategia: […] el cuadro de instrumentos está protegido por una doble capilla semicircular, pero se trata de una pantalla digital […] táctil y que se organiza a base de widgets. De hecho […], incluye el asistente de voz […] al que se puede dar órdenes relacionadas con el coche… o con nuestro hogar.
En cuanto a la habitabilidad, apenas se conocen datos: el maletero tendrá unos 500 litros, que es una buena cifra[,] y en las plazas traseras, el espacio para las piernas sería el mejor de su categoría.
[…]
La gama se completará con un […]. Asimismo habrá otro motor de gasolina […] que no se venderá en Europa.
(Marca, 8/2/2022).
Nos interesa hacer observar aquí que, en un contexto en que no faltan las formas verbales de «presente» y «futuro» de IND 0 (y alguna otra que no figura en los fragmentos concretos aquí reproducidos), el periodista ha introducido un sería que, en cuanto a la información que el lector percibe, no puede suponer cambio gramatical alguno relacionable con sus posibles fuentes (implícitamente las mismas a lo largo de toda la información), sino que refiere el mencionado espacio en las plazas traseras del vehículo en una óptica modal que elude su presentación en términos de realidad conocida con seguridad (la que se hubiese verbalizado mediante el uso de es o será en las respectivas perspectivas temporales presente / futura).
Y procediendo a la observación de una noticia perteneciente al ámbito deportivo, en esta ocasión con cita expresa de fuentes, apreciamos la misma alternancia formal en un ejemplo como
- (41)
Según la consulta de Europa Press a varios expertos de Legálitas, la promesa […] «no» sería vinculante porque debe ser escrita y la competencia es de la Junta Directiva.
Para los expertos, las declaraciones […] deben entenderse como una propuesta u oferta, pero «no» se trata de un contrato, puesto que en el ámbito de los deportistas profesionales se exige que el mismo sea escrito y el presidente de la RFEF propone, pero es la Junta Directiva la que tiene la facultad de […]. (El Progreso, 31/8/2023, entrecomillados originales).
De nuevo verificamos que las formas gramaticalmente no irreales (varias de IND 0 junto con la subjuntiva sea) se refieren a componentes informativos presentados en su realidad objetiva, mientras que la perspectiva modal hipotética es transmitida por la única forma en –ría (sería), una vez más precedida de un complemento introducido por según, pero que hace referencia exactamente a la misma fuente de información (los «expertos» dos veces aludidos) de la que derivan las restantes construcciones verbales.
En cualquiera de estos casos se hace de nuevo más que evidente que el recurso al CR, lejos de comunicar per se la existencia de una fuente informativa, nos remite a alguna de las posibilidades de distinción de contenidos propiamente modales que se hallan gramaticalizadas en el sistema verbal español. La oposición de valores gramaticales manifestada en el uso de unas u otras formas radica en la categoría verbal modo tal como la reconocemos en la estructura de dicho sistema; en concreto, e insistamos una vez más en ello, en la oposición modal que formulamos en términos de irreal / no irreal (±irreal), aquella que en su posible combinación con el modo indicativo reclama el uso de la forma verbal cantaría para la expresión de, entre otras, la relación temporal de presente.
4. FORMAS VERBALES Y TRANSMISÓN DE INFORMACIÓN
Obvio ha resultado, en resumidas cuentas, el hecho de que en el lenguaje de los medios de comunicación en lengua española la transmisión de una información procedente de alguna fuente no exige forzosamente, ni muchísimo menos, el uso de formas de CR, ni cuando se omite toda referencia a tal fuente ni cuando es objeto de identificación explícita.
4.1. Prescindibilidad de las formas de CR
En efecto, hemos visto ya suficientes muestras de redacción periodística en que las formas modalmente no irreales predominan sobre las de CR. Con toda claridad este es también el caso del ejemplo siguiente:
- (42)
La víctima recibió varias puñaladas. Aunque recibió una cerca del corazón, la más grave sería otra que estuvo cerca de atravesarle el pulmón. Recibió también varias cuchilladas en la cabeza.
La agresión se habría producido de forma prácticamente repentina e inesperada. Según testigos, el agresor había discutido previamente con un joven y el ahora herido intentó mediar para zanjar el desencuentro. Tras esa intervención, y de forma inesperada, el agresor se alejó y volvió casi inmediatamente con un cuchillo y comenzó a agredir a la víctima, que intentó protegerse cogiendo un taburete para usarlo como escudo, según algunos testigos del ataque. (El Progreso, 17/7/2023).
Nótese que en la exposición de esta noticia, que nos devuelve a la temática de los sucesos, las dos únicas formas en ‑ría comunican, como en todos nuestros ejemplos precedentes, hechos presentados bajo la óptica modal de la hipótesis, mientras que la mención explícita de testimonios (mediante el habitual recurso a la preposición según) aparece en ella siempre vinculada a formas verbales de IND 0, transmisoras de la información como verídica, que la periodista firmante de estas líneas en el diario lucense El Progreso empleó también en la redacción del primer párrafo para presentar como verificado el hecho de que la víctima recibió varias puñaladas, una de ellas cerca del corazón y otra en el pulmón, así como varias cuchilladas en la cabeza, información que, obviamente, ofrecía a partir de alguna fuente externa (pues claro debe resultar que no fue testigo presencial del ataque ni exploradora de la anatomía de la víctima).
Más allá de este tipo de fragmentos de prensa en que las formas de CR aparecen en un porcentaje minoritario, no resulta menos obvio que el lenguaje periodístico puede perfectamente prescindir por completo de estas formas a la hora de comunicar una noticia. Observemos, por ejemplo, la redacción del ejemplo 43, que, pese a su reiterada mención de fuentes concretas, muestra exclusivamente formas verbales de IND 0, las transmisoras del contenido gramatical del indicativo sin adición de otro matiz modal marcado, comunicando por tanto hechos que se presentan no como hipótesis, sino en este caso como resultantes de dictamen pericial y con empleo de, entre otros recursos semánticos, un verbo como confirmar, una expresión como mostrarse convencido y una elocuente calificación de «clara y confirmada» para una previa suposición:
- (43)
Un informe apunta que el principal sospechoso […] manipuló el equipo de navegación de su coche [= Titular de la noticia]
Un informe pericial sobre el vehículo Volkswagen T Roc, propiedad de […], ha confirmado la «manipulación» realizada en el equipo de navegación del turismo.
Aunque el informe definitivo está a expensas de «dos cuestiones» relativas al análisis del módulo de navegación del turismo que fue remitido a la empresa fabricante en Alemania […] para un exhaustivo examen, el experto de la empresa SEADA, que realizó una primera diagnosis, ya ha trasmitido a la juez titular de Instrucción número 5 que parecen confirmarse las primeras hipótesis, es decir, que dicho sistema fue manipulado.
Así lo apunta el responsable de SEADA a través de un escrito en el que se muestra convencido de que los análisis que se siguen en Alemania, que han sido complejos, ayudarán con el caso y con la lectura del equipo de navegación, según informaron a Europa Press fuentes jurídicas.
De hecho, a falta de un par de cuestiones y de la recepción de informe definitivo desde Alemania, el perito de SEADA […] anticipa a la juez «clara y confirmada» la manipulación del sistema de navegación del T Roc. (El Mundo, 7/6/2022).
[La noticia continúa sin que en su redacción se emplee una sola forma verbal en ‑ría].
Y el uso generalizado de las formas verbales gramaticalmente «reales» tampoco deja de resultar documentable en informaciones basadas en un escrutinio electoral. Siguiendo, por ejemplo, la información progresiva que el diario El País ofreció en su edición en línea a lo largo de la jornada del 27 de julio de 2023 (elecciones generales en España), hemos podido verificar que únicamente en un primer momento, cuando el cómputo de votos todavía acababa de superar el 25 %, la redacción de la noticia empleó una forma en ‑ría, situada entre dos «presentes de indicativo»:
- (44a)
Los bloques de derecha e izquierda comienzan igualados con más del 25 % escrutado.
[…] Los populares ganarían con claridad, aunque en todos los escenarios necesitan de la ultraderecha.
[Información disponible a las 21.30 h].
De nuevo advertimos aquí la configuración gramatical de lo expuesto mediante la señalada forma como si se conectase a una prótasis condicional irreal, como en este caso podría ser «si estas cifras fueran~‑sen las definitivas». Pero la redacción inmediatamente posterior eliminaba ya toda posible forma de CR, refiriendo en términos de realidad gramatical la situación momentánea que se desprendía del escrutinio:
- (44b)
Los bloques de derecha e izquierda, igualados con más del 30 % escrutado.
El PSOE aventaja al PP en 5 escaños. Los populares y VOX obtienen 160 y los socialistas y Sumar logran 162 diputados.
[Información disponible a las 21.35 h].
Este proceder se mantendría inalterado en la información proporcionada durante el resto de la jornada por el diario madrileño, que inicialmente se limitó a introducir variaciones en las cifras a medida que el cómputo avanzaba. Cuando este alcanzaba ya una proporción del 65 % de los votos emitidos aquel día, la redacción hubo de ser variada, pero manteniéndose el uso exclusivo de los «presentes de indicativo» (sin alteración alguna en los casos de obtienen y logran):
- (44c)
Las derechas superan ligeramente al bloque de la izquierda con el 65 % escrutado.
El PP aventaja al PSOE en tres escaños. Los populares y VOX obtienen 164, y los socialistas y Sumar logran 158 diputados.
[Información disponible a las 22.10 h].
Diez minutos más tarde había variado de nuevo la redacción (junto con las cifras), pero una vez más sin alterar los usos verbales:
- (44d)
El PSOE resiste el embate del PP con el 75 % escrutado.
Los populares (132) aventajan ligeramente a los socialistas (127), pero no suman mayoría absoluta con VOX. El bloque de derechas (165) supera ligeramente a las izquierdas (157).
[Información disponible a las 22.20 h].
Con una nueva modificación de cifras por medio sin alteración del texto, media hora después el periódico se expresaba ya en términos de resultados generales irreversibles y sin aventurar especulaciones, prosiguiendo, en consecuencia, con el uso exclusivo de formas modales de IND 0 («presentes de indicativo», en concreto), lo que mantendría hasta el final de la jornada:
- (44e)
El PP gana pero no alcanza la mayoría con VOX con más del 90 % escrutado.
El PSOE de Sánchez resiste el embate (122 escaños), pero los populares aventajan el recuento (136). El bloque de derechas (169) supera a las izquierdas (153).
[Información disponible a las 22.50 h].
- (44f)
El PP gana, el PSOE resiste y la derecha no logra la mayoría con el 95 % escrutado.
Pedro Sánchez resiste (122 escaños), pero los populares aventajan en el escrutinio (136). El bloque de derechas (169) supera a las izquierdas (153) y el Gobierno está en el aire.
[Información disponible a las 23.20 h].
- (44g)
El partido popular gana, el PSOE resiste y la derecha no logra la mayoría.
[Se mantiene inalterado el resto del texto.
[Información disponible a las 23.30 h y hasta la conclusión del día].
La noticia, pues, rápidamente ha eliminado toda presencia de formas de CR a la hora de comunicar los datos, tan reales en cada momento como cambiantes, de un escrutinio que progresivamente se van aproximando a los que serán sus resultados definitivos.
4.2. Ausencia de marca de información transmitida en las formas del verbo español
Evidente resulta que no todas las noticias se redactan con un especial recurso al empleo del CR, como por otra parte tampoco el uso del CR es exclusivo de la transmisión de noticias: la prosa científica, sin ir más lejos, constituye otro tipo textual en que se ha señalado este recurso verbal y a ella hemos de referirnos también en su momento (cfr. infra § 5.2).
No menos evidente debe resultar el hecho de que comunicar una información no implica asumirla ni, contrariamente, no asumirla. Obvio es, en relación directa con esta realidad, que, en general y sin atender particularmente al lenguaje de los medios de comunicación, la transmisión de mensajes en castellano no exige el uso de forma verbal alguna que deba «marcarla» como tal en ningún sentido. Así, por ejemplo, al lado de las posibilidades ejemplificadas en 45a‑c es completamente inesperable la creación de construcciones como las supuestas en 46a‑c cuando se trata de hacer llegar las correspondientes informaciones:
- (45a)
De parte del director, que este mes llevamos demasiado retraso
- (45b)
Tus primos dicen que hoy no tienen intención de salir de paseo
- (45c)
¡Que te están diciendo que llevas manchada la chaqueta!
- (46a)
*De parte del director, que este mes llevaríamos demasiado retraso
- (46b)
*Tus primos dicen que hoy no tendrían intención de salir de paseo
- (46c)
*¡Que te están diciendo que llevarías manchada la chaqueta.
