1. Introducción
En este trabajo se pretende establecer una relación entre las actitudes hacia el cannabis y la ideología. Ambas variables se codifican de una forma binaria. De acuerdo con , los sistemas utilizan códigos binarios (como verdadero-falso) para procesar la comunicación y definir lo que se considera aceptable dentro del sistema. En nuestro caso, codificaremos la actitud hacia la legalización de la venta de cannabis en España en determinados establecimientos y condiciones. Nos aproximaremos, además, a las posturas acerca de su uso medicinal, a partir de la dicotomía “a favor/en contra”.
definió la ideología como un conjunto de ideas que caracterizan a una persona, escuela, colectividad, movimiento cultural, religioso, político, etc. y que emergen de un contexto social y material determinado. Hoy en día se ha limitado mucho el uso de esta palabra a las posiciones políticas. La variable ideológica se simplificará tomando como base el clásico cleavage “izquierda-derecha”. Si bien esta noción puede ser demasiado simple para abordar la complejidad de los sistemas ideológicos actuales, nos sirve como herramienta conceptual para reducir dicha complejidad y entender algunas relaciones entre los elementos que queremos estudiar. La división entre izquierda y derecha se trata de una simplificación de la complejidad del mundo real, sobre la que los individuos evalúan sus posiciones sobre los temas de una forma general y gradual. Esto les permite establecer tipologías extremas, como hemos hecho en este trabajo. resalta la importancia de la división izquierda-derecha en el desarrollo de la política democrática europea, siendo la ideología un conjunto de creencias, valores y actitudes, que, aunque no se limita a dicha división, es una de sus piezas centrales fundamentales para conocer y medir la ideología de la población. Se trata, pues, de un factor que modela las actitudes hacia distintas cuestiones sociales y políticas.
En este sentido, estudian los efectos de la ideología, particularmente en lo que respecta a las actitudes, las evaluaciones y los procesos de justificación del sistema. Teniendo en cuenta las aportaciones de estos autores, es poco probable que una actitud hacia un tema específico sea lo suficientemente fuerte como para cambiar el marco ideológico de una persona, dotado de generalidad y situado en un nivel psicológico y cultural más profundo. Podemos, pues, considerar la ideología como una característica estable y previa en el tiempo. Esto le confiere una mayor capacidad para determinar la actitud que viceversa, razón por la que situamos la ideología como variable independiente.
A partir de esto, y en relación con el objetivo del trabajo, se establece una clasificación de categorías basadas en las posiciones ideológicas, para ver su efecto sobre las actitudes respecto a la legalización del cannabis.
El barómetro del CIS, del cual hemos extraído la base de datos, incorpora dos variables relativas a las actitudes hacia el cannabis y la escala de auto ubicación ideológica (izquierda-derecha). Este estudio, realizado entre los españoles mayores de edad, utiliza las respuestas a favor o en contra de la legalización para describir comparativamente el perfil de los entrevistados con base en la variable ideológica.
En Estados Unidos, el estudio de apunta cómo a lo largo de 30 años de análisis la ideología política, vista como una forma de identidad personal, predijo las actitudes hacia la legalización de la marihuana. Asimismo, la afiliación partidista, como forma de identidad de grupo, se convirtió en un predictor consistentemente significativo en el siglo XXI.
Varios trabajos publicados respecto a la cuestión del cannabis en España tratan sobre la historia del movimiento y la cultura cannábica (; ); sobre estudios de patrones de consumo () o sobre el tratamiento de esta cuestión en la prensa (), sugiriendo algunos ejemplos. Sin embargo, no se han observado trabajos en la geografía nacional que implementen el análisis de encuestas para observar la relación entre las actitudes respecto a la marihuana e ideología desde un punto de cuantitativo. Es por ello por lo que creemos que este trabajo es novedoso y de interés para el análisis sociológico y político de esta cuestión, pudiendo servir de apoyo en futuras investigaciones.
Desde una perspectiva disciplinar, la venta y consumo de cannabis se ha estudiado desde diversos ámbitos, como medicina y ciencias de la salud, farmacología, derecho, economía, psicología, ciencias políticas o sociología. Existen investigaciones de diversas áreas cuyos resultados y perspectivas pueden influir y respaldar la formulación del sentido de las políticas sobre el cannabis. También pueden influir en la construcción de las percepciones de los individuos sobre esta sustancia e inclinar la balanza democrática a favor o el contra de su estado de prohibición. En este sentido, se puede afirmar que, a pesar del considerable corpus literario dedicado a los efectos negativos y los riesgos del consumo de cannabis, cada vez proliferan más los estudios en sentido positivo. Concretamente, en el ámbito medicinal se puede ver reflejado este enfoque en el informe realizado por la Fundación Ideas para la Paz (2015). En dicho informe, vemos como el Comité de Expertos en Drogodependencia de la Organización Mundial para la salud (OMS) afirma que durante los últimos veinte años, la evidencia acerca del uso de la marihuana medicinal ha aumentado considerablemente: reduce dolores crónicos y agudos, tanto en enfermedades terminales como en el dolor neuropático y el vinculado a procesos inflamatorios, controla el dolor en artritis reumatoide, esclerosis múltiple y migraña, entre otros, reduce náuseas y vómitos en tratamientos de cáncer y VIH, estimula el apetito, puede ayudar en casos de asma y reduce la presión intraocular en el glaucoma de ángulo abierto.
