Contenido principal del artículo

Sofía Balbontín
Universidad de las Américas
Chile
https://orcid.org/0000-0002-1461-3516
Núm. 22 (2023), Colaboracións
DOI: https://doi.org/10.15304/quintana.22.8209
Recibido: 13-01-2022 Aceptado: 12-10-2022 Publicado: 28-04-2023
Imagenes.
Derechos de autoría Cómo citar Citado por

Resumen

Este artículo pretende discutir la noción de espacio-sonoro a partir de la experiencia estética del sonido en el espacio, observando los principios acústicos que construyen espacios conformados únicamente por la percepción sonora. Se reconocen dos tipos de espacios-sonoros; el espacio invisible construido por el sonido (espacio-de-sonido) y el sonido emitido por el espacio físico (sonido-del-espacio). En ambos casos la percepción auditiva es el acceso cognitivo a la información espacial, sin embargo, el primero se reconoce desde la escucha acusmática, mientras que el segundo se reconoce a través del proceso de ecolocalización. Para encauzar este proceso se establece un contraste filosófico entre espacio-arquitectónico y espacio-sonoro, como también en las relaciones que aparecen entre el espacio-de-sonido y el sonido-del-espacio. Se toman como base para la discusión, los conceptos de “lo liso” y “lo estriado” propuestos por Gilles Deleuze y Felix Guattari en su libro Mil Mesetas: Capitalismo y Esquizofrenia. De este análisis se desprende que el espacio-sonoro no solo potencia la estética de la escucha como una poderosa herramienta creativa, sino que además remece los cimientos disciplinares de la arquitectura para incorporar dentro de sus métodos de diseño y producción a la percepción como material de construcción de espacialidades.