Y considerando el caso de que el transmisor no quiera «comprometerse» con la información que transmite, ante la posibilidad efectiva de 45a‑c y la inverosimilitud de 46a‑c, el recurso a una expresión verdaderamente portadora de un significado evidencial por parte de quien crea que la información comunicada pueda esconder algún tipo de falsedad o inexactitud llevará a formulaciones lingüísticas como las que siguen (47a‑c), con la introducción de alguna partícula de significación sí relacionable con hechos gramaticales de evidencialidad como puede ser, ya de entrada, por lo visto:
- (47a)
De parte del director, que por lo visto este mes llevamos demasiado retraso
- (47b)
Tus primos dicen que hoy por lo visto no tienen intención de salir de paseo
- (47ca)
¡Que te están diciendo que por lo visto llevas manchada la chaqueta!
Expresiones de base efectivamente evidencial son las que, en el titular de prensa que constituye el ejemplo 48, se ponen en boca del presidente de los EE. UU. en traducción española de sus palabras en el contexto de un conflicto bélico:
- (48)
Biden, en Israel, sobre el ataque en el hospital de Gaza: «Por lo que he visto, parece que vino del otro lado» (El País, 18/10/2023).
Obsérvese que la traducción recurre, para empezar, a una construcción del significado de «por lo que he visto» e inmediatamente utiliza parece que, dos recursos lingüísticos sí evidenciales que, como tales, evitan todo compromiso con la veracidad de lo expuesto por quien tiene que hacer declaraciones públicas en tan difíciles circunstancias.
Por otro lado, y hallándonos de nuevo ante el español periodístico, otro titular como el recogido en el ej. 49a nos transmite una información procedente de una fuente explícita (es un comunicado, presentado mediante un verbo como es anunciar, del presidente del Gobierno español) sin recurso al CR dado que el anuncio no transmite especulación alguna sobre lo expuesto, sino, muy al contrario, su anticipación como de cumplimiento previsto; en «futuro» de IND 0, por lo tanto. El inicio de la correspondiente noticia (49b) reitera el uso de estas formas de futuro:
- (49a)
Sánchez anuncia que el Gobierno aprobará el martes el paro para las trabajadoras de hogar» (El Confidencial, 5/9/2022)
- (49b)
El Consejo de Ministros aprobará este martes la ley que permitirá a las trabajadoras de hogar cobrar la prestación de desempleo (ibid.).
De nuevo la existencia previa de una fuente informativa no es gramaticalmente marcada en ningún sentido y la alternativa que supondrían las formas en ‑ría (aprobaría, permitiría) en ningún modo podría suponer cambio gramatical en relación con la implicación o no de tal fuente, sino que presentaría los hechos en perspectiva modal de alejamiento de la realidad, posibilidad inadecuada al propio contenido de la noticia, que adelanta el cumplimiento efectivo de un hecho perfectamente previsible.
Ausencia total de formas en ‑ría se aprecia igualmente en el siguiente fragmento de prensa (50), incluso en la secuencia destacada en negrita, explícitamente transmisora de unas previsiones basadas en los resultados de unos sondeos, que quien redacta la noticia anticipa ya como definitivos:
- (50)
El presidente Andrzej Duda, que viajó al Vaticano coincidiendo con el posible entierro del partido que lo encumbró, anunciará este lunes los resultados de los comicios. Con casi el 80% del escrutinio, el PiS, como señalaban los sondeos a pie de urna, se impondrá en las urnas, pero no alcanzará mayoría parlamentaria. Las posibilidades del PiS de mantenerse en el poder son prácticamente nulas, pero Duda se dará el plazo que marca la ley, 30 días, para decir a qué candidatura encarga formación de gobierno. Y el PiS, como partido más votado, ya ha reclamado ese derecho. (El Mundo, 16/10/2023; sic negritas en el original).
En efecto, el recurso a las formas de «futuro» impondrá y alcanzará es aquí muestra una vez más del valor gramatical propio del IND 0, sin marca modal que matice en sentido alguno la presentación de una realidad que es en este caso anticipada sobre la base de su previsible cumplimiento y con independencia de la mención de una fuente informativa.
4.3. Recurso a diferentes formas verbales ante un mismo contenido informativo
Otra evidencia fácilmente palpable de la inexistencia de una vinculación sistemática entre el uso del CR y la implicación o no de una fuente externa en una información que está siendo (re)transmitida es el recurso a diferentes usos gramaticales por parte de distintos medios de comunicación dentro del abanico de posibilidades que el sistema verbal español ofrece a la hora de presentar exactamente una misma información. Confrontemos, por ejemplo, los siguientes titulares de prensa:
- (51a)
Estados Unidos dice que Rusia estaría comprando «millones de proyectiles y cohetes» a Corea del Norte [titular, sic entrecomillado] (El Mundo, 6/9/2022)
- (51b)
EEUU dice que Rusia está comprando munición de artillería a Corea del Norte (Investing.com, 6/9/2022)
- (51c)
Estados Unidos dice que Rusia adquirirá millones de proyectiles de Corea del Norte para guerra en Ucrania (El Siglo de Torreón, 7/9/2022).
En los tres casos se hace explícita (por medio de «Estados Unidos dice») la condición de información procedente de una fuente determinada. Apreciamos que los medios que han publicado los títulos ejemplificados en 51b y c presentan dicha información como confirmada: como ya presente en el caso de 51b y como de cumplimiento previsto en un momento futuro en el de 51c, recurriendo a las correspondientes formas de IND 0, respectivamente está y adquirirá, que transmiten a los posibles lectores la idea de seguridad en el contenido de lo aquí expuesto. Por su parte, el diario madrileño El Mundo (51a) recurre al empleo del CR, que será decodificado por el lector hispanófono en el sentido de una información presentada como aún no segura y pendiente de posible confirmación. Este mismo diario vuelve a recurrir al empleo de formas en ‑ría en el cuerpo de la noticia, que así redacta el periodista:
- (52)
El Ministerio de Defensa ruso estaría en proceso de comprar millones de cohetes y proyectiles de artillería de Corea del Norte para apoyar su invasión de Ucrania. Es lo que ha contado este martes el ‘New York Times’ citando a un funcionario de Inteligencia de Estados Unidos.
Bajo condición de anonimato, el funcionario ha añadido que el hecho de que Rusia recurriera a Pyongyang demostraba que «el ejército ruso continúa sufriendo una grave escasez de suministros en Ucrania, debido, en parte, a los controles de exportación y las sanciones». La supuesta nueva compra de Moscú llegaría después de que la administración Biden confirmara que el ejército ruso recibió en verano drones fabricados en Irán para su uso en Ucrania. (El Mundo, 6/9/2022).
Sintomático es, por otro lado, que en la redacción de esta noticia se haya vinculado el participio de un verbo como suponer (forma supuesta) a una de las dos apariciones de un verbo en forma de CR (llegaría) mientras que, justo a continuación, el uso explícito del verbo confirmar (forma confirmara) introduce otra información «retransmitida» en IND 0 (forma recibió), único «indicativo» funcionalmente coherente con el carácter explícitamente verificado de la susodicha información. El periodista de El Mundo, por otra parte, ha recurrido a dos formas funcionalmente no irreales, el SUB 0 recurriera y el IND 0 demostraba, a la hora de comunicar las palabras (con posterior recurso a un estilo directo en que reaparece en IND 0 en la forma continúa) del anónimo funcionario de Inteligencia citado, (re)transmitiendo así su mensaje en actitud verbal absolutamente objetiva, sin distanciamiento alguno respecto de lo afirmado por la mencionada fuente, en contraposición a su rechazo hacia la presentación como informaciones seguras de las antedichas realidades expresadas por las formas verbales estaría y llegaría, como igualmente mediante el participio en función de modificador supuesta. Un mismo texto periodístico nos muestra así, de nuevo, la alternancia en la transmisión como confirmada o bien pendiente de verificación de la información procedente de una misma fuente.
4.4. Supuestamente, presunto/‑a y el valor modal irreal ante la elusión de posibles responsabilidades
Las tan reiteradas alusiones, en unos u otros términos, a que mediante el uso del CR un periodista o medio de comunicación puede esquivar el comprometerse con la verdad de lo transmitido han de entenderse en todo caso, por tanto, e insistamos en ello, en la condición del señalado empleo verbal como realización particular de un determinado valor modal funcional en la estructura del sistema y no en la implicación o no de una fuente informativa, factor este último que, como hemos ido comprobando en los apartados precedentes, no juega papel alguno en la selección de las formas verbales por parte de los comunicadores. Y el recurso a formas transmisoras de un contenido gramatical calificable de irreal, de las mismas que en las situaciones o contextos adecuados pueden incluso llegar a comunicar la negación implícita de lo verbalmente expresado (cfr. supra § 2.1), explica sin mayores problemas esa posible vertiente de su tan habitual presencia en medios informativos en una lengua como el español, con total independencia de que las expresiones de verdadera significación evidencial puedan, en las lenguas o componentes gramaticales oportunos, ser empleadas, si se quiere, con parecida intención.
La combinabilidad, señalada por , del CR con un adverbio de la semántica de supuestamente, esto es, de valor «modalizador epistémico distanciador» (Santos Río 2004: 152, s. v. supuestamente) debe entenderse precisamente en relación con el sentido modal expresado por dicha forma, bien que el mencionado operador oracional implique alusión al «hecho de que se ha supuesto o mantenido por parte de alguien que las cosas no son así», pero en cualquier caso «distanciándose uno de tal tesis y aun, a veces, si el contexto lo propicia, insinuando que no es ése el caso» (ibid.). Y observemos que la propia realización de contenido modal para la que un comunicador puede echar mano de las formas en ‑ría llega a identificarse con el propio significado del antedicho adverbio oracional en combinación con alguna forma, modalmente no marcada, de IND 0, como en el ejemplo 53, en que el periodista las hace alternar con una misma finalidad comunicativa y en el cual, como es obvio, toda la información, con total independencia de las formas verbales en ella utilizadas, procede en principio de una misma fuente.
- (53)
El mayor apoyo a la anexión se registró en Donetsk, región donde las tropas rusas controlan cerca de la mitad del territorio, y donde el 99,23% de los votantes habría respaldado la incorporación a Rusia.
La cifra fue ligeramente inferior en Lugansk, donde a favor de esta opción se pronunciaron supuestamente el 98,42%.
(El Progreso, desde Agencia EFE, 29/9/2022).
El recurso al señalado valor modal puede coaparecer, por otra parte, junto a otro medio lingüístico tan socorrido cuando se trata de eludir la afirmación de lo que pueda resultar acusatorio como es el adjetivo presunto. Esta conjunción de procedimientos para rehusar la comunicación de unos hechos como afirmables en su realidad se aprecia en el siguiente ejemplo:
- (54a)
Uno de los testigos aseguraba que una de las víctimas habría recibido varios disparos en la cabeza y que el presunto autor de los hechos se habría dado a la fuga tras la presunta agresión (Málaga Hoy, 2/11/2022).
Puede llamarnos la atención que el redactor de la noticia haya utilizado un verbo de la semántica de asegurar para transmitir a continuación una información que se afana bien en presentarnos, precisamente, como no segura. La intromisión de la intención periodística ha de entenderse en este sentido (verosímilmente el testigo hubo de exponer lo que aseguraba empleando otros recursos lingüísticos, no «periodísticos»), buscando, tanto con la anteposición de presunto/‑a a dos sustantivos determinados como mediante el uso de las formas de CR, evitar la comunicación como verídicas de unas informaciones cuya verdad es precisamente lo que evidencia no estar dispuesto a asumir. La intencionalidad gramatical del CR se nos aparece una vez más vinculada a la semántica de otros elementos lingüísticos hábiles para la elusión del compromiso con una realidad.
5. EL CR FUERA DEL LENGUAJE DE LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN
Un hecho de especial importancia en relación con la interpretación gramatical del CR es que no constituye, ni mucho menos, un recurso lingüístico exclusivo de los medios de comunicación. Ya , tras su mención de ejemplos de prensa (cfr. supra § 3.2), hizo referencia al «condicional citativo usado en otros tipos de texto, por ejemplo en la prosa expositiva»; y lo ha señalado en francés, italiano y español, además de en el «discurso periodístico», en el «discurso histórico y científico» así como en el «discurso literario» (cfr. más tarde, al respecto, ). Sin que la observación de un número mínimamente significativo de casos pueda confirmar que se trate de un empleo caracterizable como «citativo», es de suma importancia la verificación del hecho de que cualquier trabajo de tipo expositivo, refiera o no hipótesis procedentes de alguna fuente, como igualmente un texto narrativo, puede hacer perfectamente uso de esta misma unidad modal del español y con la misma finalidad de transmitir una hipótesis formulada como tal y, en su caso, pendiente de posible verificación.
5.1. Textos divulgativos y narrativos
En un medio no periodístico, pero sí calificable en principio de divulgativo, como es la Wikipedia, leemos, por ejemplo, a propósito de La Gioconda:
- (55)
La copia de mejor calidad del cuadro es la que se encuentra en el Museo del Prado de Madrid, que habría sido realizada en paralelo al original.
https://es.wikipedia.org/wiki/La_Gioconda (consulta 7/6/2023).