2. Relevancia de la cuestión en la política actual.
En las últimas décadas se han realizado estudios que comprueban el potencial terapéutico del cannabis. Dichos trabajos han ido en paralelo a su regularización en varios países, así como cambios legislativos respecto a su uso medicinal y/o recreativo. En 2024 Alemania ha legalizado el consumo recreativo de cannabis. Los estados de Colorado y Washington lo hicieron en 2012, si bien el primer país del mundo en hacerlo fue Uruguay, en 2013. Otros ejemplos son Tailandia, que despenalizó el cannabis en 2022; o Canadá, en 2018. En el marco europeo, estados como Portugal, Italia o República Checa buscan hacerlo ().
apuntan cómo las modificaciones legales que han posibilitado la venta y despenalizado el consumo en algunos países han sucedido a una consulta por referéndum a los ciudadanos, para dar respuesta a la presión social y política a favor de su legalización y como esto tiene que ver con las evidencias que apuntan a los beneficios potenciales del cannabis entre la población. La relevancia político-social del cannabis tiene su reflejo en la opinión pública. “En el Estado español, el estatus legal, jurídico y penal del cannabis es ambiguo y contradictorio. Aunque su consumo esté normalizado, su posesión y su comercialización resultan ilegales” (). Tanto la popularidad recreativa como las posibles aplicaciones médicas, así como los beneficios para la economía de las empresas y del país, han hecho que la cuestión del cannabis esté empezando a ser introducida en el discurso de algunos partidos o figuras políticas. Por ejemplo, el partido de izquierdas Podemos defiende en su medida Nº140:
Despenalizaremos el cultivo y la tenencia de cannabis a nivel personal y colectivo, regularemos la actividad de los clubs sociales de cannabis y estableceremos el rol del Estado en la garantía de seguridad de los y las consumidoras y en el control de la producción, distribución y consumo de cannabis (Podemos, 2024).
En febrero de 2023, ERC (Izquierda Republicana de Cataluña) propone en el Congreso de los Diputados la regulación del cannabis terapéutico y recreativo, con el apoyo de Unidas Podemos, Ciudadanos y PNV. La medida es rechazada por la mayoría del PSOE, PP y VOX.
En España, como apuntan , el movimiento cannábico es un movimiento reformista que reclama cambios en las leyes que prohíben el cannabis. Es también un movimiento progresista apoyado políticamente por algunos partidos de izquierda y por algunos liberales, lo que es interesante mencionar si tratamos de relacionar esta cuestión con una variable ideológica. Como dice en su estudio acerca de las actitudes hacia la legalización en Estados Unidos:
In this study, political ideology, conceived as a form of personal identity, predicted attitudes toward marijuana legalization across 30 years of analysis. Party affiliation, conceived as a form of group identity, became a consistently significant predictor in the 21st century, suggesting increases in partisanship and group identity. These increases in turn suggest increases in the politicization of drug policy, potentially affecting the capacity of individuals who might benefit from medical marijuana from doing so ().
3. Implicaciones ideológicas en la cuestión político-social del cannabis
En la antigüedad, el consumo de drogas formaba parte de distintas tradiciones y culturas ancestrales. En las sociedades antiguas se asociaba a actos de tipo festivo-mágico-religioso. La magia y la medicina se encontraban unidas, de modo que los fármacos, las drogas, cumplían tanto una función lúdica como médica (). La prohibición de esta sustancia a principios del SXX, tal y como ha sido estudiada, vino dada por intereses económicos y motivaciones políticas y religiosas. En consecuencia, “la fiscalización de drogas estuvo dominada por un doble paradigma de prohibición y castigo durante 40 años, en lo que se llamó la guerra contra las drogas” ().
En esta línea, podemos entender el ascenso del régimen internacional de prohibición a partir del marco de las coaliciones promotoras, como lo hace , quien resalta el papel de la moral conservadora cristiana y la imposición de sus valores sobre la legislación internacional, que clasificaba esta sustancia como altamente nociva y sin capacidad terapéutica. Se hizo un uso prohibicionista de la ciencia, resaltando sus cualidades nocivas ().
