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Fernando Marías
Universidad Autónoma de MadridUniversidad Autónoma de Madrid
España
José Riello
Universidad Autónoma de Madrid
España
Núm. 18 (2019), Tema: Ciudades en papel
DOI: https://doi.org/10.15304/qui.18.6337
Recibido: 14-10-2019 Aceptado: 14-10-2019 Publicado: 30-12-2019
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Resumen

Cuando en 1750 Ventura Rodríguez se hizo cargo del proyecto para construir la nueva Capilla de la Virgen del Pilar en su basílica zaragozana, sabía que su nueva epidermis de materiales nobles ocultaría otra fábrica, no por más modesta menos importante: la “Pared antigua de la primitiva Santa Capilla edificada por Santiago”. Aún hoy se abre en el muro occidental de la Capilla un pequeño orificio que permite ver, tocar y besar lo que los fieles piensan que sea la columna mariana, pero que en origen quizá debió ser más propiamente la pared apostólica. Así pues, ¿un Santiago arquitecto de una construcción tan antigua como ocultada, protagonista de una leyenda que no ha llegado a entreverarse con la del Santiago de Compostela, a donde llegó muerto? Este artículo intenta reconstruir este episodio y deconstruir esta tradición aragonesa.
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