La exposición verbal alterna, tal como hemos podido observar en ejemplos de prensa (cfr. supra § 3.3‑5, 4.1), el uso de un IND 0 (encuentra) para comunicar un hecho de veracidad asumida con el de un CR (habría sido realizada) para formular la correspondiente hipótesis. Lo de menos, en cuanto la información que el lector está recibiendo a la hora de su consulta, es si en el segundo caso la hipótesis procede de alguna fuente concreta; lo gramaticalmente determinante es que el hecho de la confección paralela de las dos Giocondas es presentado como una posibilidad no confirmada.
En un texto narrativo podemos localizar igualmente la alternancia en el uso de los mismos dos tipos de unidades gramaticales. Veamos un ejemplo:
- (56)
En el mismo lugar donde él apoyaba ahora la mano, junto al panel con los números de los pisos, habían estado las manchas de sangre de los dedos del asesino; allí mismo le habría mostrado a Fátima una navaja, le habría tapado la boca con la mano, sofocándole la respiración (A. Muñoz Molina: Plenilunio. Barcelona: Círculo de Lectores, 1997, p. 169).
Se observa con igual claridad que los hechos que el narrador comunica en IND 0 son aquellos presentados como pertenecientes a la «realidad» del relato ―en este caso, que el personaje se encuentra precisamente apoyando la mano en el mismo lugar donde en un episodio anterior de la misma novela se hallaron las mencionadas manchas de sangre― mientras que el CR refiere una vez más formulaciones hipotéticas sobre lo que el asesino con sangre en sus dedos pudo haber hecho con la niña llamada Fátima en el interior del ascensor en que en este punto se ubica la narración. Se nos están transmitiendo de hecho los pensamientos de un inspector de policía (el protagonista, aludido mediante el pronombre él al comienzo del fragmento) que, en el correspondiente contexto narrativo, no hace sino concebir unas suposiciones que, obvio resulta, no está tomando de fuente informativa alguna, como tampoco en este caso «deduce» o «infiere» en sentido estricto: simplemente está suponiendo. Deducción o inferencia en el marco del relato policíaco ―como en otro cualquiera― no exigen, por otra parte, el recurso al CR ni a ningún otro valor gramatical marcado, como bien ilustra el ejemplo 57, en que el protagonista de otra novela ―sargento de la Guardia Civil apellidado Sierra― comunica sus puras y simples deducciones (que introduce mediante el elocuente recurso a «es obvio que»), sobre los indicios que mencionará al final, sin abandonar el empleo del IND 0:
- (57)
―Es obvio que fue asesinado abajo […] y luego lo trasladaron hasta aquí por estas mismas escaleras ―dijo Sierra […].
―¿Por qué lo dice? […] ―masculló la agente.
Sierra se hizo a un lado […].
―En la pared de la escalera se aprecia que faltan pequeños trozos de empedrado ―explicó―, como si se hubiesen desprendido con el rozamiento.
(P. Macía: Lobo. S.l.: Caligrama, 2020, p. 51).
5.2. Textos científicos
De un texto propiamente científico, como es un artículo de investigación sobre lingüística histórica publicado, en este caso, en un volumen colectivo, tomamos el siguiente ejemplo:
- (58)
Seguramente la conclusión provisional ha de ser que en Madrid coexistían a principios del s. xix varios subsistemas pronominales, como resultado de la procedencia dispar de sus habitantes. Desde luego, el laísmo estaría bastante extendido ().
Obsérvese que en este caso los autores hablan ya de entrada de una conclusión provisional, no obstante lo cual presentan su primera hipótesis en IND 0 (coexistían), en virtud del valor modal no marcado de la correspondiente unidad verbal, que comunica esta primera deducción sin una marca gramatical que redunde en la perspectiva de provisionalidad que se ha anticipado. Tras el punto y seguido, en cambio, el CR estaría (aquí temporalmente co-pretérito) pasa a marcar modalmente la condición de formulación hipotética de lo expresado, en este caso, sobre la extensión del laísmo en el habla madrileña a comienzos del s. xix, hipótesis que así el lector interpreta como menos segura que la primera, que al fin y al cabo halla un apoyo suficientemente sólido en los variados orígenes geográficos de la población asentada en la capital de España. En cualquier caso, queda más que obviamente eliminada toda posible interpretación del uso de la señalada forma en ‑ría como traslación de lo tomado de alguna fuente externa desde el momento en que los autores del trabajo no hacen sino comunicar su propio pensamiento respecto de una cuestión lingüística en concreto.
El propio pensamiento es igualmente comunicado por la investigadora de quien tomamos este otro fragmento, esta vez de un artículo de revista:
- (59)
No es de extrañar que este recurso propio de la oralidad se traslade al discurso narrativo, ya que, a la luz del ejemplo expuesto, se emplearía para reproducir diálogos y conversaciones, que son manifestaciones discursivas propias de la lengua oral. Además, la ausencia de verbo introductor no implica la pérdida del significado comunicativo, que se extrae del carácter interaccional del contexto ().
En él, la autora aplica la expresión «se emplearía» para poner énfasis en la comunicación en ese momento como hipótesis de un aspecto concreto de su exposición científica, frente a la utilización de otras formas modalmente no irreales ―de SUB 0 en el caso de traslade, de IND 0 en los restantes casos― con las que nos transmite realidades que ya de entrada considera como indudables.
Igualmente en un artículo publicado en una revista de investigación leemos el siguiente fragmento:
- (60)
Por su parte, los códices muestran gran diversidad lingüística, sobre todo los astronómicos, como Cruzes, con rasgos propios del área pirenaica, y más distanciamiento hay aún en los Libro de los judizios de las estrellas. No es probable que un único equipo trabajara en tan extensas y dispares obras; los colaboradores más cercanos se ocuparían de las obras legislativas y jurídicas (Partidas y Setenario) e historiográficas (Estoria de España y General estoria), y sabios de diversa procedencia traducirían y darían formas a los tratados astronómicos del árabe ().
El autor presenta mediante las formas de «presente de indicativo» (muestran, hay) hechos que han sido objeto de verificación (y no deja de ofrecer evidencias en notas a pie de página) y pasa a formular sus hipótesis, inicialmente mediante la construcción «No es probable que…» y seguidamente mediante el recurso al CR (ocuparían, traducirían, darían), sobre el modo de trabajo en la producción de los códices alfonsíes, sin que tampoco falten, por cierto, las anotaciones al pie en que las apoya.
Permitámonos ahora presentar una muestra procedente de nuestra propia producción científica, indagando, en concreto, sobre la transmisión de un texto castellano medieval, el Poema de Fernán González (s. xiii):
- (61)
Por nuestra parte, seguiremos insistiendo […] en que dicho texto habría de contener ya todos los resultados razonablemente achacables a una memorización imperfecta del poema para su recitación, entre ellos la llamativa duplicación del conde de Piteos y Tolosa […], que igualmente se hallaría en la copia utilizada para la redacción del correspondiente pasaje de la C1344 ().
De nuevo más que obvio debe resultar que al emplear allí las formas en ‑ría no estábamos sino formulando nuestras propias hipótesis (sobre, en concreto, dos copias perdidas del Poema) y no aludiendo a alguna fuente informativa (de nuevo, en este caso, totalmente inexistente). Nuestra actitud de prudencia a la hora de presentar las referidas hipótesis contrasta con el superior grado de seguridad con que en algún otro momento nos hemos expresado sobre problemas concretos de reconstrucción crítica del texto poético en cuestión. Por ejemplo, respecto de los finales de dos versos determinados, que a nuestro modo de ver la copia conservada del Fernán González ofrece intercambiados, concluimos, empleando diferentes formas «de pasado» en IND 0, que:
- (62)
Nuestra conclusión […] es la siguiente: un recitador que no recordaba bien la sintaxis del primer verso introdujo su forma verbal final, «folgar», ya en el primer hemistiquio y evitó la repetición del mismo verbo cerrando el segundo con «sanar», que debía rematar el verso siguiente; y puesto que para concluir este segundo verso necesitaba un nuevo infinitivo bisílabo en ‑ar, echó de nuevo mano del que había utilizado la primera vez, con lo que evitaba hacer terminar dos versos consecutivos en la misma palabra, pero al precio de emplazar en dos lugares distintos un término que en la redacción primitiva del poema no aparecía sino al final del primer verso. ().
En este caso, apoyábamos nuestras conclusiones en toda una serie de observaciones, confrontando la antedicha copia del texto de clerecía con el resultado de su aprovechamiento prosístico en la Estoria de España de Alfonso el Sabio, que nos permitieron expresarnos con la seguridad que «por defecto» transmite el uso de la función modal no marcada dentro del sistema verbal español, el IND 0. Y por supuesto, tan resultantes de deducción o inferencia son nuestras conclusiones ejemplificadas 61 como las reproducidas en 62: la única diferencia que hemos deseado transmitir mediante los distintos recursos gramaticales empleados es el diverso grado de seguridad con el que nos permitimos expresarnos en un caso y en el otro sobre los resultados de nuestra indagación filológica.
Con facilidad, pues, se verifica que tampoco en la prosa científica este empleo de las formas en ‑ría transmite forzosamente ideas tomadas de una fuente ajena y que el investigador, de una u otra manera, no respalde, frente a la deducción de a partir del único ejemplo de conditionnel épistémique que extrajo de algún texto científico, como también frente a la interpretación defendida por , a quien sigue al afirmar que la función de este «condicional» es «declarar una fuente de información externa», para añadir, sobre la interpretación de un ejemplo concreto que «[a]l mismo tiempo, al utilizar el condicional el hablante renuncia a hacerse cargo de la veracidad de la información» (ibid., cfr. también ) y terminar señalando respecto del que llama «condicional científico» que «se encuentra conceptualmente cerca del circunstancial hipotético, y puede pensarse que deriva de este» (), admitiendo de hecho con estas últimas palabras que nos hallamos ante un mismo valor modal básico. No siempre se manifiesta, en cualquier caso, este uso verbal concreto, y frente a una opinión como la de , como «uno de los distintos modos de inclusión en el discurso científico de la palabra ajena» ni puede en tantas ocasiones interpretarse como transmisor de algo ya dicho y sabido por todos (ibid.) o en el sentido de una «toma de distancia respecto del decir ajeno que forma parte del campo disciplinario» ().
5.3. Ante un mismo uso verbal en diferentes tipos textuales
No cabe, en cualquier caso, caracterizar estrictamente el CR como uso periodístico desde el momento en que no siempre lo es, bien que su aparición en los medios de comunicación sea especialmente frecuente, haya llamado la atención de los investigadores en muy superior medida a su presencia en otros tipos textuales y se lleguen a advertir evidencias de su posible uso como «rasgo de estilo» de la prosa periodística (cfr. supra § 4.4, ej. 54b). Tampoco es adecuado, pese a lo divulgado de la etiqueta ―cuya siglación hemos aceptado aquí, recordemos, por comodidad―, designarlo como «condicional de(l) rumor», minusvalorando o menospreciando así, para empezar, la labor de los comunicadores que día a día recurren a este empleo para la transmisión de información, insistamos, provisional o no confirmada, aspecto que en todo caso merece el respeto inherente a la labor de unos medios que no por el hecho de rehusar la presentación de una noticia como definitiva o verificada deben ser tratados como si de propaladores de rumores se tratase (esto último quedará, en todo caso, para cierto tipo de prensa y ciertos programas de un medio tan omnipresente en nuestras sociedades como es la televisión).
Para terminar, en la aparición de similares recursos a las formas en ‑ría en el señalado caso de la prosa científica no hemos de buscar explicaciones relacionadas con un concepto extendido de «evidencialidad» ―cuya aplicación a situaciones en que cabe pensar en actitud deductiva o inferencial ya de entrada supone extrapolación desde su estricta significación como marca de existencia frente a inexistencia de una fuente de información―, forzadas por el deseo de explicar por medio de dicho concepto un valor modal que no es sino uno y el mismo en diferentes tipos textuales (informaciones, narraciones, ensayos…), en que se concreta para, de un modo u otro, eludir la presentación de algún hecho como, en unos u otros términos, «real».
6. EL PAPEL DE LA TERMINOLOGÍA
Los análisis y confrontaciones de opiniones partiendo de las aquí estudiadas apariciones de las formas en –ría conforme al uso general que les ha valido su tan reiterada designación en términos de «condicional de(l) rumor», «periodístico», etc. han dejado una vez más bien patente que la terminología ha de ser observada y revisada con las debidas precauciones.
