Resumen
En este artículo se analiza la faceta periodística de Eugenio F. Granell en la emisora de radio “La Voz de Guatemala”. Se presta atención a los cambios que se produjeron en los contenidos de estas emisiones que en sus inicios eran de carácter político y terminaron siendo exclusivamente culturales. Destacamos la crítica de arte, pues tiene una presencia relevante porque paralelamente Granell la desarrolló en otros medios, a la vez que exploraba el lenguaje plástico y se integraba en el ambiente cultural guatemalteco, protagonizado por el grupo AGEAR y Skar-Ti, y del que quedó desvinculado por sus confrontaciones ideológicas que le obligaron a huir del país
Palabras clave:
EUGENIO F. GRANELL EN “LA VOZ DE GUATEMALA”. LA DIVULGACIÓN RADIOFÓNICA POLÍTICA Y CULTURAL EN LA DIÁSPORA
Inmaculada Real López
EUGENIO F. GRANELL EN “LA VOZ DE GUATEMALA”. LA DIVULGACIÓN RADIOFÓNICA POLÍTICA Y CULTURAL EN LA DIÁSPORA
Quintana: revista do Departamento de Historia da Arte, núm. 20, 2021
Universidade de Santiago de Compostela
EUGENIO F. GRANELL IN “LA VOZ DE GUATEMALA”. POLITICAL AND CULTURAL RADIO DISCLOSURE IN THE DIASPORA
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Recibido: 20/06/2020
Aceptado: 16/09/2020
Resumen: En este artículo se analiza la faceta periodística de Eugenio F. Granell en la emisora de radio “La Voz de Guatemala”. Se presta atención a los cambios que se produjeron en los contenidos de estas emisiones que en sus inicios eran de carácter político y terminaron siendo exclusivamente culturales. Destacamos la crítica de arte, pues tiene una presencia relevante porque paralelamente Granell la desarrolló en otros medios, a la vez que exploraba el lenguaje plástico y se integraba en el ambiente cultural guatemalteco, protagonizado por el grupo AGEAR y Skar-Ti, y del que quedó desvinculado por sus confrontaciones ideológicas que le obligaron a huir del país.
Palabras clave: Programa de radio; La Voz de Guatemala; Guatemala; exilio; Granell.
Abstract: This article analyses Eugenio F. Granell’s journalism on the radio station “La Voz de Guatemala”. Attention is paid to the changes that occurred in the content of these broadcasts, which were originally political in nature and gradually became exclusively cultural. The article focuses on the critique of art, relevant because Granell simultaneously developed it in other media, while he explored plastic language and integrated into the Guatemalan cultural environment, featuring the AGEAR group and Skar-Ti, and from which he was dissociated due to his ideological clashes that forced him to flee the country.
Keywords: Radio programme; La Voz de Guatemala; Guatemala; exile; Granell.
1. Introducción
Este artículo propone estudiar la actividad del pintor Eugenio F. Granell (1912-2001) en la emisora “La Voz de Guatemala”, donde trabajó como crítico de arte, aunque previamente ejerció el periodismo político. El paso del surrealista por los medios de comunicación no ha sido abordado con la atención que se merece, apenas hay trabajos que lo recuperan desde esta perspectiva, al igual que tampoco se le vincula con la prensa del exilio. Sin embargo, el pintor contribuyó desde el destierro, como hicieron tantos otros refugiados republicanos, a la difusión de noticias sobre la política y la cultura española.
Entre los medios de comunicación más sonados de la diáspora destaca Radio París, que se retransmitía a través de la Radio Televisión Francesa y permitía dirigirse en español a los residentes en el país galo. Estas locuciones1 destacan por la “constante crítica a la dictadura franquista […], era una bocanada de aire fresco. En esas emisoras, los defensores del gobierno legítimo de la República -socialistas, comunistas, anarquistas, republicanos- pudieron, con muchos problemas por la actividad diplomática franquista, decir su verdad y en cierta medida, hacer retornar a España la palabra democrática que había desaparecido con la derrota de 1939”2.
De igual modo, otros de los medios a tener en cuenta es la radio londinense de la BBC, donde Antonio Martínez Nadal realizaba el programa “La Voz de Londres”. Asimismo, señalar que, a través del Spanish Service se pusieron en marcha emisiones en catalán, en euskera y en lengua gallega. En relación con esta última convendría citar el programa “Galician Programme”, donde Alexandre Raimúndez estuvo al cargo de su retransmisión desde Londres, aunque realmente eran coordinados desde Galicia por Francisco Fernández del Riego que firmaba con el pseudónimo Salvador Lorenzana. En él se hablaba sobre temas culturales de Galicia como la generación de escritores gallegos. Al otro lado del Atlántico, en Argentina, Luis Seoane dirigió el programa radiofónico “Galicia Emigrante”, al igual que la revista que llevaba el mismo nombre, y se realizaba en gallego. En las emisiones se hacía una referencia constante a esta tierra a través de la literatura, el arte, entre otros asuntos de interés. Actualmente el Consello da Cultura Galega está recuperando los trabajos de radio que hicieron los emigrantes gallegos en Europa y en América desde los años treinta, y que constituyen el fondo sonoro histórico de la citada institución, para lo que se ha creado el proyecto titulado Radiodifusión galega na emigración3. A diferencia de sus paisanos, Eugenio Granell, que era originario de La Coruña, no emitía sus programas en la emisora de radio “La Voz de Guatemala” en gallego ni tampoco abordó asuntos de Galicia, pues no formaba parte del movimiento galleguista ni compartía el ideario político, pues decía: “entre los que éramos muy jóvenes acrecía el número de quienes repudiábamos el galleguismo meramente sentimental y anhelábamos adherirnos a las formaciones que abogaban por la causa de la liberación universal” (Rozas 2002, 9). Motivo por el cual su trabajo no queda incluido en el citado proyecto4.