Con excepciones, en España es más probable que los grupos que defienden esta moral conservadora se autodefinan como de derechas. Es una razón más para plantear la hipótesis de que quien defiende la legalización es más probable que se autodefina ideológicamente como de izquierdas. También planteamos que quienes se autodefinen religiosamente como cristianos tienen mayor probabilidad de estar en contra de la legalización y del uso de la marihuana, debido al origen de su prohibición, un tema ampliamente estudiado. Por esta razón, más adelante introducimos la variable religiosidad en el análisis como variable de control. En esta línea, apunta que el cristianismo rechaza el uso de drogas tanto en sus ritos, es decir, en sus actividades religiosas mágicas, como para fines recreativos. Esta autora defiende que, en el proceso de secularización que experimentan nuestras sociedades, el discurso de la prohibición va cambiando, perdiendo sus aspectos religiosos, pero manteniendo su carácter moralizador. De acuerdo con :
Los historiadores - Musto, Sinclair, Lindesmith, Kolb, Sandmeyer - son unánimes en considerar que los orígenes del prohibicionismo en materia de agentes psicoactivos (empezando por el alcohol) se encuentran en el revival puritano que comienza a cobrar fuerza a mediados del s XIX ().
estudian como los intereses económicos industriales del algodón y otros tipos de plantaciones jugaron un papel fundamental en la prohibición del cannabis, ya que la eficiencia productiva del cáñamo suponía una peligrosa competencia. analiza desde la sociología de la desviación el ascenso de la prohibición del cannabis por la acción de los “moral entrepeneurs” y cómo las conductas desviadas y la criminalidad se construyen con base a relaciones de poder e intereses económicos, impulsando campañas xenófobas para condenar moralmente el cannabis. Por otro lado, nuestro objetivo del trabajo guarda cierta relación con su teoría del etiquetaje, en el sentido de que el consumo de cannabis lleva aparejado el etiquetaje de la desviación. sostiene que la ilegalización del cannabis en Estados Unidos tuvo su origen en un proceso marcado por el racismo, conflictos de rebeldía juvenil y dificultades económicas en América Latina. Vemos, por ejemplo, como el término marijuana tiene un origen racista, al asociar el uso de esta planta con los emigrantes mexicanos en EE. UU. en la década de 1930. No obstante, la palabra ha perdido esta connotación. Otro ejemplo lo vemos en España, en donde (sobre todo a partir del 15M), de forma peyorativa y con objetivo de deslegitimar posiciones políticas se ha etiquetado a ciertos grupos de izquierdas como “fumetas”, “porreros”, etc. Es el caso de los denominados “perroflautas”, coloquialismo utilizado por grupos conservadores en España para referirse a ciertos grupos que, por lo general, tienen una ideología de izquierdas y se distinguen por determinadas prácticas y formas de vestir.
El consumo de drogas y su ilegalidad ha sido un tema central en el debate social de la modernidad. “A pesar de que el cannabis, en general, fue aceptado y tolerado, también ha sido demonizado en diferentes contextos históricos; los intentos de restringir su uso se han reflejado invariablemente en las agendas políticas y morales” (). Por otro lado, sostiene que hay numerosas otras actividades que amenazan la salud y que no están prohibidas por el Estado. Por esta razón argumenta que el auténtico objetivo fue imponer un conjunto de valores imprescindibles para que opere el sistema de intercambio capitalista. Se ha visto a los consumidores como personas desvinculadas de la sociedad que se refugian en sustancias prohibidas para aliviar su anomia contra el mundo, y los gobiernos tratan de evitar estas prácticas argumentando un daño en el tejido social:
Tradicionalmente, desde el punto de vista ideológico, los consumos de drogas se han explicado como un enfrentamiento entre la disidencia de los sujetos consumidores que deciden alterarse a sí mismos mediante el uso de sustancias modificadoras de la consciencia, y el sistema, que persigue y sanciona estas disidencias: un sistema que se considera legitimado para intervenir en las vidas de quienes no saben o no son capaces de cuidar de sí mismos -los drogadictos-, convirtiéndolos en objeto de intervención en vez de contemplarlos como sujetos activos, participantes y protagonistas de la intervención ().
