Resumen

La figura de Concepción Arenal es poliédrica: periodista, filósofa, pedagoga, abogada penalista, poeta y activista de los derechos civiles y sociales, se caracteriza por una decidida independencia política e ideológica. Su propuesta educativa y reformista dirigida a las categorías más vulnerables -el niño, el indigente, el preso, la mujer- es animada por una visión donde la cuestión social es entendida siempre como cuestión moral e incluso religiosa. Por esto, en sus escritos y en su acción, los ideales de justicia siempre se acompañan con el rechazo de toda forma de violencia, con la necesidad de promover la mejora económica junto con la elevación moral, y con la exigencia de humanizar cualquier forma de asistencia con el calor de la caridad.