6.1. Ni «conjetura» ni «probabilidad»
El uso del CR ha sido también aludido o caracterizado, por ejemplo, en términos de «conjetura» o incluso de «probabilidad». Ya , recordemos, lo consideraba «una variedad de potencial de probabilidad o conjetura» (cfr. supra § 1.2), idea que de hecho retoma la NGLE, que parafraseará dos apariciones concretas de estaría en otras tantas noticias de prensa por «probablemente está o estaba» (), esto es, por probablemente + IND 0, (cfr. infra); y nos dice que el CR «expresa la modalidad epistémica de posibilidad, más concretamente de probabilidad». Todos estos vocablos entran inevitablemente en conflicto con la designación de un contenido modal de otro tipo y funcionalmente diferenciado.
El término conjetura ya fue utilizado, para empezar y como debiera ser bien conocido, por Bello (, ) para hacer referencia a un valor modal distinto: el que el gramático caraqueño detectó de hecho como manifestación de un significado metafórico de la relación de posterioridad, de cuya expresión en presente se ocupa en castellano la forma cantaré (63a), mientras que cantaría lo marca en combinación con las perspectivas temporales de co-pretérito (63c) y pretérito (63d) ―y las correspondientes formas compuestas en combinación con otras relaciones temporales en que interviene la anterioridad (p. ej., 63b, 63e)―, valor prototípicamente concretado en los actos de habla declarativos en un matiz de «probabilidad»:
- (63a)
En estos momentos serán las cuatro [= probablemente son]
- (63b)
A estas horas Inés ya habrá llegado a casa [= prob. ha llegado]
- (63c)
En aquellos momentos serían las cuatro [= prob. eran]
- (63d)
Sería tu primo quien se lo contó [= prob. fue]
- (63e)
A aquellas horas Inés ya habría llegado a casa [= prob. había llegado].
afirmaba, en la línea de Bello, que «la práctica española exige el futuro en casos de conjetura para el tiempo presente». emplearía el calificativo «conjetural» para hacer referencia a lo que consideraba «una subcategoría que no se identifica con el ‘modo’ propiamente dicho» (), justificando la falta de suficiente razón para separar del modo indicativo las formas así empleadas (ibid.) tras, entre otras cosas, haber observado el paralelo uso de las perífrasis con deber de y haber de + infinitivo. En otro estudio () volvería sobre estos usos verbales en un corpus textual calderoniano, para reclamar finalmente la toma en consideración de un «modus conjetural» que «sirve para expresar la modalidad probabilística del enunciado» (); reparemos en su uso aquí del adjetivo probabilístico, que de hecho entronca con una práctica terminológica como la de y su uso de probabilitivo (p. ej., ) para este mismo contenido modal. Posteriormente la lingüista búlgara mencionaría «determinadas relaciones modales no constativas (incertidumbre, suposición, etc.)» (cursivas suyas) para ejemplificar con las construcciones «Habrá llegado a tiempo» y «Debe de haber llegado a tiempo» (), entre sus preámbulos ante la presentación de su concepto de «verosimilitud relativa» como constituido por las subcategorías modales a que se refiere como status epistémico de probabilidad y status epistémico de posibilidad () y para replantear la noción de probabilidad en términos de «problematicidad cualitativamente graduable en sí misma» (. En el caso concreto de la forma en ‑ría, atribuiría a la que terminaría formulando cantaría2 una realización «como imperfecto epistémico (expresando posibilidad o probabilidad con respecto a un momento anterior al momento de enunciar el juicio problemático): En aquel momento estaría trabajando en el huerto» ().
La también ) habla, para este mismo valor, de un «futuro de conjetura, futuro de probabilidad o futuro epistémico» en el caso de la forma cantaré, mencionando la paralela triple posibilidad terminológica a propósito del «condicional» cantaría (, ). También a propósito esta posibilidad gramatical en ambas formas, expondría que «[e]l uso epistémico permite al locutor-enunciador principal […] formular una conjetura, es decir, una hipótesis, a propósito de un acontecimiento», añadiendo que dicho empleo constituye «un uso modal en la medida en que expresa una modalidad epistémica» (ibid.).
Este es el contenido modal que venimos formulando Indicativo 1 (IND 1), esto es, indicativo más una marca de lo que en términos generales designamos como incertidumbre (cfr., p. ej., , , cfr. también ), resultante del primero de los dos tipos de dislocación temporal de que habla la teoría de y a cuyo valor se ha referido como «the modal function of uncertainty or conjecture», valor opuesto en el sistema al que formulamos Indicativo 2 (IND 2), el indicativo funcionalmente irreal, el significado resultante del segundo tipo de dislocación identificado en la antedicha teoría, cuya expresión canónica en presente corresponde, como hemos venido observando, a la forma cantaría. Ambos contenidos, respectivamente marcados como +incierto y +irreal, se oponen al Indicativo 0 (IND 0), que no añade marca modal alguna. Cfr.:
- (64a)
Hoy tu prima está feliz en la playa (IND 0)
- (64b)
Hoy tu prima estará feliz en la playa (IND 1 [= probablemente está])
- (64c)
Hoy tu prima estaría feliz en la playa (IND 2 [= no está]).
Podría, ciertamente, decirse que tanto 64b como 64c «conjeturan», pero en todo caso lo hacen en relación opuesta en cuanto a la realidad de lo «conjeturado» ―como probable en el primer caso, como implícitamente negado en el segundo― y transmitiendo los respectivos enfoques modales como formalmente diferenciables desde el punto de vista morfológico, lo que reclama una diferente codificación terminológica que eluda toda posible confusión y nos lleva también por dicho motivo a, pues reservamos el término incertidumbre para el señalado valor marcado en presente por cantaré, seguir evitando cuidadosamente su uso a la hora de caracterizar cualquier aparición del CR.
Por idéntico motivo, al hacer referencia a cualquier matiz significativo observable en el CR, hemos de evitar también el uso de términos como probable o probabilidad, que en nuestra tradición gramatical se encuentran indeleblemente unidos al contenido del IND 1 desde el momento en que etiquetas del tipo «futuro / antefuturo de probabilidad» fueron, por ejemplo, ya empleadas por para hacer referencia a empleos comparables a los arriba ilustrados en 63ab, sin dejar el autor de utilizar el sustantivo probabilidad (al lado de «posibilidad», cfr.) a propósito de los usos paralelos en las formas en ‑ría (los que aquí hemos ejemplificado en 63c‑e), proceder interpretativo y terminológico que sin mayores modificaciones hallaría cabida en el Esbozo académico (). La misma confusión terminológica reencontraremos en la NGLE, que no solamente se refiere al CR como variante del «condicional de conjetura» (cfr. infra § 6.3), sino que propone su paráfrasis mediante el expediente más característico cuando se trata de empleos correspondientes al IND 1, esto es, y como hemos procedido en nuestros anteriores ejemplos 63a‑e, mediante el uso de probablemente ante alguna forma de IND 0; literalmente:
- (65a)
[…] el precio que el Gobierno estaría [=‘probablemente está o estaba’] pagando a cambio del apoyo de los nacionalistas […]
- (65b)
[…] el mismo presidente yugoslavo estaría [=‘probablemente está o estaba’] dispuesto a aceptar que tropas de países de la organización atlántica formaran parte [….
Y no puede dejar de llamar ―negativamente― nuestra atención el hecho de que el Gtg (s. v. condicional compuesto) haya llegado a interpretar directamente el uso «de conjetura» (= IND 1) de habría cantado (ej.: «No la veía en la fiesta: se habría puesto enferma», todo en cursiva con realce mediante subrayado en el Gtg) en términos literalmente evidenciales y recurriendo a su caracterización como «frecuente en el lenguaje periodístico como recurso para evitar presentar como noticia las informaciones no contrastadas», esto es, propiciando su confusión con el CR y señalando un uso verbal no fácilmente esperable entre los recursos de que se vale el español periodístico (cfr. infra § 6.2) como, literalmente, frecuente en él.
6.2. Frente al Indicativo 1
Lo importante desde el punto de vista gramatical es que, llamemos como llamemos al matiz modal concreto expresado por la forma verbal, el registrable en un ejemplo como 64b es configurado en la estructura del sistema como realización del valor funcional IND 1, cuya expresión en presente es la forma cantaré, como resultado de lo que en la óptica de ) es su primer tipo de dislocación, mientras el característico del CR corresponde a una forma que, de nuevo en la perspectiva del citado autor (vid.), ha experimentado el segundo tipo, el propio, en nuestros términos, de la función modal IND 2, cuya expresión canónica en presente es, recordemos una vez más, la forma simple en ‑ría. Se trata, pues, de matices que suponen realizaciones de dos unidades de contenido gramatical funcionalmente enfrentadas en el sistema exactamente igual que las observadas en 64bc y, por tanto, perfectamente verificables en su oposición mediante el recurso a la conmutación en estricta igualdad de circunstancias, de tal manera que ante ejemplos como 66ab interpretamos en el primer caso que los mencionados enfrentamientos «probablemente se están produciendo» y en el segundo que así sería «de ser cierta esta información…»:
- (66a)
Según la información disponible, en estos momentos se estarán produciendo enfrentamientos en las afueras de la capital
- (66b)
Según la información disponible, en estos momentos se estarían produciendo enfrentamientos en las afueras de la capital.
No será ocioso llamar la atención sobre el hecho de que una construcción como 66a no resulta en principio esperable en un titular de prensa español, como, paralelamente, y en combinación con un enfoque temporal de pre-presente, difícilmente esperaríamos algo como 67a, frente a la normalidad con que podemos pensar en un titular de las características de 67b:
- (67a)
Según la información disponible, esta misma mañana se habrán producido enfrentamientos en las afueras de la capital
- (67b)
Según la información disponible, esta misma mañana se habrían producido enfrentamientos en las afueras de la capital.
Y es que es un hecho que, en el ámbito del español, un tipo de lenguaje tan especialmente proclive a la reiteración de procedimientos expresivos como es el periodístico no recurre de manera especial al valor modal del IND 1 ―tan común, en contrapartida, en la lengua coloquial―, optando, cuando la información no es segura, y como una y otra vez estamos verificando, por el recurso a las mismas formas modales cuyo contenido, en su manifestación extrema y prototípica, se concreta nada menos que en la negación implícita (cfr. supra § 2.1), como buscando en la práctica eludir la transmisión de noticias en términos propiamente de «conjetura» en favor de su presentación en una óptica englobable en la noción más general de «alejamiento» específica del contenido modal funcional que seguimos designando (cfr. supra § 1.1, 2.1, 2.4, 3.5) mediante el término irrealidad, aun pese a lo arriesgado de su uso por su difícilmente evitable vinculación a su aludido matiz extremo y prototípico.
6.3. Probabilidad / improbabilidad
En relación con la necesaria discriminación entre realizaciones de contenido modal configurables funcionalmente en los valores de incertidumbre (IND 1) e irrealidad (IND 2, SUB 2), ha subrayado precisamente que en el sistema verbal español matices como «probabilidad» e «improbabilidad» son gramaticalizados por medio de procedimientos opuestos:
Pese a que el ámbito de la modalización epistémica podría concebirse como un continuo (de la negación implícita a la máxima probabilidad), lo cierto es que, en español, los procedimientos gramaticalizados y sistemáticos para expresar la improbabilidad no solo son diferentes sino que, además, se oponen a los procedimientos gramaticalizados que sirven para expresar probabilidad ().
Más adelante, la profesora de Salamanca destaca que, en concreto, los procedimientos gramaticalizados y sistemáticos para expresar en español la improbabilidad no van asociados a los que sirven para expresar probabilidad, sino a los empleados para expresar irrealidad (cfr.). La misma autora ha contrapuesto ejemplos de IND 0 / IND 1 / IND 2 como los que siguen (68‑9), que ilustran con toda claridad la vinculación del CR (ejemplos c) a la tercera de estas unidades de valor modal (apud, cursivas nuestras):
- (68a)
La camiseta encontrada, que pertenece al niño desaparecido, está siendo analizada
- (68b)
La camiseta encontrada, que pertenecerá al niño desaparecido (probablemente), está siendo analizada
- (68c)
La camiseta encontrada, que pertenecería al niño desaparecido, está siendo analizada.
- (69a)
En estos momentos, el número de damnificados por el huracán ha superado ya el centenar
- (68b)
En estos momentos, el número de damnificados por el huracán habrá superado ya el centenar
- (68c)
En estos momentos, el número de damnificados por el huracán habría superado ya el centenar.
Resulta completamente errónea, por tanto, cualquier puesta en relación del uso concreto del CR con el valor gramatical propio del IND 1. Y ha de llamar especialmente nuestra atención en este caso que la propia gramática académica, como ya hemos anticipado (cfr. supra § 6.1), haya respaldado esta tan grave confusión, presentando como «variantes del condicional de conjetura» (esto es, el uso de cantaría ejemplificado en la , cfr. igualmente , mediante las construcciones «Serían las diez» y «Tendría entonces treinta años») no solamente el que llama «condicional de rumor», sino igualmente los que menciona como «de atenuación» y «de modestia o cortesía» (, , versalitas en el original), allí ejemplificados estos dos últimos con apariciones de cantaría como representación de la relación temporal presente, vedada al «condicional de conjetura».