Durante el siglo XX el cannabis se ha asociado a grupos contraculturales. Como ya se ha señalado, aunque no se puede hablar de una ideología definida en muchos de estos colectivos, por lo general existe en estos una inclinación hacia la ideología de izquierdas. En España, habla de una resistencia psicodélica al franquismo, cuando el consumo de hachís y marihuana venía marcado por una actitud rebelde y contraria a los valores nacional-católicos del régimen franquista. El consumo de cannabis era (y es) popular en las tribus urbanas como los hippies, los punks, rockeros, raperos, ska, rastafaris y otros colectivos cuya identidad e ideología tratan de desafiar el orden establecido. estudia como los individuos buscan autenticidad y experiencias compartidas en estas tribus urbanas modernas. Este autor utiliza el concepto de neotribalismo para describir cómo se forman estos grupos.
En la actualidad, el cannabis sigue estando presente en estos colectivos y se ha extendido a múltiples esferas de la sociedad. Aunque sigue siendo un símbolo y una práctica común en la cultura underground, se ha extendido y no se limita a estos grupos reducidos como lo hacía en la segunda mitad del siglo XX. Tal y como apunta :
Si pasamos a ver los usos de drogas en los últimos treinta días, lo que nos indicaría una cierta habitualidad, observamos que también ha habido un aumento progresivo en el caso del cannabis (que pasa aquí del 4,6% en 1997, a 9,1% en 2017). ().
Por otro lado, en un informe de Naciones Unidas al respecto se afirma que más del 4% de la población mundial adulta (162 millones de personas) la consume algunas veces durante el año y un 0,6% (22 millones) lo hace a diario ().
Según , la ideología se encarga de definir los sistemas de representación condicionados por la moral, la política y la religión, determinando la conciencia individual y las pautas de comportamiento. “La fiscalización de dichas sustancias hay que entenderla, pues, en clave política” (). realizó un breve análisis acerca de la función de la ideología en el consumo de drogas en el cual apuntó que se comenzó a concebir como “consumo” cuando las masas proletarias adoptaron las pautas de consumo de la aristocracia. Este consumo se comenzó a criminalizar y la sociedad empezó a ver a los adictos como individuos que necesitan la ayuda del sistema. Este autor también resalta la división en categorías de la ideología, dado que estas fragmentan la realidad y se establece una representación de la sociedad distinta en cada grupo. Así, estas posiciones se oponen entre sí y tienen concepciones diferentes sobre los distintos elementos de la sociedad.
Sin embargo, la postura frente a las drogas está cambiando cada vez más, especialmente por los estudios realizados por expertos que afirman que ciertas sustancias pueden ser beneficiosas, especialmente para la medicina, como hemos mencionado en la introducción. Tales sustancias están pasando a ser un elemento regulado por las instituciones, sobre todo el cannabis, debido a atribuírsele un riesgo menor. Pese a los cambios, siguen existiendo diferentes posturas acerca de esta regularización. Lo antedicho nos lleva a creer que uno de los condicionantes de ello es la ideología.
La popularización de sus propiedades, unida a otras fuerzas sociales de la hipermodernidad que caracteriza la sociedad contemporánea, ha llevado a la creación de toda una industria respecto al cannabis que también clama por el cambio en las leyes que lo regulan y que no se dirige a unos grupos específicos, sino a personas de todo tipo de clase social, etnia, género, religión, profesión e ideología. La aceptabilidad y la normalización social de la marihuana es mucho mayor que hace medio siglo y existen grupos de presión, movimientos sociales y partidos políticos que actúan como coaliciones promotoras de la legalización. “Normalization ought to be understood as both broad social and cultural phenomena, as well as a disparate, contingent and uneven feature of local, micro-level, processes and contexts” ().
En épocas de crisis económica y anomia social el consumo y el cultivo de cannabis se expanden: el consumo lo hace en relación con la anomia y las formas de adaptación social que emergen, como el ritualismo o el retraimiento (); el cultivo, como forma de sustento económico y también como forma de adaptación social, en este caso la innovación. Durante las épocas de crisis, como la crisis de 2008, se percibe un aumento de establecimientos growshop, lo que denota un incremento de la demanda de artículos de cultivo.
Por un lado, los productos agrupados bajo el rótulo “droga” arrastran imaginarios de desestructuración social y de decadencia física; por otro lado, los consumos de drogas mitificados son descritos como algo estrechamente ligado al placer, al ocio, al sexo, al juego. ().
También el repunte de los valores liberales, consumistas o hedonistas en las sociedades occidentales actuales de carácter secular lleva a una mayor permisividad respecto a las prácticas y la transigencia con el consumo de cannabis. Por otro lado, el liberalismo plantea un mayor individualismo, de modo que las decisiones sobre el cuerpo de cada uno pertenecen al ámbito privado. En el contexto político español actual, el liberalismo se relaciona con la derecha económica, por tanto, es posible que aquellos que se auto ubican ideológicamente a la derecha y se alinean con los partidos políticos de esta posición, crean que el consumo de cannabis debería estar permitido y mercantilizado. Esto rompe, así, con la relación conservadora y prejuiciosa marihuana-marxismo y hace que se origine la relación marihuana-liberalismo. La siguiente tabla es una simplificación de las posturas ideológicas sobre el cannabis:
Fuente: Elaboración propia.
