El libro que presentamos se compone de una serie de trabajos relativos a la estructura informativa y al reciente desarrollo discursivo de categorías nuevas como la evidencialidad y la miratividad. El objetivo propuesto por los diversos autores para este volumen es mostrar cómo la configuración informativa se refleja en la lengua de los hablantes, partiendo para ello de las distintas propuestas teóricas y de las aplicaciones ―interdisciplinares y prácticas― a ejemplos concretos, ya sea de una lengua en particular como el español o en su contraste con otras lenguas románicas; en ocasiones, incluso, se aborda la influencia de lenguas amerindias como el quechua. A esta unidad estructural se le unen numerosas ilustraciones que facilitan al lector la comprensión de la información dada, así como también tablas de datos de los corpus utilizados y los resultados obtenidos. Con todo ello, la obra cuenta con un total de siete capítulos, de los cuales los cuatro primeros se abordan desde la perspectiva de la información conocida, esto es, desde la evidencialidad y su relación con la intersubjetividad; mientras, los tres siguientes capítulos están destinados a explorar los terrenos de la miratividad, esto es, aquella información nueva que nos sorprende.
El capítulo i, «El conocimiento compartido y el origen del saber: un análisis de marcadores de la estructura informacional y de la evidencialidad en lenguas románicas», de Gerda Haßler, señala la relación existente entre estructura informacional y evidencialidad a partir del modelo comunicativo del conocimiento compartido o common ground (). Para la autora, este concepto alude a la información que comparten hablante y destinatario y que constituye la base de la comunicación, a partir de la cual se irá desarrollando ese conocimiento común. Precisamente, su trabajo se centra en el análisis de adverbios evidenciales como aparentemente, evidentemente, visiblemente y obviamente, que nos permiten acceder a la información y evocan el conocimiento compartido de los interlocutores. Asimismo, estudia las posiciones sintácticas en las que se encuentran estos elementos marcados y ofrece un contraste de corpus de español, francés, portugués e italiano para determinados predicados secundarios, también destacados como marcadores evidenciales e informacionales.
En el capítulo ii, «Tiene aspecto de carne masticada. Las construcciones esp. Tener aspecto (de) y portug. Ter aspecto (de): entre evidencialidad, modalidad e (inter)subjetividad», Anja Hennemann analiza las estructuras Tener aspecto (de), en español, y Ter aspecto (de), en portugués, desde la perspectiva de la Gramática de Construcciones. En este sentido, la autora se acerca a dichas expresiones idiomáticas para abordar la interconexión de tres categorías semántico-funcionales: la evidencialidad, la modalidad epistémica y la (inter)subjetividad. Así, de algo que es visualmente percibido se infiere el aspecto, en este caso, de carne masticada. A su vez, este dominio de la inferencia está íntimamente ligado con la modalidad epistémica (Nuyts , ), referida al grado de certeza de los hechos, y la (inter)subjetividad, que dependerá de si el acceso a la fuente es privativo o compartido (Cornillie , , ; vid. también ). En este contexto, Hennemann recurre a un modelo descriptivo evidencial que distingue entre la base y el modo de acceso a la información, incorporando así sus distintas posibilidades de interacción y permitiendo dar cabida a las construcciones idiomáticas estudiadas.
El capítulo iii, «Rutinas construccionales con cierto: selección dialógica de información presupuesta”, de Nicole Delbecque, se preocupa de examinar cómo funciona el modalizador epistémico cierto dentro de la estructura informativa del discurso. En este sentido, el elemento opera de manera simultánea en cuatro niveles de significación discursiva: el modal, el dialógico-intersubjetivo, el pragmático-interaccional y el argumentativo. De acuerdo con la lógica modal, el vocablo presenta el contenido como un hecho inobjetable, como una verdad objetiva que no puede ser cuestionada, al mismo tiempo que lo proyecta sobre un common ground en términos de conocimiento compartido. Posteriormente, la autora hace hincapié en cierto como forma modal epistémica dialógica y establece divergencias con respecto a la noción de polifonía para pasar luego a los esquemas construccionales predicativos, en los que el modalizador aparece de forma recurrente. Entre ellos, Delbecque destaca la construcción copulativa con ser y cláusula sujeto, la construcción focal y sus variantes, y la construcción transitiva compleja. En lo que concierne a los esquemas argumentativos transpredicativos, distingue seis patrones: el adversativo, el pseudoconcesivo, el (pseudo)acomodadizo, el pseudocondicional simple o acomodadizo, y el ampliador sin verbo rector. Finalmente, la autora ahonda también en los refuerzos confirmativos incidentales ¿no es cierto?, bien es cierto y es cierto, que comparten con cierto algunas de sus propiedades y pueden ser analizados como operadores discursivos modalizadores.
