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Ramón Lanza García
Universidad Autónoma de Madrid
Núm. 19 (2010), Artículos
DOI: https://doi.org/10.15304/ohm.19.476
Recibido: 27-11-2012 Aceptado: 27-11-2012
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Resumen

Uno de los expedientes utilizados en el reinado de Felipe IV para completar los recursos fiscales que exigía la ambiciosa política exterior fue la petición de ayudas extraordinarias o donativos generales, entre los cuales destaca el que se pidió en 1629 con motivo de las guerras de Italia. A pesar de su gran importancia todavía no se conocen bien su rendimiento, las formas de recaudación, las facultades o mercedes que se concedieron a particulares y comunidades, la medida en que pudo cambiar la naturaleza del sistema fiscal castellano, además de otras cuestiones no menos interesantes. El presente artículo analiza precisamente estas cuestiones en uno de los distritos en que el reino fue dividido para agilizar la administración del donativo, el arzobispado de Toledo y la provincia de Guadalajara, donde Fernando Ramírez Fariña fue comisionado por el Consejo Real y cuya documentación ofrece datos particularmente útiles y provechosos.
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