Dependiendo de la época histórica, se ha relacionado la izquierda con el autoritarismo marxista, con lo libertario o lo progresista. Del mismo modo, la derecha pervive en una conjunción de posiciones que comprenden el liberalismo económico y el conservadurismo moral. En el paradigma economicista e individualista actual, se relaciona a la izquierda con el intervencionismo estatal y se le identifica con el autoritarismo por parte de algunos sectores que asocian a la derecha con valores de libertad individual y meritocracia.
En este contexto, cabe hacernos la pregunta de si la posición hacia la marihuana y su relación ideológica ha experimentado un giro hacia la derecha, debido al auge de los valores liberales. Sería interesante, si dispusiéramos de los recursos y las series de datos necesarias, realizar un estudio longitudinal que pudiera investigar esta hipótesis. En este estudio nos limitaremos a realizar un análisis trasversal de la relación ideología - posición a favor/ en contra de la legalización a partir de los datos abiertos disponibles respecto a esta cuestión en España. Debido a la información proporcionada por la literatura revisada, se propone introducir la religiosidad como variable susceptible de interaccionar en la relación entre variables.
Debido a lo antedicho, podríamos decir que es muy posible que existan diferentes posturas sobre la legalización de la marihuana en función de la ideología y los sistemas de creencias de los individuos.
4. Fuentes y Método
Los datos utilizados en este estudio han sido extraídos del Barómetro de abril de 2021, que podemos encontrar en el estudio 3318 del CIS. Fue proyectado entre el 5 y 14 del mismo mes en un ámbito nacional, con una muestra representativa de 3823 personas que superan la mayoría de edad. Entre los puntos de muestreo se escogieron 1255 municipios ubicados en 50 provincias. Sin embargo, su afijación no es proporcional, habiendo diferentes números de muestras en cada lugar, pero de forma que todas las comunidades autónomas tuviesen al menos 100 entrevistas.
Para estudiar la relación entre la ideología y las actitudes ante la legalización de la marihuana es necesario conceptualizar y operacionalizar estos elementos para poder compararlos en las tablas de contingencia. En función de lo expuesto, usaremos como indicador de la ideología la escala de auto ubicación ideológica que hace posicionarse a las personas entre izquierda y derecha. Por otro lado, para estudiar las posturas ante la legalización de la marihuana utilizaremos como indicadores las preguntas sobre esto, las cuales diferencian entre la legalización total y la legalización para uso médico.
Para realizar las tablas de contingencia hemos utilizado la ideología como variable independiente y la postura ante la legalización como variable dependiente. En primer lugar, hemos empleado la escala de auto ubicación ideológica que se encuentra en la pregunta número 31 del estudio. Ha sido necesaria una recodificación de esta para hacer unas categorías más simples de comparar. Para ello hemos establecido como nuevos valores 4 categorías: “extrema izquierda” (1, 2), “izquierda” (3, 4, 5), “derecha” (6, 7, 8), y “extrema derecha” (9, 10), haciéndonos la comparación más simple que si utilizáramos números del 1 al 10 como en la variable original. Como variables dependientes, hemos escogido la pregunta Nº23 “¿Está Ud. a favor o en contra de que en España se legalice la venta de marihuana en determinados establecimientos y en determinadas condiciones?” y Nº24 “¿Y para su uso médico?”.
Por último, se introduce la variable “religiosidad” de forma exploratoria para completar el análisis ideológico de las actitudes. Debido a las implicaciones teóricas e históricas revisadas en la literatura que tiene esta variable sobre la cuestión de la prohibición, mencionadas en el epígrafe anterior, pensamos que la religiosidad suele estar relacionada con el conservadurismo, pudiendo interaccionar sobre la relación de influencia que planteamos. Introduciendo esta variable se pueden aislar los efectos de la ideología política en las actitudes hacia el cannabis, reduciendo el riesgo de atribuirlos a la ideología cuando pueden deberse en parte a la religiosidad. De este modo también obtenemos subgrupos ideológicos, mejorando la comprensión de la influencia de la ideología al proporcionar coherencia y solidez al análisis. No se ha procedido a introducir más variables de control susceptibles de interés, como la clase social o el género, con el fin de presentar los resultados de una forma simple, acotando las variables al tema que se discute y sin extender en exceso el análisis.
