Resumo

La pandemia representó un parteaguas en la dinámica del cambio socioambiental global, consolidando la necesidad de implantar un nuevo paradigma energético y la electromovilidad como paliativos de la crisis desatada por la quema de la combustión fósil. En este marco, aumentaron las presiones extractivas sobre las reservas de litio del sur global. Nuestra hipótesis es que el “triángulo del litio”, conformado por los salares de Argentina, Bolivia y Chile, ha dado paso a la “cantera litífera latinoamericana”, ya que se intensificaron los avances sobre las explotaciones y se abrió el abanico de países productores. Una realidad marcada por el despliegue en la región de la tensión que opone a la reemergencia asiática frente al mundo atlántico, visible centralmente en la disputa entre Estados Unidos y China. En los hechos, el “gigante asiático” acaparó diversas reservas litíferas en Latinoamérica. Asimismo, este cuadro se completa con una apuesta de algunas naciones (Bolivia, Chile, México) por crear empresas públicas nacionales de litio, y crecer localmente en el campo de la tecnología litífera. Acrecentándose la presión sobre los recursos, bajo la técnica “evaporítica” predominante, peligran los objetivos de desarrollo sustentable de la ONU vinculados al uso de la tierra y el agua. El trabajo se sustenta en la información que hemos venido elaborando desde hace más de una década sobre la temática litífera, en bibliografía secundaria, estadísticas y entrevistas a informantes claves.