No era el primer contacto del coruñés con la radio de contenido político, pues durante la Guerra Civil estuvo vinculado a la emisora del POUM que se instaló en el edificio Capitol de Madrid, desde allí se reclutaba a voluntarios y contó, al frente del micrófono, con la colaboración de León Felipe. Poco después la radio sería cerrada, como también sucedió con el periódico tras el asalto por los militantes comunistas. Pese a que el coruñés tenía formación como violinista, ya que se formó en la Escuela Superior de Música de Madrid, tempranamente ejerció el periodismo. Son numerosos los medios en los que prestó colaboración desde los años treinta, publicaba en Leviatán, El Soviet, La Nueva Era, España Libre, Comunismo, La Batalla y Nueva España, además, dirigió El Joven Espartaco, revista asociada a una organización trotskista. Es decir, en sus inicios los artículos que escribía eran principalmente de carácter político, pues era trotskista y antiestalinista. Más adelante, en el exilio, una vez iniciada su carrera como pintor, ejerció la crítica de arte tanto en prensa como en los micrófonos de la emisora “La Voz de Guatemala”. Decía Granell que el destierro despertaba el genio creador, y lo explicaba que a través de los intelectuales que habían pasado por esa misma experiencia, como “Cervantes, Quevedo, Goya, Beethoven, Picasso, Stravinsky, Falla, Greco, Byron, Chagall, etc. Voluntarios o forzados poetas y artistas sufren la desazón – o lo que sea – del destierro o lo sufren, en cuyo caso se dan los Campoamor y los Murillo – salvando las distancias”5. Asimismo, llegaría a indicar que la creación es fruto del desacuerdo entre el creador y el medio o espacio donde se crea.
El inicio del Granell artista surge tras su arribo a la República Dominicana, a donde llegó tras cruzar los Pirineos el 13 de febrero de 1939 y pasar por varios campos de internamiento franceses, Argéles-sur-Mer, Saint Cyprien o Barcarés. Fue allí en Santo Domingo donde comenzó el camino de la pintura y retomó su labor periodística en La Nación, fundado por el Elfidio Alonso en 1940. En este periódico fue el responsable de la sección de cultura que incluía críticas de arte, de música y novedades editoriales. Sin embargo, no parecía tratarse de un trabajo muy estable, decía a su amigo Costa que el empleo podría durar “algunos meses, puede ser por algunos días u horas. Esto no se sabe”6. Tenemos noticias de que años después la situación del coruñés no se había estabilizado económicamente, en una de sus cartas, esta vez dirigida al escritor Vicente Llorens, informaba: “estoy preparando todo para marcharme del país dentro del menor tiempo posible, por ser ya insostenible mi situación aquí, sobre todo ahora que me quedé sin trabajo al ser despedido de La Nación”7. Al mismo tiempo colaboraba en otros medios dominicanos, como Ágora y Democracia.
El 21 de octubre de 1946 Granell se traslada a Guatemala y allí consiguió tener un contrato como crítico de arte en el periódico Mediodía, mejorando las condiciones de La Nación. Una labor que compaginó con la escritura y la pintura, especialmente esta última era la que le permitía ganarse la vida. Señala Llorens que incluso en alguna ocasión “rechazó ofertas mejor remuneradas para dedicar horas libres a la pintura” (Llorens 2006, 111). Una vez establecido en el país, comenzó el 7 de febrero de 1947 a trabajar en el programa “Estampas de España”, que se emitía desde los estudios de la emisora nacional TGW “La Voz de Guatemala”, y que estaba a su vez vinculada a la Comisión de Propaganda de la Embajada Española de Guatemala. Granell ganaba 40 quetzales por audición, en cada emisión presentaba un noticiero político y cultural de los acontecimientos internacionales más destacados vinculados con España, procedentes de Francia, México, Puerto Rico o República Dominicana. También ponía su foco de atención en las actuaciones de exaltación de la República y las críticas al régimen franquista. Sin embargo, el enfoque de este discurso no duró mucho, tan solo dos meses, después se reemplazaría esta perspectiva política por la transmisión de información exclusivamente cultural. De hecho, el nombre del programa, que inicialmente se llamaba “Estampas españolas” terminaría llamándose “Hablemos de arte”. También hubo cambios en la periodicidad y los horarios de emisión, en sus inicios fueron días alternos, lunes, miércoles y viernes. Lo mismo sucedió con la duración y la franja horaria, que comenzó siendo media hora, de 13:00 a 13:30h, después quedaría reducida a quince minutos, unas veces sería de 9.00 a 9:15h, otras de 21:00 a 21:15h, o incluso de 21:30 a 21:45h.
En sus intervenciones el pintor demostró tener una visión amplia del panorama político y cultural de la época. Debieron ser varias sus fuentes de información, quizá tuvo especial importancia la amplia red de contactos que fue creando durante la diáspora, como así lo recoge el fondo epistolar que se conserva en la Fundación Granell, con cartas de Sebastián García, Cristóbal Ruiz, Vicente Llorens, entre otros, a quienes conoció en la República Dominicana. A estos se sumaron los intelectuales de su etapa guatemalteca, como Luis Cardoza y Aragón, Recasens Siches, Julia Huxley o Carlos Mérida; sin olvidar la correspondencia con sus compañeros del POUM. Sin embargo hay otra fuente de información a destacar, la prensa nacional e internacional. Aunque desconocemos cuál fue la vía por la que recibió el periódico ABC o La Vanguardia, además del New York Herald Tribune, sabemos que Granell los utilizaba para estar informado de cuanto sucedía en el interior de España, tal y como él mismo indicaba en sus emisiones de radio, llegando incluso a leer artículos completos a sus oyentes. También, sabemos que recibe periódicos de otros países, como México antifranquista y la Revista Independiente procedente de París.
Por tanto, lo que aquí nos proponemos es rescatar la faceta más olvidada del periodista y crítico de arte Eugenio Granell, en concreto aquella que desempeñó durante su labor al frente de la Radio Nacional de Guatemala, desde la cual el coruñés fue analizando las diatribas del exilio. No hay que olvidar que el pintor sufrió varios éxodos, de hecho, llegó al país guatemalteco tras salir huyendo de República Dominicana “ante el riesgo que corría su vida" (González, 2003, 217), pues el pintor se había negado a firmar una carta a favor de Trujillo que buscaba el apoyo de los intelectuales. De camino a México decidió instalarse en el país centroamericano donde formó parte de varias instituciones del Estado y consiguió introducirse en el ambiente artístico de los años cuarenta. Sin embargo, la defensa que hizo a favor de la política antiestalinista le llevó a romper con los grupos artísticos guatemaltecos con los que estaba en contacto y a marchar de nuevo precipitadamente del país.