Una publicación tan relevante en el ámbito de la lingüística (y no solo estrictamente en el de la lingüística hispánica) como es la última gramática académica evidencia así su desatención a una base metodológica ineludible cuando se trata de abordar el estudio de la organización de un sistema verbal: el principio de la funcionalidad (), cuya aplicación exige la verificación en el significante de las diferentes realizaciones de matiz que puedan advertirse en el significado gramatical. Nuestra puesta en práctica, partiendo de dicho principio y de su necesaria verificación en estricta igualdad de circunstancias (cfr., p. ej., ), de la conmutación de realizaciones de contenido en ejemplos como los arriba numerados 66‑7 ―o igualmente por en los aquí reproducidos como 68‑9 u otros aducidos por la misma autora― revela incontrovertiblemente la imposibilidad de identificar el valor modal propio de los «futuros de probabilidad» (cfr. supra § 6.1), cuya expresión en perspectiva temporal de presente corresponde, insistamos en recordar, a la forma cantaré mientras que en pretérito corresponde a cantaría, con aquel que es realizado con la peculiar finalidad para la que el castellanohablante ―transmita noticias o no― utiliza el CR, un valor cuyo vehículo expresivo en el sistema verbal español jamás puede ser cantaré, sino cantaría, en combinación con el enfoque temporal presente, mientras que en combinación con el enfoque pretérito no es nunca la forma simple en ‑ría, sino la compuesta habría cantado.
7. RECAPITULACIÓN
A lo largo de los apartados precedentes hemos mostrado el error básico consistente en atribuir al peculiar uso modal que ha sido aquí nuestro objeto de estudio un valor de raíz evidencial resultante del trasvase interpretativo de un significado efectivamente gramaticalizado en determinados sistemas verbales a elementos constituyentes de sistemas de organización distinta que, como el del español o los románicos en general, no establecen diferenciación alguna entre los contenidos expresados por sus formas sobre una significación categorial coherentemente presentable en términos de evidencialidad. Una vez más nos sorprendemos ante la proliferación de estudios que parecen conceder mayor validez a los resultados analíticos sobre las estructuras de otras lenguas que a los propios hechos observables en aquella(s) que se pretende analizar, procederes contra los que en estos momentos no podemos dejar de invocar sabias palabras como las en su día escritas por en el sentido de «que entre las lenguas no hay más que diferencias y que las generalizaciones a priori son inaceptables; al contrario, debemos tener muy en cuenta las realidades lingüísticas concretas y atenernos a los hechos, tal y como se presentan en cada lengua».
7.1. Lo menos justificable en las atribuciones de valor evidencial
Y en lo que se refiere al caso concreto del CR, sintomático resulta que un estudio tan significativo como el de lo haya incluido forzadamente como «extensión evidencial» (cfr. supra § 3.2) partiendo precisamente de lo expuesto por , autor defensor de que el que comenzó llamando conditionnel épistémique «a toujours la valeur évidentielle d’emprunt» y que dicho valor evidencial «se double dans tous le cas d’une valeur modale et/ou d’une valeur alétique (.). No obstante, y como hemos anticipado (cfr. supra § 3.4, n. 35), el autor reconocería, tras contraponer a su posible alternativa con, en nuestros términos, IND 0 un ejemplo periodístico de CR introducido por selon ‘según’, que
La spécificité du conditionnel épistémique dans une phrase comme 9a ne peut pas être expliquée en se référant à sa valeur évidentielle d’emprunt, puisque cette valeur est déjà explicitée par le marqueur de source selon X. Ce qui distingue le conditionnel épisthémique de l’indicatif dans telles phrases, c’est la valeur d’incertitude qui est exprimée dans (9a) […] ().
Con sus palabras Dendale reconocía ―acertadamente― que la diferencia significativa entre CR e IND 0 radica, ante la mención en ambos casos de la fuente informativa, en un factor modal (con referencia al que este autor designaba en términos de incertitude, cfr. supra § 1.2 y § 6.3, n. 63), tras descartar que en un contexto así la «especificidad» de la forma de conditionnel epistémique pudiera explicarse como referencia a su valor evidencial de emprunt. Como fuese, y en contradicción con una evidencia como esta, el profesor de Amberes insistiría en todo momento en considerar el valor evidencial como el básico en estos usos de un «condicional», defendiendo también su uso en un texto científico para señalar «tout d’abord que l’information est empruntée à autrui» (.), partiendo de la observación de, recordemos, un único ejemplo (cfr. supra § 5.2). Nos tememos que el autor citado llegó a una conclusión a la que quería llegar desde el comienzo, la de que el valor básico del conditionnel sea «sa valeur évidentiel d’emprunt» (), sin detenerse en posibles evidencias en contra y sin la revisión de un más amplio repertorio gramatical como el que llevaría a a rechazar la idea del conditionnel épistémique como transmisor de una «indication d’emprunt», concluyendo la profesora suiza literalmente:
Il n’y aurait donc pas en français une indication grammaticalisée d’emprunt. Ou, dit d’une autre manière, la catégorie évidentielle d’emprunt n’est pas pertinente pour décrire les emplois du conditionnel CE. La langue code la non maîtrise des éléments sur lesquels une information se transmet mais non le fait qu’elle est obtenue de première ou de seconde main (.
Por otra parte, la ocasional toma en consideración del deseo por parte de un comunicador de no comprometerse con la verdad de lo que transmite o de eludir posibles responsabilidades puede estar en deuda con una afirmación como la de ―consultado y mencionado por ― en el sentido de que «[i]n modern societies one important use of a report form is in journalism, where it is important for the writer to report what has been said in criminal cases without being caught by the laws of libel» (), añadiendo el autor el ejemplo francés «Il l’aurait tué» (‘él lo/la habría matado’). Palmer incluía este ejemplo y sus reflexiones en un subapartado dedidado a quotatives (‘citativos’), dentro de un apartado sobre evidentials (), y este en un capítulo (el segundo en la primera edición de su obra) sobre la epistemic modality. Como hemos visto (cfr. supra § 3.2), la interpretación defendida por sobre una base de hecho evidencial ha hallado diversos ecos posteriores entre los que hemos mencionado los términos del Gtg, pero hemos razonado suficientemente sobre que un valor modal caracterizable funcionalmente en términos de irrealidad puede justificar perfectamente un efecto contextual de afirmación con elusión de cualquier compromiso, suponiendo que quisiéramos ver realmente tal intención en el uso del CR o, al menos, en determinadas apariciones de un CR.
El auge cobrado en las últimas décadas por las indagaciones de base evidencial ha conducido en ocasiones a desviadas atribuciones a una noción gramatical de este tipo de matices de contenido que una lengua puede propiamente configurar en el componente modal de su sistema verbal (y mencionemos aquí que ha reflexionado pormenorizadamente sobre la frecuente confusión entre evidencialidad y modalidad epistémica), y nada se gana con buscar a toda costa matices de significado aparentemente evidenciales en los sistemas que no incluyen la evidencialidad como posible categoría funcional. Bien elocuente resulta, por ejemplo, la referencia en este sentido por parte de al problema de «que la nómina de evidenciales en las lenguas del mundo haya acabado por multiplicarse de tal manera que en ella pueden encontrarse piezas extraordinariamente heterogéneas cuyo estatus evidencial es, en muchos casos, polémico y dudoso», señalando para el caso concreto de la lingüística hispánica una «explosión bibliográfica en torno a la noción de evidencialidad» exponente de un, sic entrecomillado, «giro evidencialista» (ibid.), como igualmente bien elocuentes han sido las palabras de Martín Zorraquino (2019: 897) al hacer referencia a la evidencialidad como «un ámbito de estudio muy de moda». No es, por supuesto, en criterios de moda o una no siempre bien entendida «actualidad» en los que, y como debiera resultar obvio, debe fundamentarse la investigación científica.
7.2. Concluyendo
De importancia central y de ineludible toma en consideración como base para el análisis gramatical del uso verbal que hemos simbolizado CR resulta el hecho de que su expresión recurre a la forma simple en –ría cuando la óptica temporal es la de presente, la de futuro o, en general, un enfoque caracterizado por la respuesta negativa a la oposición que formulamos ±anterioridad primaria (con inclusión, pues, de la relación temporal co‑pretérito, cfr. supra § 3.2, 5.2), así como la correspondiente forma compuesta se emplea para idéntico fin comunicativo en combinación con enfoques temporales de anterioridad primaria. Se vincula expresivamente, pues, este uso al ámbito gramatical de la función modal que llamamos indicativo irreal y desinamos como indicativo 2 (IND 2), realizable en diferentes matices de contenido con la característica común de un alejamiento respecto de la realidad en cuanto a la información que se transmite (cfr. supra § 6.2), que halla su manifestación extrema y prototípica en la negación implícita.
No puede, en consecuencia, abordarse el estudio de este uso concreto con desatención al propio funcionamiento de la categoría modal en el sistema verbal español y, en particular, a las posibilidades de manifestación del valor funcional irreal. En este sentido, por ejemplo, la idea de que mediante el recurso al CR un comunicador puede buscar la elusión de posibles responsabilidades resulta perfectamente explicable partiendo del antedicho valor funcional, que las formas en –ría transmiten en combinación con los arriba especificados enfoques temporales, derivadas del reparto de sustancia de contenido temporal que el sistema establece (cfr.) sobre las interrelaciones básicas que llevaron a a señalar un tipo de «migración» o a un tipo de «dislocación temporal», en la línea más de un siglo antes abierta por Bello (, ) cuando describió determinados significados «metafóricos» de formas verbales.
No obstante, el recurso gramatical a formas en ‑ría tantas veces señalado o destacado en la transmisión de noticias se manifiesta como no exclusivo de la lengua periodística, sino también localizable cuando menos en la prosa científica e incluso en la narrativa (cfr. supra § 5.2). La observación de un número mínimo de ejemplos correspondientes a los diferentes géneros textuales revela que dicho empleo no comunica realmente la implicación de una fuente informativa externa, que, cuando existe, puede perfectamente hallarse vinculada al uso de otras formas verbales (cfr. supra § 3.3‑5), como no siempre admite, ni mucho menos, una justificación relacionada con el deseo de evitar posibles responsabilidades (interpretación, ya de entrada, sin mayor sentido en la lengua literaria e incluso en textos de investigación), al tiempo que es bien fácil verificar que la transmisión de contenidos informativos no requiere el uso obligado de formas de CR (cfr. supra § 4.1). En términos generales, el factor que una y otra vez hemos identificado en el recurso a estas formas en tales o cuales proyecciones textuales es la presentación de hechos o situaciones (se trate o no estrictamente de la comunicación de noticias) por una vía de formulación hipotética o, en todo caso, no como realidades directamente presentables como tales.
Y los matices gramaticales relacionables con la «hipótesis», la observación de cuya expresión por medio de las formas verbales en ‑ría en combinación con los arriba mencionados enfoques temporales nos devuelve a la parcela de contenido modal marcada en castellano por un rasgo como el que seguimos llamando irreal (en el sentido funcional en que utilizamos el término, cfr. supra § 2.1, 2.4, 3.5), constituyen un dominio nocional independiente de la base significativa que en la gramática de algunas lenguas ha llevado al reconocimiento de una categoría (o subcategoría) para la que se ha generalizado el término evidencialidad (cfr. supra § 3), base que se relaciona primariamente con la marca de una fuente de información frente a la comunicación de lo directamente conocido o simplemente no marcado como debido a mediación indirecta. Desde luego, la gramática del castellano no incluye forma verbal alguna cuya función sea la de señalar que una información es transmitida desde una fuente ajena, ni siquiera en aquellos casos en que el hablante puede poner en duda la fiabilidad de lo que está transmitiendo, en los que siempre podrá recurrir a expresiones externas a la forma verbal y sí propiamente caracterizables como portadoras de un contenido de base evidencial (cfr. supra § 4.2).
Las diversas prácticas terminológicas se hallan, por otro lado, tras las imprecisiones en las interpretaciones y asignaciones de valor gramatical sobre la base de observaciones de detalle sustancial y tantas veces con total desatención a la estructura funcional de un sistema verbal. Fácil es comprender que términos como «(im)probabilidad», «conjetura», «(in)certidumbre», «inferencia» ―o, también y por supuesto, «hipótesis»― pueden ser empleados ―y antes o después acaban siéndolo― para designar contenidos gramaticales de índole diversa e incluso potencialmente configurables en sistemas distintos con arreglo a la actuación de categorías funcionales diferentes. De atenernos, por ejemplo, a las palabras con que el Glosario de términos gramaticales académico se refiere, en concreto, a la noción de evidencialidad, podríamos llegar a la tan abiertamente desencaminada conclusión de que, y entre otros, el propio valor modal a que en nuestros estudios sobre el verbo español siempre nos hemos referido mediante el sustantivo irrealidad supusiese un contenido de base evidencial. El Gtg, de hecho, entremezcla en su definición el componente propiamente evidencial, gramaticalizado en determinadas lenguas, relativo a la existencia de una fuente informativa, con referentes lingüísticamente configurables mediante la categoría general modo en la medida en que esta puede vehicular significados basados en criterios de modalidad epistémica.
