Los frutos de la movilidad. La emigración norteña peninsular en Madrid y el Imperio (siglos XVII y XVIII)
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Resumen
El Setecientos verá el impacto popular e histórico de los intensos procesos migratorios de jóvenes provincianos norteños en busca de futuro. Todos hidalgos norteños que protegían su idiosincrasia jurídica junto a los intereses de las autoridades de sus lugares de origen. Muchos de ellos sin ayuda de cadenas migratorias o viejas redes clientelares. Madrid, Cádiz o México vieron surgir centros de ayuda al emigrante por criterios de origen o naturaleza. Hospitales, cofradías o congregaciones fueron los tres prototipos asociativos de esta corriente migratoria norteña. Tal movilidad y el surgir de estas “comunidades emocionales” (en los centros políticos, culturales, administrativos y económicos del Imperio español) se concentra en tiempos de Felipe V y Fernando VI. Estas agencias de colocación y espacios de representación cultural y política muestran la organización conferida por las autoridades del norte de España para resolver algunos peligros derivados de los procesos migratorios de sus jóvenes.
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