Contenido principal del artículo

José Ignacio Andrés Ucendo
Universidad del País Vasco-EHU
España
https://orcid.org/0000-0002-2370-5957
Ramón Lanza García
Universidad Autónoma de Madrid
España
https://orcid.org/0000-0003-1015-2238
Núm. 34 (2024), Artículos
DOI: https://doi.org/10.15304/ohm.34.10009
Recibido: 08-07-2024 Aceptado: 25-09-2024 Publicado: 11-10-2024
Derechos de autoría Cómo citar Citado por

Resumen

La información disponible acerca del gasto de la hacienda real de Castilla, principal soporte financiero de la monarquía española permite cuantificar el volumen del gasto, su estructura y evolución en el siglo XVII. En el momento de mayor impulso de esa trayectoria, durante el reinado de Felipe IV, el gasto anual aumentó en torno al 70% respecto al promedio del reinado anterior. Después de 1640, los gastos se mantuvieron en cotas muy altas, aunque tendieron a declinar, sobre todo después de la Paz de los Pirineos. La caída se aceleró a lo largo del reinado de Carlos II, llegando a las cotas más bajas desde principios de siglo después de 1688 y manteniéndose así hasta los primeros años del reinado de Felipe V, justo antes del comienzo de la Guerra de Sucesión. La estructura del gasto siguió siendo muy simple, aunque el constante predominio de las partidas de guerra y el servicio de la deuda —la cual era resultado de la anterior— fue acompañado en los reinados de Felipe IV y Carlos II por el aumento de los costes financieros, consecuencia inevitable del déficit fiscal, y del gasto de la corte, que era resultado a su vez del peso creciente del patronazgo real en la sociedad de la época.