Es necesario utilizar las tablas de contingencia para entender la relación entre estas variables de una forma simple y clara, como un primer paso para estudiar dicha influencia. También se procede a comparar las medias de los valores de la escala ideológica en las actitudes. Estos análisis nos proporcionan la identificación de asociaciones preliminares antes de realizar análisis más complejos y de mayor capacidad explicativa. A partir de estas técnicas, utilizaremos los estadísticos para extraer distinta información acerca de dicha relación. Primero, extraemos las pruebas chi-cuadrado para analizar si estas variables son independientes o no. Después se estudian las fuerzas de asociación, con el fin de eliminar el efecto del tamaño muestral. Para ello utilizaremos el coeficiente Phi y la V de Cramer. Por último, queremos ver la asociación entre estas dos variables analizando su dirección, es decir, si existe una relación inversa o directa, utilizando los residuos tipificados corregidos.
5. Resultados del análisis de la encuesta
Como vemos en esta tabla hay más gente que se ubica a la izquierda de la escala de auto ubicación ideológica, un 71,1 % de la muestra se posiciona a este lado de la muestra mientras que el 28,9 % restante se ubica a la derecha. Como es evidente, al haber tal cantidad de la muestra en el lado izquierdo de la tabla, las dos categorías tienen porcentajes mucho más altos que su antagonista. Hay el triple de gente que se posiciona en la parte de extrema izquierda que en la extrema derecha y hay el doble de gente de izquierda moderada que de derecha moderada.
Fuente: Elaboración propia a partir del Estudio 3318 del CIS.
Fuente: Elaboración propia a partir del Estudio 3318 del CIS.
Frecuencia | Porcentaje | Porcentajeválido | Porcentaje acumulado | ||
---|---|---|---|---|---|
Válido | A favor | 1901 | 49,7 | 49,7 | 49,7 |
En contra | 1563 | 40,9 | 40,9 | 90,6 | |
N.S. | 322 | 8,4 | 8,4 | 99,0 | |
N.C. | 37 | 1,0 | 1,0 | 100,0 | |
Total | 3823 | 100,0 | 100,0 |
Fuente: Elaboración propia a partir del Estudio 3318 del CIS.
Hay muy poca diferencia entre las actitudes hacia la legalización de la marihuana para su uso libre, sin embargo, es importante resaltar que existe más gente a favor que en contra de esta medida, de modo que, un 49,7% de la muestra está a favor. También hay una parte relevante de la población (8,4%) que tiene dudas y no sabe la respuesta a esta pregunta.
Frecuencia | Porcentaje | Porcentaje válido | Porcentaje acumulado | ||
---|---|---|---|---|---|
Válido | A favor | 3445 | 90,1 | 90,1 | 90,1 |
En contra | 174 | 4,6 | 4,6 | 94,7 | |
N.S. | 192 | 5,0 | 5,0 | 99,7 | |
N.C. | 12 | ,3 | ,3 | 100,0 | |
Total | 3823 | 100,0 | 100,0 |
Fuente: Elaboración propia a partir del Estudio 3318 del CIS.
En cuanto al uso medicinal, vemos en esta tabla una gran superioridad de las posiciones a favor de esta medida respecto al resto. Como vemos existe un 90,1% de los individuos que están a favor de esta medida, probablemente por la gran cantidad de estudios científicos sobre el tema. También nos parece importante resaltar que existe mayor cantidad de gente que no sabe la respuesta a gente que está en contra (0,4% más), es decir, que existe una cantidad muy pequeña de la población que está en contra de esta medida.
A continuación, se comparan las medias según la escala de auto ubicación ideológica de quienes se encuentran a favor o en contra de estas medidas. Se observa que la media de quienes están a favor de la legalización de la venta de marihuana se sitúa en un valor ideológico de 4,18, es decir en la parte izquierda de la escala. Por el contrario, quienes están en contra tienen una media ideológica de 5,27, lo que le sitúa a la derecha. Respecto al uso medicinal, la relación es similar, quienes están a favor presentan una media ideológica más a la izquierda de quienes están en contra (4,56 frente a 5,88). En este segundo caso quienes están a favor presentan una media más céntrica que en la anterior pregunta y quienes están en contra del uso medicinal se sitúan ligeramente más a la derecha que en la anterior cuestión.
Fuente: Elaboración propia a partir del Estudio 3318 del CIS.
Fuente: Elaboración propia a partir del Estudio 3318 del CIS.
Fuente: Elaboración propia a partir del Estudio 3318 del CIS.