La utilización de unos u otros términos es, en suma, clave en la comprensión de las en ocasiones tan desviadas interpretaciones que han llegado a ser defendidas para unos hechos gramaticales cuya explicación no ha de buscarse en una supuesta presencia de rasgos de base evidencial en el sistema verbal español. Sean cuales fueren las denominaciones propuestas y, en consecuencia, los aspectos sustanciales que se observen en los correspondientes valores funcionales, los análisis de estos no resultarán válidos, insistamos en ello, si se desconectan de la verificación sistemática de que las formas verbales en ‑ría configuran, en combinación con los oportunos enfoques temporales, una determinada parcela de sustancia de contenido modal con el antedicho factor común del alejamiento de la realidad. Efectos de contenido que hayan sido designados en términos como, por ejemplo, «inferencia» o bien resulten relacionables con una percepción por parte del hablante de la «falta de autoridad epistémica» en una situación dada () podrán apreciarse como vinculables a nociones de base evidencial en el seno de algún sistema en que la evidencialidad, con su concreción central en la implicación de una fuente informativa, se muestre como efectivamente gramaticalizada y formalmente reconocible en los correspondientes usos verbales, caso que no se da en la estructura del verbo español, respecto de cuyo análisis el recurso a cualquier término sobre la simple base descriptiva de unos hechos de sustancia y con desatención a la organización funcional del sistema no conducirá ―no ha conducido― sino al error interpretativo y más de una vez ―tal vez en el mejor de los casos― al recurso a caracterizaciones del fundamento gramatical del CR con un componente de redundancia por suponer la aplicación de un doble y dispar enfoque conceptual a lo que no deja de constituir un único valor funcional, establecido, en concreto, en la estructuración modal del sistema verbal.
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Notas
[1] mencionó las denominaciones «condicional del rumor» y «condicional de información no asegurada» (desde ). La NGLE (§ 23.15m. cfr. también NGLEM: § 23.8.1f) emplea «condicional de rumor», también, p. ej., en , y , que ya abrevia dicha expresión en CR y defenderá una subdistinción entre «condicional periodístico» y «condicional científico» dentro del que defiende propiamente como un «condicional evidencial» (cfr. infra § 5.2, n. 48). Las abreviaturas CR (para el «condicional de rumor o periodístico») y CC (para el «condicional científico») son conjuntamente empleadas por , autora que posteriormente sustituirá la primera por CP, correspondiente a «condicional periodístico» (). habla de un «condicional de alteridad, también llamado periodístico» (negrita y no cursiva en el original). Hurtado González (2001: § 2) alude a «condicional de rumor» como denominación tradicional y utiliza en general la expresión «condicional periodístico». presenta estas dos denominaciones ya desde el título de su artículo, como igualmente hará en el correspondiente epígrafe, aun cuando en el texto de los apartados que siguen recurra básicamente a la primera de ellas. menciona también ambas. habla de «condicional periodístico» atribuyéndole un «valor de rumor». optó por la expresión condicional epistémico de atribución. prefiere «pospretérito periodístico», empleando la caracterización temporal bellista para denominar la forma simple en –ría, al lado de «pospretérito de rumor» e incluso «pospretérito periodístico de rumor» (). En el caso del portugués, autores como o mencionan la expresión condicional jornalístico, tras haber presentado la noción de mediativo con cita de, entre otros, ―que parece haber sido el introductor del término médiatif desde su estudio sobre el tayiko― y Guentchéva (; cfr. ahora también Guentchéva ) desde la lingüística francesa (). Precisamente en el caso del francés, encontramos la denominación conditionnel journalistique, por ejemplo, en Gosselin (, ), Kronning (; entrecomillado «journalistique» como designación tradicional, al lado de médiatif y épistémique (el mismo autor recurrirá más tarde a la designación en inglés «Reportive Conditional», cfr. infra § 3.1, n. 20.), Merle (, ocasionalmente entrecomillado y al lado de conditionnel de reprise y conditionnel de précaution), , o ―que utiliza en su trabajo la abreviatura CJ― al lado de conditionnel de «rumeur» y otras propuestas como conditionnel d’ouï‑dire, d’emprunt y de reprise, respectivamente desde , y ). F. Oliveira (2022: § 3.2) menciona también en francés (sobre el estudio del portugués) las expresiones «conditionnel de “rumeur” ou “journalistique”». habló de conditionnel épistémique citando de diferentes autores expresiones como conditionnel de l’information incertaine (), conditionnel de l’information hypothétique (), conditionnel de la rumeur () o conditionnel de l’information prudente () y terminando por inclinarse por algo como conditionnel de l’information empruntée o, más decididamente, por la denominación que citó desde Togeby (). En un trabajo posterior comenzaría mencionando conditionnel journalistique, de reprise y épistémique (). Conditionnel épistémique leeremos también, por ejemplo, en ) o . cita la denominación «conditionnel de rumeur» y recoge otras, entre ellas conditionnel de citation (en ), de l'allusion au discours de l’autre (en ), d’altérité énonciative (en ) y de non prise en charge (en ). Conditionnel journalistique reaparece en . ejemplifica con, literalmente, «cond. d’information incertaine, de citation, de la rumeur, épistémique, médiatif…». mencionará «conditionnel de l’évidence indirecte ou de la rumeur». mencionará la documentación en la «French linguistic literature» de más de sesenta denominaciones para el que llama Reportive Conditional (cfr. supra).
[2] Sobre los hechos gramaticales del catalán, hablaría también de «informació provisional o no confirmada» (cfr. infra § 3.2, n. 24). recurriría también a la noción de ‘confirmación’ al concluir sobre el conditionnel journalistique francés que «[l]e procès n’est considéré comme simplement possible que parce qu’il n’est pas connu avec certitude; et ce n’est pas son actualisation elle-même qui se trouve retardée, mais sa confirmation» (negrita y no cursiva en el original).
[3] destaca la antigüedad de este uso, anterior a la prensa, la radio y la televisión, aportando un ejemplo francés en un texto jurídico de 1541 que ya había tomado de , quienes lo señalaron en «la pratique judiciaire ancienne» y lo relacionaron con la expresión de «l’affirmation aténuée» por parte de la forma verbal que llamaban «toncal futur» (cfr. la noción bellista de pos‑pretérito o el posterior uso de Retro‑future por parte de ).
[4] considera la existencia de testimonios en francés e italiano desde el s. xvi (cfr. después ) y admite la hipótesis de que el uso del CR en español se deba a galicismo, no excluyendo «la posibilidad de que, cronológicamente, […] haya sido originariamente tomado del italiano, a no ser que el uso del condicional sea el resultado de una poligénesis románica».
[5] Sobre los ejemplos aducidos por Gili Gaya (ibid.), «Según informes oficiosos, el Ministro estaría dispuesto a modificar la ley» y «Viajeros procedentes de la frontera aseguran que las tropas chinas habrían desencadenado una ofensiva», Rallides (ibid.) comentó que «[t]he informant suggests the only conceivable condition for the use of such forms would be in an example such as the following: Las tropas chinas habrían desencadenado una ofensiva, si hubieran sido atacados [sic y cursivas suyas, A.V.] […] and a similar situation would apply to Gili Gaya’s other example; el Ministro estaría dispuesto… [cursivas suyas, A.V.]». Es verosímil conjeturar que el mencionado informante (americano) no reconoció fuera de contexto el uso que estamos estudiando, mientras que un hablante peninsular igualmente consultado por el autor lo interpretó ―curiosísimamente― como «valid when applied to Spanish speakers of his area who have a knowledge of other languages, German for example», ().
[6] Ya puntualizó el error de Seco en este sentido. El estudio de , sobre un corpus de prensa digital hispana, se basó en la selección de nueve diarios concretos (dos de ellos, El Mundo y El País, españoles; los restantes, americanos) y en el cómputo estricto de formas empleadas en 360 titulares de noticias (durante cuatro meses de 2010); sus datos de aparición del CR, con los mayores índices de frecuencia en Argentina (La Razón) y Colombia (El Tiempo) y los menores no solo en España (en concreto, en El País), sino también en Ecuador (El Universo) y en México (El Universal), deben relativizarse mucho teniendo en cuenta las limitaciones del corpus utilizado.
[7] Caracterizada por la autora citada en los términos «el narrador tiene, o se arroga, la autoridad de tomar el discurso ajeno por su cuenta», a diferencia del estilo indirecto libre, mediante el cual «el narrador nos pone en la inmediatez del personaje» ().
[8] Cfr., p. ej., la presentación de este empleo por parte de , quien lo situaba entre «algunos usos verbales que parecen quedar circunscritos al empleo periodístico», restricción excesiva si observamos su aparición en textos no periodísticos (cfr. infra § 5).
[9] Cfr. una reflexión como la de en el sentido de que «está en juego el dilema ético y de credibilidad en el manejo de los contenidos, ya que esperamos que los periodistas no presenten noticias como rumores descontextualizados, sin asumir la responsabilidad sobre la información».
[10] Posteriormente defenderá la misma idea básica en términos de «a bicategorial epistemic marker expressing reportive evidentiality and zero modalization (the refusal to epistemically endorse the mediated content of the utterance)» (), concluyendo sobre esta segunda noción que «signifying an actual refusal to epistemically endorse the eventuality, performs a more emphatic epistemic distancing [en relación con los restantes usos del indicativo, A.V.] on the part of the speaker» (ibid., cfr. antes 2018 § 2.6). Para el uso concreto en francés, cfr. sus previas palabras: «le conditionnel épistémique (“journalistique”) est un marqueur grammatical mixte, médiatif et modal» (, en cursivas en el original; cfr.: «[…] est un marqueur épistémique mixte exprimant la médiation par emprunt et la modalisation zéro (le refus de prendre en charge le contenu cognitif de l’énoncé», , cursivas suyas). En la lingüística francesa, había hablado de un «conditionnel de l’information incertaine», expresión de unas propiedades «attribuées à un univers différent de celui du locuteur, que le locuteur n’a pas raison de contester, mais qu’il ne prend pas non plus à son compte». Una década más tarde consideraría inicialmente la existencia en el «conditionnel épistémique» (cfr. supra § 1.1, n. 1) de tres «traits sémantiques»: (a) la expresión del «caractère d’incertitude» de la información, (b) la indicación de la «reprise ou de l’emprunt» de una información ajena y (c) la expresión de la «non-prise en charge par le locuteur» de lo afirmado, para concluir defendiendo que «sa valeur de base […] est la valeur évidentiel d’emprunt» (). se opondría tanto a la idea de una «indication d’emprunt» (cfr. infra § 7.1) como a la de «non prise en charge» por parte del que formula CE (= conditionnel épistémique) concluyendo que «on peut associer au conditionnel CE la fonction d’indiquer que le locuteur ne contrôle pas entièrement l’information qu’il transmet, raison pour laquelle il l’associe à un cadre (qui peut devoir être reconstruit) et duquel la vérité du contenu énoncé ou la légitimité de l’acte réalisé dépend» (cfr. infra § 7.2, n. 71). Posteriormente concluiría, tras discutir sobre todo lo escrito por H. Kronning, que el uso que simboliza CE1 «est fondamentalement un marqueur évidentiel (grammatical) de reprise à autrui» (cursivas suyas).
[12] señala un reportative value como «characteristically found with the conditional perfect and also with the conditional simple in Spanish».
[13] Con referencia a las opiniones de Lázaro Carreter (1977) y y con mención de las recomendaciones de estilo en RTVE y el diario El País. Al respecto, cfr. también , Vatrican (, , ), , o . Igualmente desaconsejaba el uso del «llamado “condicional del rumor”».
[14] Cfr. los «dos valores» que señaló en la NGLE y otros estudios en términos de «la presentación de información no asegurada y la alusión a un discurso ajeno».
[15] Como acabamos de sintetizar (cfr. supra § 1.2, n. 10), mencionó para el francés esta idea como un tercer «rasgo semántico», que calificaría como aléthique, al lado de los dos primeros, que presentó en términos de modal y évidentiel, mutatis mutandis los aquí respectivamente reconocibles a continuación en las interpretaciones A y B.
[16] Autores que señalaron en este caso dos tipos de oración condicional manteniendo la tradicional distinción entre «potenciales» e «irreales» y restringiendo estas últimas a los casos de negación implícita propiamente dicha (cfr. nuestras observaciones críticas en ).
[17] Cfr. en todo caso los comentarios de Pérez (loc. cit.) y posteriormente , quien concluirá inclinándose hacia la interpretación no irreal de este uso del «imperfecto» (cfr. ).
