El antropónimo sustitutivo. Ejemplificar, reconstruir, recrear, evocar: Fulano,-a y sus variantes y equivalentes
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Resumen
El estatuto de los nombres propios sustitutivos suscita ciertas preguntas en cuanto a su categorización gramatical (deben deslindarse de los pronombres indefinidos, de los personales, de los nombres generales, de las fórmulas de tratamiento y de los procedimientos para hablar de uno mismo en tercera persona) y también en cuanto a su tipologización onomástica (son casi siempre antropónimos, pero de una categoría singular). Pese a lo sostenido en muchas obras lexicográficas, su principal función es facilitar la ejemplificación (en muy distintos géneros textuales), pues solo de vez en cuando sirven para reemplazar a antropónimos no recordados u omitidos por discreción o irrelevancia. El español dispone de muy variados antropónimos sustitutivos, utilizados con mayor o menor frecuencia y, pese a su considerable heterogeneidad formal y etimológica, pueden alternarse y combinarse entre sí.
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