La alta rentabilidad comunicativa del futuro persuasivo en español es examinada en el capítulo iv, «¿Evidencialidad, intersubjetividad o argumentación? El futuro persuasivo en español», de Susana Rodríguez Rosique. En él, la autora se centra en un uso particular del futuro morfológico en español que tradicionalmente se ha incluido bajo la etiqueta de futuro de necesidad, propio del registro formal y del discurso científico. En concreto, el objetivo de su trabajo es demostrar que el futuro persuasivo constituye una estructura que puede aislarse de esta etiqueta debido a su potencial discursivo y su alta rentabilidad en la interacción. Este desplazamiento hacia el discurso y la interacción, precisamente, lo dota de una serie de rasgos definitorios, como son la preferencia por la segunda persona ―normalmente del singular― o la restricción léxica, apareciendo así con verbos de conocimiento. Asimismo, Rodríguez Rosique se detiene a analizar el valor del futuro persuasivo y cómo este se relaciona con otros valores discursivos, como el concesivo o el mirativo, además de vincularse con las funciones temporal y epistémicas. En este sentido, se atiende a la proyección del espacio sobre el tiempo como prueba de la instrucción deíctica del futuro, concretada en «distancia hacia delante» () y en posible cruce con otras categorías semántico-discursivas. Por último, la autora se preocupa de los procesos de gramaticalización y de construccionalización de este futuro morfológico en español, concluyendo que aún no han finalizado y que constituyen una nueva asociación de forma y significado encaminada hacia el discurso y hacia la relación entre los interlocutores.
En el capítulo v, «Reportativos, citativos y mirativos en el español andino ecuatoriano: un análisis discursivo-funcional», Hella Olbertz se propone describir las nociones reportativa, citativa y mirativa a partir del modelo conocido como Gramática Discursivo-Funcional () y del análisis de las siguientes tres estructuras: el dizque reportativo, el dizque citativo y el perfecto compuesto mirativo en el español de la sierra ecuatoriana. Para ello, la autora recurre a una división simplificada en cuatro grupos de hablantes, basados en su dominio de las lenguas quechua y española, y, de manera correlativa, en su posición socioeconómica. Olbertz descubre que tanto las expresiones reportativas como las citativas se dan exclusivamente en zonas rurales de contacto lingüístico con el quechua. Mientras, el uso mirativo ―de naturaleza puramente sintáctica― se extiende a las tierras altas de Ecuador, incluyendo el habla urbana culta. Tras una descripción lingüística de las tres nociones, la autora señala las propiedades que tienen en común, como son la ausencia de función proposicional o la condición de operadores estratégicos en el intercambio comunicativo. Finalmente, presenta el modelo discursivo-funcional para aplicarlo con posterioridad al análisis de estas tres construcciones de naturaleza interpersonal.
Ya en terrenos completamente relativos a la miratividad, Carolina Figueras Bates focaliza sobre la naturaleza de los marcadores anda, vaya y mira en el capítulo vi, «Los marcadores conversacionales en español: el caso de anda, vaya y mira». A diferencia de la visión polisémica con que se han tratado estas unidades, la autora ofrece para ellas una explicación alternativa basada en el tratamiento unificado de la semántica y la pragmática. De este modo, sugiere que el contenido de anda, vaya y mira puede concretarse en un significado básico en el marco de la Teoría de la Relevancia (). De acuerdo con este análisis, los tres marcadores conversacionales dan acceso a tres estructuras informativas: conceptual, computacional (o procedimental) y afectiva (o emocional). En particular, para cada uno de ellos se propone un conjunto de procedimientos específicos que desencadenan operaciones cognitivas modulares, favoreciendo así el proceso de comprensión orientado a la relevancia. Sin embargo, aunque los tres marcadores estudiados presentan diferencias en cuanto a alguno de sus procedimientos particulares, tienen en común que derivan una descripción actitudinal o emocional, a partir de la cual nacen los significados mirativos de expresión de sorpresa y contraexpectativa.
El último capítulo de este volumen explora las relaciones entre configuración informativa, miratividad y exclamatividad a partir de las estructuras exclamativas de valor negativo qué va y qué ir a + infinitivo. En dicho estudio, titulado «Qué va y qué ir a + infinitivo: negación y exclamación», José Luis Cifuentes Honrubia recurre a los orígenes de estas construcciones, concretamente a un trabajo anterior sobre quia, ca y qué haber de + infinitivo, al mismo tiempo que se detiene en su funcionamiento y uso sincrónico. A partir de los datos obtenidos en un estudio de los corpus CDH y CORPES XXI, el autor llega a la conclusión de que ambas construcciones denotan un valor epistémico, pues dejan entrever la valoración del hablante con respecto al grado de rechazo a lo dicho o hecho. En este punto, conviene señalar que se vuelve requisito para este tipo de estructuras la necesidad de remitir a un enunciado previo activado: así, tanto qué va como qué ir a + infinitivo se usan para negar o rechazar algo señalado con anterioridad, es decir, ya referido. Debido a su alto grado de intensificación, esta negación se torna enfática tanto en el significado como en la forma, ya que ocupa un puesto alto en la escala de rechazo y conlleva un elevado nivel enfático y entonativo, respectivamente. A su vez, esta intensificación enfática está correlacionada con la sorpresa, expresión subjetiva del hablante que supone el nacimiento de nuevos valores mirativos.
Referencias bibliográficas
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Cornillie, B. (2021): “Otra vez sobre la relación de la evidencialidad con las otras categorías calificativas”. En V. Böhm & A. Hennemann (eds.): La interconexión de las categorías semántico-funcionales en algunas variedades del español. Estudios sobre la Interacción de la Temporalidad, Aspectualidad, Modalidad y Evidencialidad. Berlin: Peter Lang, 59‑76.
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