2. La doble mirada de la situación española, desde el interior y desde el destierro
La llegada de Granell a Guatemala se produjo tras el cambio de régimen político que tuvo lugar con la Revolución de Octubre de 1944, momento que puso fin a los catorce años de dictadura del general Jorge Ubico y que marcó el inicio de la conocida como “Primavera democrática”, encabezada por Juan José Arévalo, presidente del país elegido democráticamente. Granell decía de él que era “magnífico. Me defendió muchas veces de los comunistas que intentaron expulsarme del país. […] Había tenido que exiliarse a causa de la dictadura de Ubico […] La etapa de Arévalo fue algo parecido a la República española. Hubo una extraordinaria actividad cultural. Después de él ocurrieron varios golpes de Estado” (Molina 1994, 325). El coruñés fue uno de los primeros exiliados republicanos en establecerse en el país, para entonces, en concreto el 22 de enero de 1945, la Junta Revolucionaria había tomado la decisión por decreto nº 53 de romper la relación con el régimen de Franco, aunque hubo un movimiento de falangistas guatemaltecos opuestos a esta decisión.
Tan solo dos meses después de su llegada sabemos que el pintor gallego celebró una exposición en la Sala Británica, que además trabajaba como redactor en el periódico Mediodía - donde ganaba 150 quetzales mensuales-, y que también fue fundador junto con otros refugiados del Ateneo García Lorca. El diplomático gallego, Salvador Etcheverría Brañas, que en aquel momento estaba como embajador en Guatemala, le presentaba como “republicano, culto y animoso que está demostrando una brillante capacidad de moción en la batalla política”8. Esa defensa a favor del gobierno de la República queda recogida en las audiciones que Granell emitía en el programa de radio “Estampas de España” a través de la emisora “La Voz de Guatemala”. Al ser contratado por la Radio Nacional de Guatemala, del 7 de febrero de 1947 al 27 de abril de 1949, el pintor surrealista encontró la oportunidad de transmitir a viva voz noticias de la España desterrada. Su programa tenía formato de noticiero internacional, destacaba los apoyos que procedían del exterior a favor de la República y la repulsa del régimen, como las manifestaciones de Cuba o Venezuela que mostraban su apoyo a la España exiliada. Así, por ejemplo, el presidente Betancourt rechazó abiertamente la opresión que estaba sufriendo el pueblo español. Con respecto a Italia, se estaba creando un comité de acción antifranquista y en Brasil se llevó a cabo una campaña durante varios días, “encaminada a revelar las maquinaciones del terror franquista en España”9.
Granell dedicó una parte del programa a lo que tituló “Intelectuales en el destierro”, un espacio destinado a figuras referentes, humoristas, escritores, científicos españoles o políticos, como el pedagogo Rafael Altamira que estaba vinculado a la Institución Libre de Enseñanza. También destacó a Alfonso Rodríguez Castelao, a quien le dedicó la inauguración de esta sección y desde la que destacó el hecho de que comenzara su trayectoria siendo médico y concluyera explorando el camino del arte. El periodista quiso dar a conocer en otra de sus emisiones el ensayo que había redactado él mismo y que tenía por título “Castelao, el humorista”. En este trabajo subrayó de él su carácter multifacético, que con el lápiz dibujara a los reaccionarios, quienes se oponen al progreso humano y a la democracia. Decía además que el galleguista representaba “la España del destierro, la España liberal y democrática. Un gallego, como Castelao, sabe mejor que nadie que toda peregrinación tiene un objeto”10.Otras de las figuras a las que prestó atención es a Pablo Azcárate y Esteban Salazar y Chapela, y la actividad que desempeñaron en el Instituto Español de Londres.
En “La Voz de Guatemala” también se dieron noticias de la España del interior. Granell informaba de las guerrillas que se estaban movilizando contra el franquismo por diferentes poblaciones del país, tema que retomaría en varias emisiones. También habló del intento de la restauración monárquica en España tras un manifiesto que publicó Juan, el hijo de Alfonso XIII, desde Estoril (Portugal) donde reclamaba la monarquía borbónica. Momento que coincidió con el paso de Jaime de Borbón, el otro hijo de Alfonso XIII, por la península, lo que ocasionó, decía Granell, siguiendo la información de la prensa franquista, “una concentración monárquica celebrada con tal motivo que se vio concurrida por unas tres mil personas”11. Inicialmente contaron la benevolencia del régimen. Un apoyo que tuvo un duro revés, pues siguiendo al periodista coruñés tuvo lugar un violento manifiesto político que atacaba al régimen, en él se decía que “el sistema franquista es peor que el plan quinquenal ruso y que el país está actualmente dividido por los odios que engendró la Guerra Civil entre vencedores y vencidos”12. Este momento coincidía con la elaboración de la Ley de Sucesión que finalmente fue aprobada en las Cortes el 7 de junio de 1947.
El pintor gallego era conocedor de lo que pasaba en España por un despacho de prensa asociada que le permitía mantenerse informado, así supo que Jacinto Benavente estaba preparando una obra de teatro para ser estrenada en Buenos Aires y en Madrid, y que iba a ser interpretada por la actriz argentina Lola Membrives. También cita que el dramaturgo “fue protegido por la República durante la Guerra Civil, hacia la cual hizo manifestaciones de lealtad, la traicionó luego para irse con Franco. Ahora Franco lo utiliza para hacer más amables sus relaciones con la Argentina”13.
