Soraya Boudia y Emmanuel Henry han coordinado la obra colectiva, titulada Politiques de l’ignorance en la editorial Presses Universitaires de France. Conviene recordar que la primera es catedrática de sociología en la Universidad de París Cité e investigadora en el centro de investigación CERME. Se interesa especialmente por los riesgos sanitarios, medioambientales y tecnológicos, proponiendo una socio-historia del riesgo y de la sociedad del riesgo, y, posteriormente, un análisis de las transformaciones de los modos de gobierno de las sustancias tóxicas. Entre sus publicaciones figuran Gouverner un monde toxique (2019) escrito junto con Nathalie Jas; Powerless Science? The Making of the Toxic World in the Twentieth Century (2014); o La mondialisation des risques. Une histoire politique et transnationale des risques sanitaires environnementaux (2015) redactado con Emmanuel Henry. Mientras que el segundo es catedrático de sociología en la Universidad de París Dauphine e investigador en el IRISSO. Sus investigaciones se centran, entre otros temas, en la sociología de la acción pública, la sociología de la experteza y de la decisión política, la sociología de la ignorancia y del conocimiento científico, o la construcción y definición de las políticas públicas. Es autor de varios libros, tales como La fabrique des non-problèmes ou comment éviter que la politique s'en mêle (2021), Ignorance scientifique et inaction publique. Les politiques de santé au travail (2017), o Amiante: un scandale improbable. Sociologie d'un problème public (2007).
Los autores de la presente obra indican que la noción de ignorancia ha despertado un amplio interés últimamente en los círculos académicos, intelectuales y mediáticos. “Los debates contemporáneos en torno a la pos-verdad o los cuestionamientos de la ciencia o de la experteza desde el inicio de la crisis vinculada al Covid-19 [refuerzan] aún más unos cuestionamientos sobre los retos de la ignorancia” (p.5). Centrándose en su dimensión política, este libro desea mostrar que “la ignorancia no es una cuestión limitada a los retos de producción, circulación y apropiación del conocimiento, sino que resulta de diferentes tipos de desigualdades sociales (…) que contribuye a reforzar, [reduce] la capacidad a debatir públicamente sobre ciertos retos en democracia, y contribuye a dificultar [la resolución] de problemas prioritarios para [las sociedades actuales], poniendo en peligro así su porvenir y el de las futuras generaciones” (p.5).
Lo cierto es que la literatura científica sobre la ignorancia ha experimentado un notable desarrollo a lo largo de los últimos quince años. Así, la obra de referencia coordinada por Robert Proctor y Londa Schiebinger, y titulada Agnotology: The Making and Unmaking of Ignorance (2008), concibe la ignorancia como un nuevo enfoque teórico del saber histórico. Los autores de la misma proponen explorar la manera según la cual la ignorancia es producida culturalmente y alimentada a través de unos mecanismos como “la negligencia, involuntaria o deliberada; el secreto y la omisión; la destrucción de documentos; las tradiciones no cuestionadas; y, una miríada de formas de selectividad político-cultural intrínsecas o evitables” (p.6). Lo cierto es que “la ignorancia, más que una ausencia de conocimiento, es muy a menudo el resultado de luchas sociales, culturales y políticas” (p.6).
Si el proyecto inicial de los promotores de la obra mencionada es amplio y ambicioso, “conoce posteriormente una cierta reducción de su alcance en razón especialmente del éxito, en los mundos académicos y mediáticos, de una de sus temáticas, la de la producción de la denegación y de la duda, principalmente entendida a partir de unas actividades de actores industriales. Se trata de estudios llevados a cabo sobre varios escándalos medioambientales y sanitarios emblemáticos” (p.7). Estos trabajos muestran de qué manera “los industriales, en colaboración con unos actores científicos, administrativos y mediáticos, desarrollan unas habilidades cada vez más sofisticadas para retrasar, a veces de [varias décadas], la aprobación de medidas de regulación y de protección frente a unos peligros explotando unas incertidumbres inherentes a la investigación científica, exigiendo unos niveles de prueba difícilmente alcanzables antes de actuar o utilizando unos mecanismos de diversión” (p.8).
