Vol 23 (2016), Artigos de divulgación
Recibido: 14-12-2015
Aceptado: 17-12-2015
Publicado: 18-01-2016
La rama española de la dinastía Habsburgo, los Austrias españoles, gobernó los vastos territorios del Imperio Español desde 1516 hasta 1700. Ese año falleció el último rey Habsburgo español, Carlos II, quien no dejó descendencia pese a haberse casado dos veces. Destacados hispanistas han sugerido que los Habsburgo españoles se extinguieron como consecuencia de una política matrimonial que condujo a un elevado número de matrimonios consanguíneos. Ésta hipótesis es muy sugestiva y es ya un lugar común en la literatura histórica actual. La abundante información disponible sobre el linaje de los Austrias, en términos de registros genealógicos y datos de mortalidad infantil, permite un análisis de la hipótesis de la consanguinidad desde una perspectiva genética. El cálculo de los coeficientes de consanguinidad de los reyes y sus hijos a partir de un extenso árbol genealógico ofrece la oportunidad de cuantificar el nivel de consanguinidad alcanzado en el linaje, así como sus efectos sobre la mortalidad de los infantes reales. Destacados especialistas en medicina han sugerido que la compleja sintomatología clínica de Carlos II, que padeció numerosas dolencias y enfermedades a lo largo de toda su vida, pudo ser debida a un trastorno genético XXY (síndrome de Klinefelter) o a un síndrome masculino XX, lo que explicaría la infertilidad del rey. Estas hipótesis, formuladas desde una perspectiva médica, no contemplan de forma precisa el contexto genético en el que se desarrollaron los múltiples trastornos del monarca y son evaluadas a la luz de las consecuencias genómicas de la consanguinidad.
Consanguinidad, los Austrias, dinastía Habsburgo, Carlos II, depresión consanguínea