Otros de los periódicos que sabemos que utilizaba para sus emisoras de radio, como se ha señalado anteriormente, fueron el ABC y La Vanguardia. El periodista recurre a este último medio para hacerse eco de un artículo redactado por el escritor César González Ruano (González 1947, 2) y que procedía de la España del interior. Para Granell, el tema que trataba era el problema de la severidad de la censura. Señalaba el artista gallego, conocedor de cómo esta impedía cada día más la expresión del pensamiento, que la opresión era tal que “hasta los mismos intelectuales que vendieron su cuerpo y su alma a la falange, dejan sentir su descontento en las mismas columnas de la prensa censurada”14. Asimismo, indicaba el periodista coruñés que el escritor, a quien tachaba de “fascista”, hacía referencia a la creación de una Comisión Internacional para la Defensa del Libro Español y un listado oficial de autores y obras que estaban prohibidos leer, como Benito Pérez Galdós y Vicente Blasco Ibáñez. El periodista gallego decidió leer a sus oyentes uno de los párrafos de este artículo para hacerles llegar el testimonio directo:
Yo espero que en lo que concierne a la buena marcha de la censura no será necesario presentar este aspecto de la cuestión, que varias veces hemos expuesto ya verbalmente en Madrid: La ausencia de razones existentes para que la censura se muestre infinitamente más benévola con las obras traducidas extranjeras, en comparación con la severidad de las pruebas, para juzgar los de los autores españoles.
La visión que nos transmite Granell ha sido en cierto modo desvirtuada para incrementar aún más la dureza del régimen, objetivo principal de sus críticas. Si cotejamos el contenido de su emisión de radio con el artículo al que hace referencia, se puede comprobar que el tema central no es la severidad de la censura como nos dice Granell, sino de las condiciones del escritor español, el cual debe sortear numerosos problemas, como la escasez de papel o una buena edición. González Ruano propone que se haga una clasificación por orden intelectual para que no cueste lo mismo a uno de reconocida trayectoria que a otro que dice sandeces. También pone de manifiesto la imposibilidad del escritor de vivir exclusivamente de sus libros, a no ser que tuviera otra profesión o colaboraciones en revistas y diarios. Asimismo habla de la desventaja del escritor nacional frente al autor del extranjero, confiando los editores españoles más en el éxito de estos últimos. Lo mismo sucede, según González Ruano, en la divulgación de las obras en la prensa. Por eso, confía en la Comisión Interministerial, que se rige por la Ley de Defensa del Libro Español para que se defienda la producción nacional y se resuelvan los aspectos fundamentales: “papel, facilidades de edición, o sea buena marcha de la Censura y criterio de la misma, y defensa de quien es imprescindible para el libro, o sea, aunque esto se olvida con frecuencia, el escritor”15.
Con respecto a la prensa internacional que utilizó Eugenio Granell, sabemos que se sirvió del periódico británico Daily Mail para abordar desde otra óptica la situación española. Fuente informativa a la que se suma el diario La Nación de Santo Domingo. Además, también recurre a los medios republicanos impulsados por los residentes en Francia, como la revista Independencia. De esta última seleccionó un artículo que hacía referencia a la vida del intelectual durante el franquismo y volvió a leerla directamente a sus oyentes, tal y como puede verse en su hoja de la emisión16 donde aún se conservan las columnas de la revista recortadas y pegadas. El artículo describe que el clima asfixiante del franquismo es incompatible con la vida intelectual, se vive con unos sueldos mal pagados e insuficientes, catedráticos de universidad o instituto, ayudantes universitarios, maestros o escritores que tienen un nivel de vida muy bajo, mientras que los libros son inaccesibles para el gran público. Esta élite cultural tiene los recursos mínimos de la población popular. “Es consecuencia inexorable la participación cada vez más activa que estos intelectuales tienen en el movimiento de la resistencia antifranquista”17.
Tal y como veremos más adelante, se trataba de la penúltima locución de radio donde se analizaba la situación del régimen franquista y la política española tanto a nivel nacional como internacional. Hasta entonces el programa “Estampas de España” trataba asuntos de tema político, aunque también introdujo algunas noticias de interés artístico, como las exposiciones de Vela Zanetti, Manolo Pascual o André Breton. Sin embargo, el programa sufrió un cambio repentino, desde el 16 de abril de 1947, pasando a ser únicamente de carácter cultural. Habría que plantearse qué circunstancias empujaron a la despolitización de la emisora de radio. Quizá habría que tener en cuenta que a finales de febrero de ese mismo año, el periódico Mediodía cerraba porque “el gobierno de Arévalo había hecho un gesto para calmar a la oposición derecha, molesta por el contenido de sus páginas editoriales” (Taracena 2015, 61). Quizá aquí encontremos la explicación al hecho de que, tan solo unas semanas después, la radio dejó de ser noticiero internacional antifranquista.
A esta circunstancia hay que añadir, siguiendo la correspondencia de Granell, que aquel momento no fue tampoco fácil para el pintor. En la carta enviada a su amigo Vicente Llorens el 9 de abril de 1947, días antes del cambio repentino del programa de radio, hay una aparente normalidad. Sin embargo, al día siguiente escribió a su amigo Bartomeu Costa-Amic, quien le había ayudado con la gestión del pasaporte para su traslado a México. En esta carta sí que encontramos un dato relevante, pues le pregunta si seguía en pie el ofrecimiento de incorporarse a la editorial que tenía en el país azteca, dada la falta de perspectiva que ofrecía el país guatemalteco18. Por tanto, todo parece indicar que Granell pasó por un momento de dificultades laborales y/o económicas que le empujaron a pedir ayuda para salir de Guatemala. Otra hipótesis que confirma la situación delicada que atravesó, es el hecho de que interrumpiera la comunicación con Llorens durante un tiempo, un dato a destacar dada la fluidez con la que ambos se carteaban. Tras varios meses de silencio, retomó el contacto con el valenciano explicándole: “Si no le puse antes unas letras fue a causa de la difícil situación por la que acabamos de pasar y de la cual apenas comenzamos ahora a salir. Entonces, pendiente siempre de este juego americano consistente en mis promesas que surgen a diario y a diario se desvanecen, no tenía tiempo con humor para hacerlo. Había que estar al acecho de cualquier cosa que pudiese aparecer y agarrarla por los cabellos enseguida”19. También comenta al escritor valenciano que en aquel momento, una vez más, se planteó marchar a Francia, siguiendo su consejo20, aunque finalmente desistió por las circunstancias políticas que atravesaba el país galo, especialmente a nivel social.