En general, los estudios dedicados a la producción de la ignorancia son el hecho de investigadores así como de periodistas que se han interesado por la labor de los grupos de presión ante los industriales. Estos estudios ponen énfasis en “el uso de la ignorancia por las agencias de experteza y de regulación, e incluso las instituciones públicas en el marco de sus actividades que los conducen a movilizar estratégicamente la ignorancia, a evacuar unos saberes incomodos e incluso a producir unas formas de ignorancia organizacional” (pp.8-9). Este libro, en cambio, se centra en unas dimensiones menos visibles realizando varios desplazamientos. De hecho, en la presente obra, la ignorancia es utilizada para analizar unos fenómenos sociales y políticos “que permiten explorar las desigualdades que estructuran las sociedades contemporáneas y dar cuenta de sus efectos masivos y duraderos” (p.9). En ese sentido, la finalidad consiste en “insistir en las consecuencias a largo plazo y a veces poco visibles de la producción de ignorancia” (p.9).
En primer lugar, este libro nos invita a “salir de una perspectiva individual y estratégica de la ignorancia centrada en el estudio de algunos grandes actores o sectores industriales (…) para poner de manifiesto sus dimensiones más sociológicas y estructurales” (pp.9-10).
En semejante óptica, David Hees (pp.13-25) “dibuja un panorama de la literatura centrada en la noción de ‘ciencia no hecha’ (undone science) definida como un tipo particular de ignorancia marcado por la ausencia de conocimiento” (p.10). Este concepto permite explorar la manera en que “unas desigualdades de recursos y de acceso a espacios públicos y científicos estructuran la producción de conocimientos y están en el origen de formas de ignorancia que plantean especialmente problema en el caso de movilizaciones y de movimientos de acción colectiva” (p.10). Esto no implica infravalorar “el peso de la industria en la manipulación estratégica de datos científicos o en la remodelación de ciertos procesos de regulación de los riesgos, especialmente aquellos vinculados al medioambiente o a la salud laboral” (p.10).
No en vano, como lo muestran Henri Boullier y Emmanuel Henry (pp.27-39), “estos mecanismos de producción de la ignorancia no pueden ser rectificados únicamente a través de la lucha contra eventuales conflictos de intereses o la rehabilitación de un Estado o de unas agencias de regulación idealizados” (p.10). En numerosos casos, nos dicen estos autores, “las propias reglas de recurso a la experteza o la regulación de los riesgos sanitarios y medioambientales (…) se apoyan en unas formas de ignorancia” (p.10).
En segundo lugar, inscribiéndose en una visión ampliada de la ignorancia, esta obra intenta articular las investigaciones sobre la ignorancia con la producción de desigualdades de diferente tipo, especialmente las desigualdades etno-raciales o de género. Así, Ilana Löwy (pp.41-53) muestra de qué manera las desigualdades de género “estructuran el desarrollo de conocimientos que conciernen el cuerpo de los hombres y el de las mujeres, siendo este último abandonado por una ciencia que [ha sido durante un largo periodo] una ciencia masculina, productora de diferentes formas de ignorancia” (pp.10-11). Estos conocimientos sesgados se convierten poco a poco en evidencias y “necesitan el despliegue de acciones colectivas vigorosas y de largo plazo para ser contenidas” (p.11).
En el caso de la pandemia del coronavirus, analizada por Nathalie Bajos y Emilie Counil (pp.55-68), la atención prestada a las desigualdades sociales en general y a las desigualdades sanitarias en particular, tales como lo ha puesto de manifiesto la pandemia del Covid-19, es reveladora de “formas de ignorancia invisibilizadas por la estabilidad de las relaciones sociales y la interiorización de las desigualdades que las caracterizan. Estas desigualdades, que pesan sobre la orientación de la producción de conocimientos y de ignorancias, se encuentran en aquellas que pesan sobre el acceso a las [esferas] de decisión y que conducen a unas formas especialmente eficaces de cerrazón de las relaciones sociales” (p.11). En estos casos, “la producción de nuevos saberes es particularmente importante, sea en relación con unas movilizaciones militantes, sea por la [realización] de encuestas con unos marcos epistemológicos y unos protocolos diferentes” (p.11).
