Las denominadas escrituras del yo que se produjeron a raíz del exilio español republicano han constituido una invaluable fuente referencial para la Historia, pero han sido menos estudiadas desde una perspectiva literaria, más aún si era autora y no disponía de más obra y, todavía más, si su lectura no se podía hacer en una lengua hegemónica. Este es el caso de Syra Alonso, exiliada gallega en México, cuya huida, junto con sus tres hijos, se produjo tras el asesinato de su esposo, el pintor vanguardista Francisco Miguel. Estas circunstancias impulsaron la escritura de sus Diarios: el Diario de Tordoia, escrito en Galicia antes de salir hacia el exilio, y el Diario de Actopan, escrito en México un año después de su llegada, ambos publicados íntegramente por primera vez en gallego en el año 2000. Tras un trabajo de búsqueda hemerográfica, la reunión en este artículo de hasta siete narraciones desconocidas de la autora, publicadas entre 1943 y 1951 en dos revistas literarias mexicanas, resignifica la obra de Syra Alonso y ofrece respuestas a momentos biográficos esenciales de su exilio, que no se conocían hasta ahora. Por tanto, se propone, por un lado, un análisis de la recepción crítica de sus Diarios que pueda dar respuesta a la invisibilidad de la autora dentro del canon y, por otro, un análisis contextual, literario e incluso etnográfico de estas narraciones en diálogo con su obra diarística y su propia biografía. Todo, ante la urgencia de un presente marcado por el hallazgo del cuerpo de Francisco Miguel en una fosa común de Bértoa hace escasos meses, un presente de memoria histórica, reparación y homenaje.