Pese al delicado momento que atravesó el pintor coruñés, siguió al frente del micrófono de “La Voz de Guatemala”, aunque solo con contenidos culturales, ejerciendo la crítica de arte y de música, principalmente. La política había sido apartada en la radio, pero no en la vida de Granell, que siguió luchando en su compromiso por la causa republicana. En octubre de 1947 se ponía en macha el Comité de Ayuda de Refugiados Españoles en Francia, este organismo creaba un Comité Ejecutivo que delegaba su Secretaría General “en manos del artista español D. Eugenio Granell, encargado por la Embajada [de España] de la sección de prensa y propaganda”21. Entre los planteamientos del Comité Ejecutivo y el Sub-Comité de Acción estaba la realización de proyectos para la recaudación de fondos. La casa del pintor coruñés fue el lugar de encuentro y reunión para la puesta en marcha en Guatemala del Comité de Ayuda a los Inválidos y Niños Españoles Refugiados en Francia, y contaba con la solidaridad de los españoles que vivían en Guatemala para la recaudación de fondos, medicinas, alimentos y ropa para los refugiados en el país galo. Otro de los cargos que le fueron asignados es el de Delegado de la Embajada de España en Guatemala para organizar la Sección de Información y Propaganda dependiente de la Misión Diplomática bajo la dirección y supervisión del Jefe de Misión22. Meses antes, Granell había sido nombrado socio numerario de la Casa de la República, constituida el 27 de junio de 1946, integraba a los exiliados residentes en Guatemala. Estaba presidida por Etcheverría Brañas, que era el representante oficial del Embajador de España, y se llevaron a cabo otras actuaciones solidarias, como la creación en 1947 de un Comité de Ayuda a los españoles necesitados residentes en Guatemala, y en enero de 1948 se solicitó que el programa “Estampas de España” pasara a formar parte de la Casa de la República. Fue a partir de entonces, cuando cambió su nombre por “Hablemos de arte”, Granell seguía estando al frente.
3. La crítica de arte y la exaltación de la cultura española
Granell venía ejerciendo el periodismo cultural desde la República Dominicana, tanto en La Nación como en la Revista de Guatemala, donde escribió un artículo sobre Goya. Mientras en la Revista Plástica hablaría de los artistas Moreno Villa y André Breton, otros temas los presentaría en la Revista del Maestro, que se encargaba de la sección de arte. Al listado de contribuciones que realizó y que era amplio, pues como señalaba Vicente Llorens, los españoles se vieron en la necesidad de escribir generando una abundante producción literaria, “demasiado a veces, forzados por la dura necesidad de ganarse el sustento con la pluma” (Llorens 1949, 131); se sumaba el citado programa de radio “Estampas de España”, después “Hablemos de arte”.
El pintor coruñés ejercería el periodismo cultural en la Radio Nacional de Guatemala al mismo tiempo que crecía su carrera artística, pues apenas un mes después de su llegada al país celebró su primera exposición. Sobre el balance de la muestra, decía el pintor: “mucho ruido y pocas nueces. El ruido sigue y se propaga, pareciéndome también que aumenta. Pero las nueces, cada vez menos”23. También expuso en la Oficina de Turismo de Guatemala donde tuvo una buena acogida por la crítica, la cual destacaba que se trataba de un pintor español cuyo “aliento de España lo respira - y nos lo hace respirar - con el Greco, con Goya, con Picasso. Se regocija con ellos como para exprimir su jugo vital" (Piñol 1946). Granell comenzaba a abrirse paso en el panorama artístico guatemalteco, en donde evocaría a los referentes de la cultura no solo en su obra, sino también en las emisiones radiofónicas. Algunos de los temas que presentó fueron “Madrid de Goya” o “Actualidad del Greco”. Además, recogió fragmentos del libro El Greco o el secreto de Toledo del francés Maurice Barrés, y del estudio de Picasso realizado por el historiador del arte Pierre Courthion. Estas charlas sobre arte transcurrían de forma paralela a su carrera docente en la Universidad guatemalteca de San Carlos donde impartió el curso “La gran aventura del arte”, al mismo tiempo que continuaba realizando sus críticas de arte en el periódico dominicano La Nación. En general podemos decir que en el programa de radio “La Voz de Guatemala”, el contenido cultural lo estructuró en torno a tres grandes pilares: la literatura, la música y el arte. Inicialmente tenía formato de noticiero, informaba de novedades culturales, aunque siempre desde un análisis de compromiso político, hasta que se produjo un giro discursivo hacia la despolitización de los contenidos al que Granell debió verse obligado. En sus inicios, por ejemplo, cuando hablaba de la celebración de exposiciones, como la del movimiento surrealista internacional que tuvo lugar en París en 1947, organizada por André Breton, señalaba el coruñés quiénes fueron sus participantes, Óscar Domínguez, Remedios Varo, Salvador Dalí y Joan Miró, y matizaba que este último estaba “retenido por Franco en España”24.
El pintor coruñés vinculaba constantemente arte y política, como así lo recoge la emisión en la que destacó el nombramiento de Picasso como presidente del Comité de Ayuda de los Republicanos Españoles de Francia, al que también pertenecía María Casares. Asimismo, señalaba cómo el pintor malagueño había hecho llegar un llamamiento a todos los amigos de la España democrática sobre la tragedia de los refugiados en la diáspora. El texto, que Granell leyó a sus oyentes, recogía que:
La situación de muchos de estos refugiados es trágica. A los sufrimientos vividos durante la guerra de España, se han juntado las persecuciones y la miseria para los que buscaron refugio en la Francia dominada por el fascismo. Miles de ellos han conocido la deportación en los campos de exterminio de Alemania. Numerosos mutilados de nuestra guerra viven en la más espantosa miseria. […] Ayudadles, les seguiréis alentando en la lucha que continúan por cobrar una España independiente, democrática, y por conseguir para el mundo una paz firme y duradera25.