Vemos como existe una clara relación entre la ideología y el posicionamiento ante la legalización de la marihuana. Los datos aparecen escalonados de mayor a menor o viceversa, dependiendo si observamos las actitudes a favor o en contra. En el posicionamiento a favor de la legalización se reduce desde la extrema izquierda hacia la extrema derecha. En las posiciones en contra encontramos menor porcentaje de personas auto ubicadas ideológicamente a la izquierda. De esta manera planteamos la hipótesis de que las variables son dependientes y por tanto la ideología influye sobre las actitudes hacia la legalización. Por otro lado, es importante señalar la información que aportan los residuos corregidos. Vemos como en los valores a favor y en contra son en los que se produce la asociación mientras que él no sabe/no contesta no son representativos. La relación entre estar a favor de la legalización y ser de izquierdas está directamente relacionada al tener los valores positivos de los residuos, mientras que ser de derechas está relacionado a la inversa. De este modo, la ubicación en la derecha ideológica se relaciona directamente con una actitud desfavorable.
Valor | gl | Significación asintótica (bilateral) | |
---|---|---|---|
Chi-cuadrado de Pearson | 156,016a | 9 | <,001 |
Razón de verosimilitud | 156,282 | 9 | <,001 |
Asociación lineal por lineal | 12,294 | 1 | <,001 |
N de casos válidos | 3493 |
Fuente: Elaboración propia a partir del Estudio 3318 del CIS.
Las pruebas chi-cuadrado nos aportan información sobre el nivel de independencia de estas dos variables, como vemos la significación es inferior a 0,05 y por tanto los elementos analizados son dependientes. Esto quiere decir que aceptamos nuestra hipótesis y se reafirma que existe relación entre las variables analizadas.
Medidas simétricas | |||
Valor | Significación aproximada | ||
Nominal por Nominal | Phi | ,211 | <,001 |
V de Cramer | ,122 | <,001 | |
N de casos válidos | 3493 |
Fuente: Elaboración propia a partir del Estudio 3318 del CIS.
Para entender las fuerzas de asociación entre estas dos variables es necesario comentar la V de Cramer, ya que la dependencia ya ha sido comprobada. Vemos como existe un nivel de asociación relativamente bajo entre las dos variables. Esto puede ser debido a que las diferencias en los porcentajes según la ubicación ideológica no son muy grandes y pese a que se ve una evidente relación, no existen diferencias abismales entre los porcentajes de cada valor.
Fuente: Elaboración propia a partir del Estudio 3318 del CIS.
Al analizar la relación entre la ideología y la legalización del uso de marihuana con fines medicinales, hemos visto la misma relación que en la tabla analizada anteriormente, pero con unas diferencias más pequeñas entre las posiciones de la variable independiente. La mayoría observable de personas que se encuentra a favor de esta medida resalta el hecho de que la mayor parte de personas de derechas que estaban en contra la anterior política (legalización de la venta para uso recreativo) están a favor en su legalización para uso medicinal, lo que significa que existe una aprobación generalizada por parte de la sociedad española. La diferencia en las actitudes dependiendo de la ideología es bastante menor en comparación con la anterior pregunta (excepto en la extrema derecha). Las personas ubicadas en la extrema derecha son las que más rechazo muestran a la legalización de la venta de cannabis para uso medicinal. Así, también realizamos la hipótesis de que las variables son dependientes y, por tanto, relacionadas. Al analizar en la tabla anterior los residuos corregidos, vemos como existe una relación directa entre ser de izquierdas y estar a favor y una relación directa con ser de derechas y estar en contra. También parece importante resaltar la dirección de la asociación entre los individuos que no saben la respuesta, ya que parece existir también una relación entre ser de derechas y no saber la respuesta.
Valor | gl | Significación asintótica (bilateral) | |
---|---|---|---|
Chi-cuadrado de Pearson | 82,771a | 9 | <,001 |
Razón de verosimilitud | 66,455 | 9 | <,001 |
Asociación lineal por lineal | 29,306 | 1 | <,001 |
N de casos válidos | 3494 |
Fuente: Elaboración propia a partir del Estudio 3318 del CIS.
Como vemos en la prueba de chi-cuadrado el nivel de significación es inferior a 0,05, por lo tanto, podemos afirmar que existe una relación de dependencia entre estas variables y que la ideología condiciona las posiciones respecto a la legalidad de la marihuana medicinal, afirmamos nuestra hipótesis.
Medidas simétricas | |||
---|---|---|---|
Valor | Significación aproximada | ||
Nominal por Nominal | Phi | ,154 | <,001 |
V de Cramer | ,089 | <,001 | |
N de casos válidos | 3494 |
Fuente: Elaboración propia a partir del Estudio 3318 del CIS.
La información de la V de Cramer es que la fuerza de asociación es casi inexistente y muy cercana a 0, pero esto es relevante porque las variables sí están relacionadas. Esto se debe probablemente a la mínima diferencia entre las posiciones a favor o en contra dependiendo de la ideología, ya que una amplia mayoría de la muestra estaba a favor.