En tercer lugar, la obra pretende aportar una mirada original “sobre los efectos de la producción y del mantenimiento de la ignorancia sobre la acción pública y, más particularmente, sobre las formas inducidas de inacción pública y de no decisión” (p.11). Es cuestión de mostrar cómo “la estructuración del conocimiento y de la ignorancia conduce a visibilizar ciertos retos, a normalizarlos e incluso, en ciertos casos, a ocultarlos, legitimando así la inacción” (p.11).
En el caso del chlordécone en las Antillas, Malcolm Ferdinand y Nathalie Jas (pp.69-80) ponen en evidencia la forma en que “las desigualdades norte-sur y las herencias esclavajistas y coloniales han estructurado duraderamente la acción pública en el ámbito de la salud laboral y de la salud medioambiental, conduciendo a autorizar [con pleno conocimiento] un producto que era extremadamente tóxico y persistente después de su prohibición en todos los demás territorios” galos (p.12). Estas políticas han desempeñado un papel clave “en el mantenimiento de ciertas exposiciones y la producción de [determinadas] formas de ignorancia a su propósito, manteniendo estas cuestiones fuera de los retos prioritarios a tratar” (p.12). Esta ignorancia acaba impregnando el conjunto de la sociedad.
Soraya Boudia y Baptiste Monsaingeon (pp.81-93), de su parte, “estudiando el reciclaje de los residuos en el marco de [la] transición ecológica y de la economía circular, explican cómo la ignorancia puede ser igualmente reproducida y perpetuada a través de la renovación regular de los enfoques y de los paradigmas de gobierno forjados para responder a unas situaciones de ignorancia, contribuyendo a construir la ocultación y la agravación del problema” (p.12).
En definitiva, los diferentes autores de la presente obra muestran que “la ignorancia no es una cuestión anexa o limitada a unos hechos de corrupción o de desviación industrial, sino que es directamente una dimensión clave de la reproducción de las desigualdades” en las sociedades contemporáneas (p.12). Si esta problematización dificulta una respuesta simple, permite “evitar la trampa de propuestas atractivas, pero que redoblan esta ignorancia. En ese sentido, este libro aspira a “abrir la vía a una reflexión [global] sobre los retos propiamente políticos de estas cuestiones y abrir hacia unas soluciones duraderas y justas” (p.12).
Al término de la lectura de Politiques de l’ignorance, conviene subrayar la gran actualidad del tema abordado y la urgencia de analizarlo desde una perspectiva teórica y de ilustrarlo a través de investigaciones empíricas. Alejándose de las perspectivas individuales y estratégicas de la ignorancia y diversificando los objetos estudiados, para no limitarse al análisis de los actores y sectores industriales, consiguen ofrecer una visión à la vez compleja y ampliada de la agnotología. A su vez, muestran de manera convincente la articulación entre la ignorancia y la producción de desigualdades de diferente índole así como los efectos de la fabricación y del mantenimiento de la ignorancia sobre la acción y la inacción política.
En suma, la lectura de esta obra es indispensable en una época marcada por la mentira y la ignorancia así como la manipulación que ambas propician.
Bibliografía
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BOUDIA, Soraya y HENRY, Emmanuel (2015) La mondialisation des risques. Une histoire politique et transnationale des risques sanitaires environnementaux. Rennes: Presses Universitaires de Rennes. https://doi.org/10.4000/books.pur.73322
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HENRY, Emmanuel (2007) Amiante: un scandale improbable. Sociologie d'un problème public. Rennes: Presses Universitaires de Rennes. https://doi.org/10.4000/books.pur.12719
5
HENRY, Emmanuel (2017) Ignorance scientifique et inaction publique. Les politiques de santé au travail. Paris: Presses de Sciences Po. https://doi.org/10.3917/scpo.henry.2017.01
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