La música es otro de los grandes temas a destacar, pues no hay que olvidar que Granell se formó como violinista en la Escuela Superior de Madrid, y su maestría quedó ampliamente demostrada en las críticas musicales radiofónicas tildadas de matices políticos en sus primeras intervenciones. Prestó atención a figuras tan representativas como Manuel de Falla. Destacó de él sus composiciones que estaban basadas en un equilibrio entre invención y tradición. Sin embargo, su acento se agudizaba al señalar que la huella del franquismo estuvo presente en el retorno póstumo del compositor, que marchó al país bonaerense en 1939 movido por su estado de salud y las penurias económicas, y no volvió pese a su gran deseo, ante el temor de que fuera utilizado como propaganda política. Explicaba Granell que:
El caso de Falla es elocuente. Alejado de su amada tierra, apagó sus días el dolor cierto de esta amargura. Pero tan pronto como murió, descendieron sobre el cadáver del músico los cuervos agoreros del falangismo. El revuelo que se armó en Buenos Aires, en todo el país, y en el mundo entero, fue enorme. Pero los cuervos no cejan y acabaron por llevarse a España al hombre que se había negado rotundamente a regresar en vida26.
El caso del compositor le abre el camino para reflexionar sobre los intelectuales españoles marcados por el signo del destierro, cita a Goya, Casals, Machado, Miguel de Unamuno o Pablo Picasso, entre otros, e indicaba que se podía ser absolutamente español pese a estar fuera del país, y que al contrario otros estando dentro eran verdaderos extranjeros. En palabras del periodista:
España es una mera expresión geográfica. No es una nación. Es un protectorado ítalo-alemán. Quedan allí unos hombres apoderados del poder bajo la inspiración y la tutela de fuerzas extranjeras. Queda un millón largo de cadáveres. Quedan cientos de miles de prisioneros en las cárceles y en los campos de concentración. Pero el espíritu de España no está allí. Ese espíritu y sus hombres más representativos están refugiados en América27.
Unos días después destacaría la figura del laudista Paco Aguilar, quien compartió el exilio bonaerense con Rafael Alberti y la coautoría del texto literario-musical Invitación a un viaje sonoro, cantata a dos voces para verso y laúd, en la que ambos propusieron a Falla participar. El músico murciano formaba junto a sus hermanos uno de los cuartetos de mayor éxito tanto en Europa como en América de la historia musical del siglo XX. Granell anunció en su programa de radio que lamentaba la pérdida de este artista, mientras, decía el pintor: “la España que en España vive apenas llora en su miseria infinita esa fraudulenta sustracción que de sus valores espirituales y materiales, perpetra la pandilla franquista un día y otro. [….] La guerra irrumpió su labor artística. El franquismo le indujo a declarar que con él jamás regresaría a España”28.
Con respecto a la literatura, destacará una de las figuras clave en la iconografía del exilio republicano español, El Quijote. En el programa de radio Granell dio noticias de las celebraciones que se estaban llevando a cabo durante el mes de marzo de 1947 en Guatemala y México con motivo del Cuarto Centenario del nacimiento de Cervantes. Nos informa que en el país guatemalteco iban a participar las instituciones culturales y artísticas, como la Universidad de San Carlos que convocaba un concurso literario. En el país azteca, también se organizó otro concurso, aunque este sería promovido por la Academia Mexicana en base a dos temas: “Los biógrafos y los críticos de Cervantes” y “El Quijote en México”. Además, el periodista gallego nos da a conocer que la ciudad de Argel también se sumó a estos eventos cervantinos, para lo que se constituyó un comité de homenaje y entre las actividades previstas estaba la propuesta de un museo dedicado al escritor, así como la restauración de la gruta donde encontró refugio, la Grotte de Cervantes, que sigue siendo a día de hoy un lugar de visita. La precisión de los datos con los que trabaja Granell refleja claramente que recopilaba información procedente de diferentes países y que debió servirse de varias fuentes de consulta, aunque una cuestión difícil es saber cómo consiguió reunir todos esos datos.
El periodista coruñés presta atención a la figura del dramaturgo y poeta Lope de Vega, como harían otros exiliados en la revista Galería donde le rinden homenaje. En esta ocasión se rescata su figura a través de una conferencia que pronunció el hispanista francés Jean Camp, especialista en poetas españoles, en la Universidad de Guatemala el 7 de febrero de 1947, junto a otras comunicaciones que presentó sobre el Cid o Víctor Hugo en España. Asimismo, el coruñés puso el acento en la aportación que hicieron algunos hispanistas a las letras españolas, como fue el caso de Jean Camp que se encargó de traducir sonetos que compiló en la siguiente obra La guirlande espagnole: les cent plus belles fleurs du sonnet espagnol transplantées en terre française, publicada en Francia en 1947, en la editorial Le Coq Français. Señala Granell, en una de sus sesiones radiofónicas, que el autor hizo “durante la ocupación nazi, y con riesgo de su vida, una traducción de obras de García Lorca que luego influyó considerablemente en la creación de los poetas de la resistencia”29.
Asimismo, Granell se sirvió de periódicos como México antifranquista para hablar de las instituciones culturales que fundaron los exiliados a su llegada al país azteca. De todas ellas destaca “el alto valor de las mismas. Entre otras sobresalen notablemente el Colegio Luis Vives; la Academia Hispano-Mexicana; las editoriales Séneca, Quetzal, Atlante; la Revista de Economía y la elaboración prestada por algunos republicanos españoles a la labor del Fondo de Cultura Económica”30.
Cuando se produjo la despolitización del programa “Estampas de España”, se perdió la impronta de Granell, que dejó a un lado las rebeldías ideológicas para ceñirse a un discurso más academicista, más impersonal. El programa pasó de tener un formato de noticiero internacional a transformarse en charlas monográficas. Atrás quedaba su visión política que ahora se centraba en aspectos clave de la trayectoria intelectual de escritores y poetas como Antonio Machado, Miguel de Cervantes, Miguel de Unamuno, Francisco de Quevedo, Azorín o Pío Baroja. Cuando hablaba de arte los temas eran diversos: “El arte como escuela”, “El estilo Barroco”, “La época de Velázquez”, “Actualidad del Greco”, “Leonardo da Vinci”, y también de periodos más recientes, como “Juan Gris y el cubismo”, “El dadaísmo” o “Los cerdos y el arte”, entre muchos otros. Mientras en la música, destacarían figuras como Falla y la música del Siglo de Oro. Sin olvidar otras perspectivas más ligadas al folclore español, tal fue el caso de la “Zarzuela española”, “La Verbena de la Paloma”, “Evocación de la jota”, “La danza de España” o “La epidemia del folclore”.