[18] Pensando, p. ej., en la práctica terminológica de , cuyas palabras motivaron en su momento nuestras puntualizaciones sobre esta cuestión concreta (cfr.). Una sucinta presentación de este problema puede verse en .
[19] Sus ejemplos periodísticos numerados 20 (en italiano) y 22 (en francés) recurren respectivamente a la explicitación de la falsedad de las fuentes y del propio contenido (anticipado literalmente como una serie de idioteces): «Secondo fonti non certe, proprio nel corso di uno dei raid aerei su Tripoli, sarebbe stato ucciso un figlio di Gheddafi, Khamis», «Beaucoup d’idioties ont été écrites sur le film […]. Il durerait 9 heures; 2 heures; 5 heures. Tout cela est faux […]» (Kronning: ibid., tipografía siempre nuestra). Otro ejemplo, el que numera 23, en español y de un texto científico, contrasta la opinión citada con la diferente realidad: «El oso común, que, según Zimmermann, estaría difundido por todo el globo, no existe en América (Francisco Jorge Torres Villegas. 1857.. […])» (idem). Kronning los aduce para rechazar la hipótesis de que el Reportive Conditional (cfr. infra n. 20) exprese una «dubitative epistemic attitude» desde el momento en que «the speaker is able to show, outside the mediation domain of the RC, a more or less dubitative attitude, by evaluating the credibility of the sources […], as well as a non-dubitative attitude (“certainty” regarding the truth or falseness of the borrowed dictum) […]» (ibid.).
[20] De reiterado uso, por ejemplo, en , obra citada por Reyes (cfr. infra § 7.1). Pero observemos la aclaración de esta autora en nota a propósito del término inglés: «Podría traducirse ‘testimonial’, que parece más apropiado en español, pero utilizo el préstamo para evitar confusiones» (. Sobre la adopción en francés de la paralela terminología (évidentiel, evidentialité), cfr., p. ej., . criticó este empleo que, de hecho, supone el contrasentido ―en francés como en español y en general, añadiremos― de hacer creer que «la catégorie est fondée sur la notion d’évidence», pese a lo cual su uso se ha generalizado. La profesora búlgara () reuniría las denominaciones francesas distantif, non‑testimonial, rénarratif, indirect / indirective, présomptif, médiatif, médiaphorique al lado de évidentiel para seguir defendiendo el uso de médiatif «pour désigner une catégorie grammaticale qui, dans l’organisation de nombreuses langues, recouvre l’ensemble des situations où la forme verbale est indexée du rapport de désengagement que l’énonciateur entretient avec ce qu’il énonce» (ibid.), concluyendo que la médiativité es una noción de ámbito nocional bastante más restringido que el que ha llegado a asignarse al concepto de evidencialidad (). , de nuevo sobre los usos gramaticales del francés, el italiano y el español (cfr. supra § 1.2), empleará en inglés la expresión Reportive Conditional (que abrevia RC).
[21] En el ámbito románico, mencionó el caso concreto en concreto de un, sic, Modus «Präsumptivus» (mayúsculas y comillas suyas) con significación gramatical de Evidenz. menciona el «Old World evidential belt» especificando albanés, búlgaro, persa, tayiko, turco, etc., para añadir referencia a las lenguas amerindias e incluso tibeto-birmanas o también papúes.
[22] Conste de nuevo nuestro agradecimiento, ahora ya tristemente póstumo, a María Kítova-Vasíleva por habernos proporcionado en su día ambos ejemplos.
[24] La autora, con todo, erró al apoyar la consideración de dicha potencialidad «citativa» en suponer el «condicional» como «paralelo del futuro en sus valores temporales y modales» () cuando precisamente el valor modal irreal característico de las formas en ‑ría en combinación con una perspectiva temporal como la de presente no puede nunca ser expresado por una forma de «futuro». Sobre la cita de entre otros autores, defiende que las formas «distanciadas» (mutatis mutandis, las funcionalmente irreales) se comportan como evidenciales cuando el contexto «bloquea» la «postura epistémica negativa», no admitiendo así en la práctica que el valor funcional irreal, manifestable de entrada en diferentes matices (cfr. supra § 2.2), pueda hacerlo en términos de presentación de información provisional o no confirmada, matiz concreto que, en el caso del catalán, mencionó ―autor citado por Rodríguez Rosique (op. cit.)― como manifestación de valor evidencial conjuntamente con la comunicación «d’afirmacions d’altri».
[25] Idea en que podemos ver un eco de lo expuesto a propósito por y en la que la profesora argentina incidiría posteriormente (), con alusión explícita a este uso por parte de los periodistas (cfr. supra § 1.2). Tras mencionar la caracterización del CR como evidencial citativo en Reyes (ibid.), e igualmente con referencia la prensa argentina, ha comentado diferentes casos concretos en que el uso del CR resultará adecuado para la prevención de responsabilidades (con cita expresa de disposiciones legales, casos concretos y opiniones vertidas en medios de comunicación del país sudamericano, cfr.) o bien da pie a una serie de observaciones sobre posibles actitudes sesgadas o maliciosas por parte de algún medio en particular (cfr.).
[27] Previamente (Vatrican , cfr.) ha presentado una triple caracterización en la línea de Dendale (cfr. supra § 1.2), concluyendo con la afirmación de que «[t]he speaker takes no responsability for the information». Más tarde hablará directamente de «valor modal» al afirmar que «[e]l condicional cobra el valor modal de condicional del rumor si el hablante transmite el discurso de otro hablante sin comprometerse con la verdad de lo aseverado» ().
[28] Extrañamente el autor citado concluirá más adelante que «el llamado condicional del rumor en el discurso periodístico tiene las mismas propiedades temporales que el presente de indicativo» ().
[29] La coordinación de unidades verbales lleva en el ejemplo a la elipsis con mantenimiento exclusivo del participio en la segunda de ellas.
[30] puntualizó en el uso periodístico francés la paralela doble opción entre «l’indicatif» y «le conditionnel» dependiendo principalmente del grado de credibilidad que el periodista conceda a una comunicación recibida (dépêche).
[31] Observemos, de paso, el uso especialmente esperable en el castellano hablado en Galicia, en contacto con una lengua vernácula desprovista de formas verbales compuestas, de la forma simple irreal en ‑ría donde el español en sus restantes variedades hubiera empleado normalmente la compuesta («le habría ofrecido»).
[32] Como, por otra parte, de que las personas identificadas en la noticia mantenían algún tipo de relación, aunque se explicite que esta «se desconoce con certeza».
[33] Con similar interpretación gramatical concluye al «completar» el ejemplo «El presidente dijo ayer que el Gobierno estaría dispuesto a flexibilizar el aumento del peaje» con la prótasis condicional pospuesta «si los conductores suspendieran la protesta» [tipografía nuestra]. No resulta, en cualquier caso, acorde con los hechos una opinión como la defendida para el francés por en el sentido de que el conditionnel journalistique no puede entenderse como «l’apodose d’un système hypothétique», que este autor basaba en la inaceptabilidad de supuestas prótasis concretas en el caso estricto de un ejemplo en particular.
[34] Inevitable recordar aquí el hincapié hecho por en el valor irreal de una expresión como «habría ido» con independencia de que el hablante redunde en él o no con la adición de un «pero no pude» o de un «si hubiese podido».
[35] La doble posibilidad modal en combinación con la correspondiente partícula en francés, selon, fue observada por , quien reconoció justamente que la diferencia radica en un factor modal (cfr. infra § 7.1).
[36] Sobre las combinaciones modalmente «híbridas» o «mixtas» en la oración condicional (cfr. las mixed future conditions de que habló Keniston 1937: § 31.34), cfr. o , con revisión bibliográfica.
[37] Por mucho que las academias (todavía en el Gtg. s. v. modo) continúen sin querer admitir que la estructuración modal del verbo español no puede reducirse a, imperativo aparte, la dicotomía indicativo / subjuntivo, con la que resulta combinable la que hemos presentado como «segunda noción modal», a la que corresponden las marcas gramaticales de, en nuestros términos, incertidumbre e irrealidad (cfr., ). Es en este sentido contradictorio el proceder terminológico de la al hablar de unos «usos modalizados de los tiempos» que «no se considerarán aquí modos, lo que no niega que, en tales usos, los tiempos verbales contengan componentes de naturaleza modal». Tal como ya expusimos en alguna otra ocasión (cfr., p. ej., ), tras esta llamativa renuncia a considerar como propios de «modos» unos empleos explícitamente reconocidos como «modales» se halla el tradicional enfoque de los «modos» como conjuntos independientes de «tiempos» (identificados a la hora de la verdad con subparadigmas numeropersonales); ello a pesar de que poco antes la misma gramática ha admitido en su presentación de los modos como paradigmas flexivos que «puedan coincidir sus formas con elementos de otros paradigmas» ().
[38] Doble opción que ha llegado a ser precisamente destacada en relación con dicho recurso gramatical (cfr. ).
[39] «Por ejemplo, en los textos científicos médicos […] es habitual presentar las conclusiones de los análisis mediante formas distanciadas, frente a lo que ocurre en la descripción de las pruebas realizadas o de los resultados empíricos obtenidos» ().
[40] A la que , desde un estudio de corpus sobre español e inglés, ha hecho también referencia al señalar que «[f]rom a discourse-pragmatic perspective, the feature irrealis, presenting the situation as unrealized, contributes to distancing the speaker from the situation and diminishes speaker’s responsibility for the communicated information». Y recordemos la idoneidad señalada por Di Tullio (1995) para la elusión del compromiso con lo afirmado en una forma de «valor condicional» que puede expresar consecuencia de una hipótesis o condición «que plantea una situación eventual o irreal» (1995: § 12.2.1,6, cfr. supra § 1.2). En la gramática francesa podríamos señalar un antecedente en palabras como las de cuando vio en el correspondiente uso del «conditionnel» la expresión de «l’affirmation hypothétique, dont on refuse d’assumer la responsabilité», directamente en relación con su interpretación del CR como «un futuro de probabilité attenuée» (cfr. infra § 6.3, n. 66).
[41] E igualmente con total independencia de si se presenta la evidencialidad como una particular noción modal (cfr., p. ej., las observaciones en este sentido de ) o de si se defiende su autonomía categorial.
[42] Es un hecho que el CR, aun de uso también registrable fuera de los medios de comunicación (cfr. infra § 5 y ss.), se ha afianzado en el repertorio de recursos socorridos de la lengua periodística hasta el punto de aparecer ocasionalmente empleado en contextos informativos en que resulta impensable cualquier explicación relacionada con el rechazo a presentar la información como verídica o respaldada por quien informa. Un ejemplo de prensa como el a continuación reproducido ofrece este «rasgo de estilo» en sus titulares, pero para a continuación explicitar como conocidos ―por medio del IND 0 y precisamente aquí con indicación de la fuente― los hechos desde el comienzo aludidos, cuya inicial comunicación mediante las formas en –ría no resulta, en consecuencia, justificable desde el estricto análisis gramatical; cfr.:
- (54b)
Navalni estaría en una prisión en el círculo polar ártico [Titular]
El opositor ruso habría sido trasladado al Lobo ártico como represalia por haber pedido el voto contra Putin [Segundo titular]
El encarcelado líder opositor ruso Alexéi Navalni reapareció en una prisión cerca de la cordillera de los Urales, en el círculo polar Ártico, tras casi tres semanas en paradero desconocido, según informó este lunes en la red social X su equipo de colaboradores. (El Progreso, 25/12/2023; en el resto de la noticia no aparece ningún CR, ni siquiera en otros fragmentos en que se explicitan fuentes de información).
[43] Cfr. también, p. ej., . Previamente el autor lo había mencionado como «rare dans le discours littéraire fictionnel» () partiendo del corpus francés entonces por él estudiado, pero «tout aussi caractéristique de certaines types de discours scientifique et historique» (ibid.).v
[44] Notemos que de un autor español y no americano. Observaciones como las de sobre una diferente actitud en este sentido por parte de la lengua literaria a uno y otro lados del Atlántico (el autor señala el CR en el uso literario hispanoamericano) parecen requerir una revisión basada en un más amplio estudio de corpus.
[45] Mencionando, por ejemplo, la presentación del concepto de «evidencialidad» por parte de , dicho concepto «suele definirse como el dominio semántico relacionado con la marcación de la fuente u origen de la información transmitida por un hablante […] Se dice que la fuente es directa cuando el conocimiento del hablante ha sido adquirido por medio de una percepción sensible originada en alguno de sus sentidos […]. Se afirma que es indirecta, en cambio, cuando dicho conocimiento procede ya de una inferencia razonada, ya de la cita de un discurso ajeno» (las autoras remiten aquí a y ).