Por último, pasamos a analizar la interacción de la variable “religiosidad” sobre la relación entre ideología y las actitudes ante la legalización. Podemos pensar que la religión es influyente en la relación entre estas dos variables, de modo que esta relación será significativa dependiendo de las creencias religiosas.
Como podemos observar en las siguientes tablas, la asociación entre ideología y posicionamiento ante la legalización es significativa en el grupo de los creyentes católicos, con mayor intensidad de fuerza de asociación (Phi y V de Cramer) en los practicantes que en los no practicantes. Se puede observar que en los valores de la variable religiosidad, las personas de izquierdas son en general más favorables que las de derechas; sin embargo, la relación es significativa únicamente en los grupos en los que se autodefinen como católicos, por lo que existe cierta interacción de la variable religiosidad sobre la relación entre la ideología y el posicionamiento ante la legalización.
La mayoría de las personas católicas se muestran en contra de esta medida. En el grupo de las personas de extrema izquierda católicas practicantes, un 51,2% se muestra en contra de la legalización del cannabis, en tanto que el porcentaje en contra de esta medida dentro del grupo de católicos aumenta a medida que nos situamos más a la derecha ideológica. Son las personas católicas practicantes y de extrema derecha las que están más en contra de la legalización del cannabis. Sin embargo, llama la atención que el grupo en el que encontramos un mayor porcentaje de personas que están más a favor está formado por aquellas que se declaran agnósticas y de extrema derecha (80% a favor de la legalización), probablemente porque su ideología apunta hacia la derecha neoliberal y no a la derecha conservadora católica. Por otro lado, un 77% de las personas ateas de izquierdas y un 76,3% de extrema izquierda se encuentran a favor de la legalización.
Fuente: Elaboración propia a partir del Estudio 3318 del CIS.
Fuente: Elaboración propia a partir del Estudio 3318 del CIS.
Fuente: Elaboración propia a partir del Estudio 3318 del CIS.
La ideología como modelo representativo de la división de opiniones en los temas de actualidad de la vida pública ha mostrado significación en su relación con las dos preguntas planteadas acerca de la legalización de la venta de marihuana en establecimientos (pregunta Nº23) y sobre la legalización de su uso medicinal en pacientes (pregunta Nº24). En la pregunta Nº23, existe una clara división de opiniones ligeramente favorable al “si” de la legalización, mientras que en la pregunta Nº24, 9 de cada 10 personas estaría a favor de la legalización del uso medicinal. Al introducir la variable ideológica encontramos diferencias significativas. La mayoría de las personas entrevistadas se posicionan a favor de estas medidas.
Que en dos preguntas distintas sobre la misma temática indique asociación con la ideología (aunque en una pregunta se dé con más fuerza de asociación que con la otra), indica que existe influencia en las actitudes, una influencia que varía de intensidad según el contenido de la pregunta, pero qué es persistente al mantenerse dentro del mismo campo temático.
6. Conclusiones
Las personas de izquierdas son claramente más favorables a la legalización de la venta de cannabis (aunque hay un porcentaje minoritario de ellos que no lo está). Además, lo son de una forma progresiva, de modo que, cuanto más a la izquierda se encuentre el entrevistado en la escala ideológica, más probabilidades existirán de que esté a favor de la legalización, tanto para su uso medicinal como recreativo. Sucede lo contrario si nos fijamos en la parte derecha de la distribución ideológica.
De otra parte, la influencia de la ideología es menos intensa al hablar del uso medicinal, ya que está aceptado de forma más amplia en toda la sociedad. Por tanto, podemos afirmar que la gente que se auto ubica ideológicamente en la derecha rechaza más la legalización, y en general se es más tolerante con esta medida si se destina únicamente a un uso medicinal.
Por último, la religión como parte del sistema ideológico y de creencias juega un papel fundamental en la constitución de los esquemas morales que orientan las actitudes de los grupos y de los individuos ante las propuestas políticas, influyendo en la asociación estudiada. La mayoría de las personas católicas practicantes están en contra de la legalización, sobre todo si estas se identifican con la derecha ideológica. La religiosidad puede utilizarse como indicador de los valores conservadores, y nos permite hacer una aproximación a una distinción entre una derecha más conservadora y otra más liberal. Así, encontramos que un 80% de los agnósticos de extrema derecha se encuentran a favor de la legalización.
Resumiendo, y con esta excepción, podemos concluir que es más probable que las personas auto ubicadas ideológicamente a la derecha con creencias católicas muestren actitudes contrarias a la legalización, mientras que las personas ateas, agnósticas o de izquierdas, tienen más probabilidad de estar a favor de la legalización del cannabis.
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