La trayectoria periodística de Granell avanzaba paralelamente al desarrollo de su carrera artística, literaria y musical, contribuyendo a enriquecer el panorama cultural del país guatemalteco. Trabajó para varias entidades estatales, dio conferencias en el Conservatorio Nacional de Música de Guatemala, hizo notas para los programas de la orquesta sinfónica y fue nombrado socio numerario de la Casa de la República en Guatemala. Como periodista, además de la radio, colaboró en varios medios donde publicaba simultáneamente, como en la revista AGEAR (Asociación Guatemalteca de Escritores y Artistas Revolucionarios); Plástica, Saker-Ti, publicada por la Escuela de Bellas Artes de Guatemala, en donde era profesor; además de Viento Nuevo y la Revista Maestra, esta última pertenecía al Ministerio de Educación de Guatemala. También fue uno de los fundadores de la citada Asociación Guatemalteca de Escritores y Artistas Revolucionarios, que tuvo lugar en 1947, ese mismo año se celebró la primera exposición colectiva de esta agrupación juvenil, al igual que el grupo Saker-Ti. Como promotor cultural del país, a este último le dedicó una las emisiones del programa de radio31 “Hablemos de arte”.
Nuevamente las circunstancias políticas volvieron a condicionar la trayectoria de Granell en Guatemala. En este sentido hay que recordar que la Revolución de 1944 despertó la movilización de jóvenes artistas guatemaltecos por su despertar en el compromiso político. Al igual que había hecho el pintor coruñés durante sus años de juventud al simpatizar con el trotskismo y antiestalinismo. Ideas que seguía defendiendo en la diáspora y que le ocasionaron un profundo enfrentamiento en Guatemala con el Grupo Saker-ti, aparecido a finales de 1946, hasta el punto de que “terminó por expresar su rechazo abierto a esta organización desde las páginas de la prensa guatemalteca durante el año de 1949” (Taracena 2015, 21).
Además, el pintor tuvo problemas con el Partido Comunista de Guatemala a raíz de su oposición a la celebración del Congreso de Intelectuales en 1949, por lo que perdió buena parte de sus empleos, como fue el programa de radio “Hablemos de arte”, la última emisión tuvo lugar el 27 de abril de 1949. Las consecuencias de su delicada situación también las sufrió su libro Arte y artistas de Guatemala, en este estudio compiló numerosos apuntes fruto de aquel encuentro cultural que relataba a través de anécdotas reales e imaginarias, y que terminó siendo confiscado (Taracena 2012) y mandado a destruir por orden del gobierno. El único ejemplar que se libró fue el del propio Eugenio Granell y que actualmente se conserva en la biblioteca de su fundación en Santiago de Compostela.
En medio de aquel panorama el pintor coruñés intentó buscar alguna salida, primero recurrió al apoyo de intelectuales como Jorge Guillén, Pedro Salinas, Javier Malagón, entre otros, para apaciguar su situación, por lo que pidió un escrito de adhesión32 como artista demócrata, antifascista y anticomunista. Había muchas personas en su contra y el asunto tuvo impacto hasta en la prensa, decía el pintor, “me hicieron la vida imposible como «comunista». Ahora me la hacen como «agente de Franco». Me están retirando mis medios de vida y traban de expulsarme”33. La campaña contra Granell siguió persistiendo, por lo que tuvo que marchar del país en enero de 1950 hacia Puerto Rico, no sin antes permanecer refugiado en la embajada belga.
Podemos concluir señalando que los documentos de las ciento treinta sesiones de radio inéditas que se conservan en la Fundación Eugenio Granell, junto a sus pinturas y el citado libro Arte y artistas de Guatemala, son el testimonio directo de la actividad artística, periodística y cultural que el coruñés llevó a cabo en el país centroamericano. Víctima de varios exilios, se convirtió en un defensor de las libertades y de la República española en la diáspora, tal y como demostró en cada una de sus intervenciones radiofónicas. Gracias al micrófono pudo difundir el panorama desolador de la España del interior, a la vez que lanzaba duras críticas al régimen franquista. Parece ser que su análisis de la situación despertó incomodidades entre las fuerzas políticas del país, lo que obligó a despolitizar el programa de radio “Estampas de España” posteriormente llamado “Hablemos de arte”. Un proyecto que queda desvirtuado a los pocos meses de emprenderse y pese a ser incorporado a la radio de la Casa de la República. La figura de Granell, quien encontró en el micrófono la vía para exaltar a la intelectualidad española desde el compromiso político, fue quedando condicionada en el país guatemalteco del que tuvo que huir tan solo cuatro años después de su arribo.
REFERENCIAS
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Archivos:
Archivo de la República Española en el Exilio
Archivo Fundación Eugenio Granell (Santiago de Compostela)
Archivo Vicente Llorens. Biblioteca Valenciana Nicolau Primitiu
Notas
1
Algunos de los nombres más sonados fueron Francisco Roncero, figura clave en las emisiones en español; Ignacio Barrado Ezequiel Enderiz o Julián Antonio Ramírez, que estuvieron al frente de programas culturales; también el compositor madrileño Salvador Bacarisse, asistente de redacción y asesor musical; entre otros republicanos refugiados.
2
“Radio París”, Alicante, Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes, 2004. DOI: http://www.cervantesvirtual.com/nd/ark:/59851/bmc80500
3
http://consellodacultura.gal/fondos_documentais/hemeroteca/coleccion.php?id=7096
4
Cuando el pintor presentaba diferentes personalidades del noroeste español no mencionaba el lugar de procedencia. Así sucedió en la emisión en la que hizo referencia a Salvador Madariaga, con motivo de su recorrido por los países hispanoamericanos desde su exilio en Reino Unido; o también con la actriz María Casares, que inauguraba la película Las damas del Bosque de Bolonia, y se refirió a ella como la hija del ministro de Gobernación del Gobierno de la República, Santiago Casares Quiroga, sin hacer mención a que este fue alcalde de La Coruña. Tampoco a que todos ellos, que vivían en la misma condición de exiliados republicanos, procedieran de la misma ciudad que Granell. Sin embargo, la situación cambia cuando con la figura de Castelao, a quien consideraba una figura representativa para Galicia, de la que era un gran conocedor del lugar como de su lengua, el gallego.