[46] La forma simple cantaría no expresa solamente, en el indicativo irreal (IND 2), las relaciones de presente y futuro, sino toda la sustancia de contenido temporal negativamente marcada en cuanto a la oposición que formulamos ±anterioridad primaria .cfr. Veiga , 1999: § 3.5), con inclusión de la relación de co-pretérito, apreciable en un caso de negación implícita como puede ser «me dijo que de buena gana estaría entonces en la playa» [= no estaba]. El ejemplo 58 ilustra esta misma posibilidad temporal en el uso concreto del CR.
[47] No debe tampoco pensarse en la expresión mediante la forma en ‑ría de algún tipo de «inferencia» desde el momento en que la misma actitud deductiva se plasma en la primera línea del fragmento, donde se ha empleado el IND 0.
[48] El autor quiere diferenciarlo del «periodístico», en el que señala forzadísimamente una información de «tercera mano». emplea para este uso concreto la simbolización CC (cfr. supra § 1.1, n. 1) y, quiere caracterizarlo temporalmente frente al CR atribuyéndole como única interpretación posible «la del presente atemporal de las definiciones científicas» (), restricción inaplicable a las efectivas posibilidades ilustradas en alguno de nuestros anteriores ejemplos.
[49] Forzadísima es, en cambio, la explicación que busca poniéndolo en directa relación con lo que viene a ser la noción temporal de pos-pretérito ―la defendida como significado fundamental de cantaría, recordemos, por Bello (cfr. supra § 1.3, 2.4), como su systemic function por , bajo la etiqueta Retro-future y la formulación vectorial RP+V (1960: 72), y como su «uso recto» por parte de , que la reformuló (O–V)+V―, a que la autora hace referencia en términos de «ulterioridad en el pasado» y presenta como el «valor en lengua» del «condicional» (). La profesora de París quiere establecer un vínculo entre la «referencia a un enunciador por lo menos temporalmente distinto al enunciador principal presente» que reclama en el «uso temporal de ulterioridad en el pasado» y «un valor mediativo, que consiste en indicar que el contenido del enunciado no es propio del enunciador sino que lo retoma de otro», valor «modal» que atribuye al «uso citativo» (). Ahora bien, desde el apartado 3.3 ya hemos mostrado con suficientes ejemplos que el CR no marca realmente la existencia de una fuente informativa, como por otra parte podríamos argüir que la mención de dos «enunciadores» diferentes en el caso del pos-pretérito no es sino una proyección interpretativa de las dos orientaciones (posterioridad respecto de la anterioridad) que definen este significado temporal, que precisamente es abandonado por la forma cantaría cuando ha de marcar gramaticalmente un contenido como el característico del CR (lo describamos como lo describamos), con lo que volvemos a situarnos frente a la idea de un tipo de «dislocación» en la teoría de , de «migración» en y, en el inicio del reconocimiento de lo que reconocemos como un hecho de plurifuncionalidad modotemporal (), a uno de los «significados metafóricos de los tiempos» de que nos habló Bello (, ) (cfr. supra § 1.1). Ninguna relación directa guarda, por otra parte, el valor transmitido por un CR con el significado de marcadores evidenciales del tipo de por lo visto, que no podría formar parte de paráfrasis alguna de una forma en ‑ría (frente a lo que extrañamente parece defender ) en el caso del uso que acabamos de ejemplificar en la prosa científica, como en tantos otros en que tal forma, aun usada «periodísticamente», no transmite ideas ajenas.
[51] Expresión usada en la , cfr.), , , o . Este último autor (loc. cit., cursivas suyas) ha propuesto hablar de «condicional con valor conjetural, condicional de conjetura» al lado de «condicional de información no probada, condicional de información no contrastada, condicional de información no asegurada».
[52] El Manual reduce su ejemplificación en este sentido al ejemplo «La nota daba a entender que el presidente estaría dispuesto a negociar» (, todo en cursiva en el original), interpretando literalmente la forma verbal en el sentido de ‘seguramente estaba’ (ibid.), con lo que evita al menos el confuso empleo del adverbio probablemente, cómodo recurso para la interpretación de otro valor modal diferente en el verbo español (cfr. infra texto), aun cuando eche también mano de seguramente para la explicación de un ejemplo vinculado a otro empleo (el «condicional de atenuación», .) sí correspondiente al valor de –ría en combinación con un enfoque temporal como el de presente.
[53] Bello (loc. cit.), de hecho, comenzó presentando este valor, que explicaba como «metafórico», como significación de «la consecuencia lógica, la probabilidad, la conjetura».
[54] El profesor catalán señalaría para cantaría «una homonimia de valores de una forma que, según el contexto, puede indicar el irreal presente (y su proyección hacia el futuro) o el probabilitivo pretérito» (), haciendo así referencia a los que consideramos sus dos valores modales marcados, en el seno de una investigación en que defendía la retirada del modo indicativo de esta forma (cfr. nuestros comentarios en ).
[55] Y no faltan reinterpretaciones de signo evidencial para este significado modal. , por ejemplo, identifica los valores gramaticales a que se refiere, explícitamente para cantaría como para cantaré, como «conjeturales» con una «lectura inferencial», lo que lo lleva a defender ambos elementos verbales, con apoyo en la interpretación propuesta para los «futuros» por , como evidenciales.
[56] No acabamos de entender, en este sentido, que nos haya citado entre los defensores de que «the rumor conditional and the conjecture conditional […] are very close» para aducir ejemplos de ambos «condicionales» (respectivamente IND 2 e IND 1) que «convey uncertainty (it is said, probably)» (cursiva suya); la caracterización del primero de ambos usos modales en términos de uncertainty se debe al proceder terminológico de la propia autora y jamás ha formado parte del nuestro. Destaquemos que se muestra consciente de este tipo de peligros cuando advierte que tanto el CR como el conjecture conditional pueden ser compatibles con una expresión como I am not sure of that para a continuación plantear qué queremos decir con tal expresión y diferenciar su aplicación en dos sentidos distintos en uno y otro casos. Definitivamente afirmará que «El condicional de conjetura expresa un hecho dudoso, mientras que el condicional de rumor expresa una información dudosa. En el primer caso, la probabilidad opera, es decir, tiene alcance sobre la realización de un hecho del mundo real. En el segundo caso, tiene alcance sobre la verdad del decir, es decir, sobre la fuerza ilocutiva» Vatrican , cfr., donde explícitamente contraponía enunciado a enunciación en relación con el ámbito de actuación del que veía como un mismo «operador modal epistémico de posibilidad»).
[57] Vid. los ejemplos completos, respectivamente procedentes de lo periódicos La Vanguardia, 21/4/1994, y El Diario Vasco, 27/4/1999, en ; sic comillas simples y anotaciones entre corchetes. La misma sustituibilidad será también admitida, por ejemplo, por Fidalgo Enríquez (), quien, aun partiendo de nuestra concepción de las oposiciones modales en español (cfr. ), verá en todo momento en el CR un uso vinculable en lo modal al IND 1 y defenderá que este uso de ‑ría «se distingue del condicional de conjetura […] en la orientación temporal, pero no en el valor modal» ().
[58] El uso de un ejemplo en que «se transmite una deducción fundada en el hecho expresado en No la veía en la fiesta» y con dos puntos por medio nos parece bastante ad hoc para la ilustración de lo que el Glosario (Gtg: ibid.) quiere interpretar aquí.
[59] Erróneamente Bermúdez, citando el cap. 44 de la GDLE (), describe de hecho el que de acuerdo con es el primer tipo de dislocación en relación con la posible explicación del CR desde dicho planteamiento. Sobre nuestra idea concreta acerca de este hecho gramatical, cfr. sobre todo .
[60] advierte indirectamente esta diferenciación gramatical cuando para el «journalistic conditional» reclama una situación «anchored in the present or in the future» («El enfoque temporal del condicional de rumor es de presente o de futuro para la forma simple», Vatrican , cfr.) mientras para el «conjecture conditional» la reclama como «anchored in the past» («La probabilidad opera sobre una situación con enfoque de pasado, ; «el condicional de conjetura solo tiene enfoque temporal de pretérito imperfecto […] o de pretérito simple […]», ), si bien no existe rigurosamente una relación de distribución complementaria temporal entre ambos usos modales por parte de cantaría, que en su empleo como CR admite también, como hemos visto (cfr. supra § 5.2), la posibilidad de expresar la realización de co‑pretérito, integrante de la archifunción temporal negativamente marcada respecto de la oposición ±anterioridad primaria, cuya expresión prototípica en el indicativo irreal (IND 2) castellano es la forma simple en ‑ría (cfr., p. ej. Veiga , 1999: § 1.4). De hecho, un ejemplo como «Juan tendría entonces 40 años», que [ej. 1]) aporta como ilustración de conjecture conditional, admite ―y sin cambio alguno, y esto es aquí lo importante, en su enfoque temporal― la interpretación irreal en el contexto adecuado (p. ej., «Juan tendría entonces 40 años si no hubiera muerto en su juventud», posibilidad que de hecho la propia Vatrican llegó a advertir, cfr.), con inclusión también de su posible manifestación concreta como CR (p. ej., «según lo que algunas fuentes afirman [= de ser cierto lo que afirman], Juan tendría entonces 40 años»).
[61] no ha dejado de aludir a la posible combinación del CR con una prótasis condicional: «Sevilla tendría próximamente carrera de psicología para los jóvenes que deseen estudiar esta carrera en el municipio, si fuese/es cierta esta información» (ibid. [ej. 36]). Un ejemplo parecido reaparece en [ej. 15]), junto con «Si se confirma lo que dicen, Junker aceptaría limitar […]» y «De ser cierta esta noticia, el presidente de Andorra se habría reunido con bancos implicados en el caso Pujol» (ibid. [ejs. 16‑7], cursivas suyas).
[62] Razón por la cual Pérez (, ), por ejemplo, ha planteado el recurso al término alejamiento como «alternativa más razonable» a irrealidad.
[63] De ahí que hayamos de llamar la atención sobre el peligroso empleo del término francés incertitude en un trabajo como el de para hacer referencia a uno de los «traits sémantiques» más o menos regularmente vinculados, en sus palabras, al «morphème» a que se refirió inicialmente como «conditionnel épisthémique» (cfr. supra § 1.1, n. 1).
[65] Para la ilustración del «de rumor» el Manual recurre a un ejemplo temporalmente co‑pretérito: «La nota daba a entender que el presidente estaría dispuesto a negociar, es decir ‘seguramente estaba’» (NGLEM. loc. cit., sic cursivas y comillas simples).
[66] La puesta en relación de un condicional «modal» (con referencia concreta en la práctica al CR) con los «futuros de probabilidad» fue explicitada en la gramática francesa por , quien, al ver en aquel «un futur de probabilité attenuée» que sustrae una parte de la certidumbre a lo que ya no era sino pobable, no dejaba de implicar la existencia entre ambos de una distinción de base modal. En el caso de la gramática española, , aunque no evitó (acaso bajo la influencia de lo previamente escrito por Gili Gaya, cfr. supra § 1.2) aludir a una semejanza «indudable» entre el CR y «el [condicional] que marca probabilidad en “aquella mujer tendría cuarenta años” […]», destacó como «diferencia importante» entre ambos precisamente la dispar correspondencia gramatical con los «tiempos no marcados». se referiría al CR como ejemplo «d’autres significations dérivées de l’absence de certitude».
[67] Cfr. el principio previamente enunciado por : «En el sistema de signos de la lengua, no puede haber una oposición de significados sin la correspondiente oposición de significantes» (expansión de caracteres en lugar de cursivas en el original).
[68] A similar conclusión básica hemos llegado, por ejemplo, sobre la igualmente errónea idea del aspecto como categoría funcional en el núcleo del sistema verbal español (cfr., p. ej., ).
[69] Su aquí citado ejemplo 9a es «Selon les Argentins, l’Exocet aurait touché l’“Invincible”, le dimanche 30 mai, au large des Malouines» (loc cit., cursivas nuestras).
[70] En palabras de : «Mientras que en la pluma de los periodistas estas formas en ‑ría cumplen un propósito de posicionamiento de no asunción de responsabilidad frente a la veracidad de la información presentada, en el caso de los textos médicos habría que pensar en otra explicación, quizá un distanciamiento retórico, quizá una manifestación de presunta humildad».
[71] En la gramática francesa hallamos una decidida y razonada puesta en relación entre el CR y un «conditionnel hypothétique» en el estudio de , que vincula el primero de ambos usos con «un cadre conditionnel hypothétique dans lequel la protase est un cadre épistémique, dont la source peut être évoquée au moyen d’un syntagme cadratif comme selon X ―qui correspond à si X di juste― ou peut rester implicite si elle est indéterminée» ().
[72] Textualmente: «Variedad de la modalidad relativa al compromiso del hablante con la veracidad de lo que afirma en un enunciado, con la fuente de la que proviene el contenido expresado o con el grado de certeza que se atribuye a dicha información» (Gtg: s. v. evidencialidad; en versalitas modalidad).