5
Carta de Eugenio Granell a Vicente Llorens, 31 de mayo de 1948. Archivo Vicente Llorens. Biblioteca Valenciana Nicolau Primitiu. (AVLL-BVNP)
6
Carta de Eugenio Granell a Costa-Amic, Ciudad Trujillo, 27 de junio de 1941. Reproducida en Correspondencia Eugenio Granell. Correspondencia con sus camaradas del POUM (1936-1999). Santiago de Compostela: Fundación Eugenio Granell, 2009, 78
7
Carta de Eugenio Granell a Vicente Llorens, Ciudad Trujillo 18 de septiembre de 1946 (AVLL-BVNP)
8
Carta de Salvador Etcheverría Brañas, Guatemala, 14 de diciembre de 1946. Archivo de la República Española en el Exilio. Fondo Salvador Etchevarría (AREEX-FSE)
9
La Voz de Guatemala, “Estampas de España”, 14 de febrero de 1947, 2 Archivo Fundación Eugenio Granell (AFEG)
10
La Voz de Guatemala, “Estampas de España”, 7 de febrero de 1947, 2 (AFEG)
11
La Voz de Guatemala, “Estampas de España”, 14 de febrero de 1947, 2 (AFEG)
12
La Voz de Guatemala, “Estampas de España”, 3 de marzo de 1947, 3 (AFEG)
13
La Voz de Guatemala, “Estampas de España”, 17 de febrero de 1947, 2 (AFEG)
14
La Voz de Guatemala, “Estampas de España”, 31 de marzo de 1947, 2 (AFEG)
15
Ibídem
16
Se trataba del programa “Estampas de España” del día 11 de abril de 1947. (AFEG)
17
Recorte de prensa La Voz de Guatemala, “Estampas de España”, 11 de abril de 1947, 3 (AFEG)
18
“Aun no entiendo por qué no me contestaste a mi última carta. Supongo que será porque en vez de continuar en México – una vez que me habías conseguido el visado - me quedé aquí. Pero ya te explicaba que mis escasos recursos me obligaron [...] a aprovechar la oportunidad de entrar en el periódico Mediodía, con $150.000 de sueldo. Esto, y algunas buenas perspectivas, me indujeron a creer que podría afianzarme aquí, sin tener que pesar sobre nadie. Por desgracia, las otras perspectivas no se realizaron y todo quedó en agua de borrajas. Por otra parte, el periódico Mediodía se cerró hace mes y medio, te juro que superan a todas las anteriores. No vale la pena hablar de ellas, pero sí decirte que aquí no hay absolutamente la más pequeña posibilidad para mí, y que por consiguiente estoy preparándolo todo para trasladarme a México a mediados de mayo. En tales circunstancias, quiero que me digas con toda claridad si mantienes tus anteriores ofrecimientos. Es decir, yo puedo hallar trabajo contigo y si este trabajo me permitiría lo mínimo indispensable para subsistir”. Carta de Eugenio Granell a Costa-Amic, 10 de abril de 1947. Correspondencia, 98
19
Carta de Eugenio Granell a Vicente Llorens, Guatemala, 11 de septiembre de 1947. (AVLL-BVNP)
20
“Su carta nos alegró mucho por traernos noticias de ustedes, y nos apenó porque esas noticias no son todo lo buenas que quisiéramos. Estos días hemos vuelto a saber de ustedes por Tapia Caballero, el cual nos dio una impresión más optimista. El panorama que Vd. me pinta – esta vez sin pinceles – es el de todo el continente. No vale engañarse. Para un hombre como Vd. no veo más que una solución adecuada, y se la voy a comunicar, aunque le haga reír y llorar al mismo tiempo: París. Se lo digo en serio”. Carta de Vicente Llorens a Eugenio Granell, Puerto Rico, 11 de mayo de 1947 (AFEG)
21
Carta de Salvador Etcheverría Brañas, Guatemala, 29 de octubre de 1947. (AREEX-FSE)
22
Cargo que desempeñó desde el 12 de febrero de 1947. Carta de Salvador Etcheverría Brañas a Eugenio Granell. (AREEX-FSE)
23
Carta de Eugenio Granell a Vicente Llorens, Guatemala, 9 de abril de 1947. (AVLL-BVNP)
24
La Voz de Guatemala, “Estampas de España”, 7 de febrero de 1947, 3 (AFEG)
25
La Voz de Guatemala, “Estampas de España”, 3 de marzo de 1947, 5-6 (AFEG)
26
La Voz de Guatemala, “Estampas de España”, 7 de febrero de 1947, 4 (AFEG)
27
La Voz de Guatemala, “Estampas de España”, 3 de marzo de 1947, 4 (AFEG)
28
La Voz de Guatemala, “Estampas de España”, 12 de febrero de 1947, 3 (AFEG)
29
La Voz de Guatemala, “Estampas de España”, 7 de febrero de 1947, 3 (AFEG)
30
La Voz de Guatemala, “Estampas de España”, 3 de marzo de 1947, 7 (AFEG)
31
“Pintura moderna (Abela, Zamora, Alvarado Rubio, Víctor Brauner, Gonzáles Goyri, Cevallos, González y jóvenes). Grupo Saker-Ti”, “La Voz de Guatemala”, “Hablemos de Arte”. 30 de junio de 1948. (AFEG)
32
Vicente Llorens le hizo llegar la carta dirigida a la AGEAR el 2 de mayo de 1949
33
Carta de Eugenio Granell a Vicente Llorens, Guatemala, 18 de abril de 1949. (AVLL-BVNP)
Notas de autor
inmareal@unizar.es
ISSN: 1579-7414
Vol.
Num. 20
Año. 2021
EUGENIO F. GRANELL EN “LA VOZ DE GUATEMALA”. LA DIVULGACIÓN RADIOFÓNICA POLÍTICA Y CULTURAL EN LA DIÁSPORA
Inmaculada Real López
Universidad de Zaragoza
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